"Existe una conexión directa entre los desafíos que tenemos y lo que podemos aportar"
La geógrafa UdeC y máster en Estudios Territoriales y Planeamiento de la U. Autónoma de Barcelona aborda los desafíos del proyecto que traerá al MIT a la Región.
En el momento en que se abrió el concurso para definir al director del CityLab Biobío, proyecto conjunto del Gobierno Regional, la Cámara Chilena de la Construcción Concepción y Corporación Ciudades que trae por primera vez a nuestro país al Laboratorio de Ciudades del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Marcela Martínez llevaba pocas semanas de regreso en la zona tras su estadía en España, evaluando distintas perspectivas para su futuro laboral.
La geógrafa de la Universidad de Concepción y máster en Estudios Territoriales y Planeamiento de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) postuló al igual que más de un centenar de profesionales al concurso en el cual fue seleccionada en diciembre para encabezar el innovador proyecto y que esta semana asumió oficialmente.
"Desde el momento que fui notificada de la selección como directora hasta ahora he estado en varias conversaciones con el equipo, para poder ir estudiando el proyecto, lo que se ha hecho en otras ciudades y los ejes en que se ha ido avanzando alrededor del mundo. He estado en proceso de ir nutriéndome para comenzar con toda la energía, entusiasmo y focalización que requiere este proyecto", dice en su primera entrevista en el cargo.
Admite que "si bien soy joven (33), he tenido la posibilidad de abordar distintas áreas como el transporte, movilidad, vivienda, en la academia con la publicación de artículos y el trabajo con universidades. Eso fue clave para interesarme en este proyecto que en el fondo es eso: vincular todas estas áreas y trabajar con una institución de relevancia mundial en tecnología y ciencia".
Con experiencia laboral en los ministerios de Obras Públicas y Vivienda, Sectra y en el Centro de Desarrollo Urbano y Sustentable, señala que su elección "es un reconocimiento muy grande a mi trayectoria profesional y académica. Dentro del proceso de selección me pude entrevistar con distintos contrapartes, entre ellos el MIT; tuve reuniones previas con ellos donde fue muy desafiante para mí el poder proyectar y manifestar la idea, la experiencia y visión de un proyecto como este. Que ellos me hayan recomendado y que posteriormente el directorio decidiera mi selección es un honor muy grande. Debo dirigir este proyecto lo mejor posible".
Los desafíos
-¿De qué forma se puede interconectar el proyecto con los desafíos que tiene la Región en temáticas tan claves como congestión vial, conectividad o vivienda?
-La Región del Biobío y el Gran Concepción es un territorio complejo, con más de un millón de habitantes la intercomuna. Tenemos múltiples desafíos y no solo en las áreas que yo le he mencionado, sino también en los fenómenos naturales que hemos vivido como las inundaciones fluviales y el terremoto y tsunami de 2010, que generaron fenómenos adversos en las localidades del borde costero, pero también en las infraestructuras críticas y estratégicas de conectividad. Lo que ocurrió con los puentes y la conectividad vial, entonces siento que ahí hay una conexión con lo que podemos aportar.
También tenemos desafíos de transporte y de movilidad, al ver cómo ha crecido el parque automotriz y como se han generado problemáticas de congestión en puntos críticos. Ahí también es importante para nosotros vincularnos con lo que se ha levantado en carteras de proyectos de distintos sectores que buscan mejorar el transporte público y que potencien los medios no motorizados, como la bicicleta o la caminata.
Además, es importante la problemática que tenemos respecto a la vivienda, y los programas para afrontar la localización de la vivienda social y la erradicación de los asentamientos informales. Son desafíos múltiples y queremos tener una mirada integral de todas estas problemáticas, para recoger la visión de la ciudadanía integrada a través de la metodología que vamos a implementar.
-¿Qué tan importante es aclarar el rol que jugará el CityLab en el trabajo diario en materia de políticas públicas y planes a corto plazo?
-Es muy importante tener claro eso, que el CityLab Biobío busca poder proyectar escenarios futuros y ver qué pasará si suceden ciertos procesos urbanos, ciertas situaciones a mediano y largo plazo, utilizando tecnología, ciencia, innovación e inteligencia artificial. Ahora, es importante destacar que no ejecutaremos proyectos específicos en ciertos barrios de la ciudad, sino que implementaremos una plataforma que permita entregar un mejor diagnóstico para contribuir a mejorar la planificación urbana, la toma de decisiones y poder a futuro sugerir o apoyar distintas iniciativas para aplicar en estos barrios.
El foco central es poder contribuir a utilizar tecnología para anticiparnos a estas problemáticas. Nosotros proyectamos escenarios muchas veces con datos más estáticos, información y proyecciones que se han quedado cortas; buscamos una constante retroalimentación de información para que no suceda eso, y podamos ver en tiempo real que podría pasar si se generan ciertas transformaciones o cambios, que ocurren más rápido que el avance de carteras de proyectos o de los instrumentos de planificación territorial.
Vinculación
Una de las tareas centrales que tendrá Marcela Martínez a la cabeza del CityLab Biobío será facilitar la vinculación entre los distintos actores interesados en el proyecto, ante lo cual recuerda que "si no fuera por esta triada público-privada-academia, no estaríamos hablando de esto".
Junto con relevar la labor de los impulsores del proyecto, dice que "la idea es seguir incorporando actores como los municipios, cuestión en la que estamos trabajando por medio de las secretarías de planificación para incorporarlos en las mesas de diálogo y recoger problemáticas locales".
"Tenemos un ecosistema consolidado universidades en la Región, con mucha investigación en distintas dimensiones urbanas y mucha información levantada para generar diagnósticos. Estamos trabajando con las universidades de Concepción, Bío-Bío y del Desarrollo, por medio de un comité académico que tiene la idea de crear contenido y conocimiento desde la Región, para transmitirlo a otros territorios del país", añade.
-¿Qué rol tendrá la participación ciudadana en el proyecto, considerando el alto interés entre organizaciones medioambientales, juntas de vecinos y distintos actores asociados?
-La participación ciudadana es clave en distintas etapas del proyecto en el sentido de que el CityLab Biobío se constituye como un proyecto que pone la ciencia y tecnología a disposición de la ciudad y la ciudadanía. El proyecto busca impactar en la toma de decisiones y, por lo tanto, impactar en la calidad de vida de las personas.
Es un proyecto que estará cercano a la ciudadanía, es un proyecto distinto a como se han hecho las proyecciones de crecimiento urbano porque es muy visual. Contaremos con una plataforma llamada CityScope, donde puedes interactuar y habrá muchas instancias en que la ciudadanía esté invitada cuando se implemente esta tecnología, también para que puedan visualizar que sucede si se hacen ciertas intervenciones respecto a ciertas decisiones como construir un parque, si se densifica mi barrio.
Todas estas cosas son muy relevantes de contemplar para la ciudadanía, que siempre está pendiente de estos temas; la idea es que sea un apoyo técnico para los tomadores de decisiones y también sea cercano para la sociedad civil.