Proyecto local busca aprovechar los residuos de industria del aceite de oliva
A través de la producción de pellets y carbones activos se pretende favorecer la calefacción industrial y terminar con malos olores de empresas.
En Chile hay cerca de 25 mil hectáreas de olivos capaces de producir anualmente 17,5 mil toneladas de aceite para el mercado nacional e internacional. La extracción de este elemento genera unas 70 mil toneladas de residuos orgánicos que son agregados a las mismas plantaciones o esparcidos en potreros, sin otorgar una mayor utilidad.
A fin de optimizar este proceso, la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) diseñaron hace un año un plan destinado a agregar valor a estos desechos y que se enmarca en el concepto de la bioeconomía circular, método sostenible que tiene por objeto reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos a través del potenciamiento de las cadenas y la búsqueda de nuevos usos.
En este sentido, la iniciativa que ya avanza hacia su fase dos busca crear dos componentes a partir de los despojos de la industria de aceite de oliva: carbones activados o descontaminantes y biocombustible. De esta manera, se esperan aprovechar las características intrínsecas del recurso en cuestión.
BIOCOMBUSTIÓN
Cristina Segura, jefa del Área de Bioenergía de la UDT y directora del proyecto, explica que la idea es producir pellets para la calefacción, pero en términos del mercado industrial, así como una especia de carbón con alto poder de absorción. "Este carbón servirá como filtro para la remoción de olores y para el tratamiento de aguas residuales que retienen contaminantes", ejemplifica la profesional.
"Para las empresas significaría un negocio económico, ya que junto con hacer aceite podrían generar material de alto valor agregado. Eso tiene mucho sentido en una industria cuya rentabilidad está bien al límite", sostiene Segura.
Dado que a nivel regional son escasas las firmas asociadas a la producción del aceite de oliva, la líder del plan asegura que el beneficio local estará centrado en aquellas compañías que puedan hacer uso de los nuevos elementos, como las pesqueras, las celulosas o las que se dedican a la crianza de animales.
"Queremos entregar una nueva alternativa tecnológica para abordar el tema de remoción de olores, lo que se traduce en una ganancia para las comunidades cercanas a estas empresas, ya que el mal olor es uno de los principales problemas, sobre todo en las pesqueras y planteles de animales. Ese es un tema social súper relevante", remarca la jefa del Área de Bioenergía de la UDT.
En cuanto al biocombustible, las entidades a cargo llevan adelante un proceso de incorporación para incluir a la Asociación Chilena de Biomasa, de tal manera que sus socios puedan tener una alternativa que sea combinada con la madera.
BIOECONOMÍA CIRCULAR
Desde la FIA indican que el concepto de bioeconomía circular se hace hoy necesario debido a que ese es un factor que permitirá que las firmas nacionales sigan presentes en los mercados internacionales altamente competitivos.
A juicio del director ejecutivo del servicio del Ministerio de Agricultura, Álvaro Eyzaguirre, "la mirada del futuro es la sustentabilidad, premisa que nos permite innovar en el presente. Y es, precisamente, lo que la industria debe hacer, a través de tecnologías verdes con comportamientos que tienen un impacto positivo al rubro y a su ecosistema, revolucionando poco a poco la mirada lineal y tradicional que permanece en nuestro sector".
En materia local, Eyzaguirre plantea que es urgente seguir impulsando procesos innovadores centrados en la sustentabilidad, sobre todo en relación al cambio climático y la escasez hídrica que enfrenta el agro. Agrega que para ello es fundamental contar con redes de información, capacitaciones y financiamiento, a modo de permitir instancias como las que desarrollan con la UDT.
"En la FIA hemos apostado por crear conciencia con cada una de las regiones para desarrollar estrategias que fomenten innovaciones en esta línea, pero que además aporten en la solución de problemáticas desde los territorios, con condiciones climáticas adecuadas a su geografía y demografía", afirma Eyzaguirre.
Desde la Universidad de Concepción destacan también el aporte entregado por Chile Oliva, asociación que reúne a los productores de aceite de oliva del país.