Roma: marcha anti pasaporte sanitario terminó en violento ataque a hospital
Dos enfermeras, una atacada con un botellazo, y dos policías resultaron heridos después de que una treintena de personas llegaron a Urgencias del Hospital Umberto I, para intentar liberar a un detenido que era atendido por heridas.
Un numeroso grupo de personas que participó en masivas protestas en Roma contra el pasaporte sanitario de covid-19 durante el fin de semana, entre los que había neofascistas, atacó el servicio de Urgencias del hospital Umberto I, hiriendo a cuatro trabajadores.
Se trata de dos enfermeras, una de ellas con un botellazo en la cabeza, y dos agentes de seguridad, según confirmó el consejero de Salud de la región del Lacio, Alessio D'Amato, al medio Rai News.
El consejero aseguró que el sábado fue una "noche de locura" en el hospital, que sufrió el ataque de unas 30 personas que obligó incluso a los trabajadores sanitarios a encerrarse para protegerse. "Después de más de un año de pandemia no es justo vivir estas agresiones", lamentó D'Amato.
CAOS EN ROMA
La jornada del sábado se presentaba candente debido a la convocatoria de protestas en varias ciudades contra las medidas del Gobierno para gestionar la crisis sanitaria. Pero los augurios se cumplieron sobre todo en Roma, que terminó sumida en el caos.
Unos diez mil manifestantes, entre ellos numerosos militantes del movimiento neofascista Forza Nuova, marcharon por el centro de la capital, profiriendo insultos hacia el Gobierno de unidad nacional de Mario Draghi y también contra la prensa.
La tensión subió inevitablemente cuando lanzaron petardos y bombas de humo a la sede del Ejecutivo y atacaron también la sede del mayor sindicato de Italia, la CGIL, destrozando el primer piso, lo que desencadenó la reacción de los antidisturbios.
El encontronazo se saldó con 38 policías heridos, 600 manifestantes identificados y 12 detenidos, entre estos el líder nacional de Forza Nuova, Giuliano Castellino, y el responsable romano, Roberto Fiore, así como otro antiguo miembro de los extintos Núcleos Armados Revolucionarios (NAR).
Sin embargo la tensión se trasladó después al hospital Umberto I, donde había sido ingresado un manifestante herido por la policía y que avisó a sus compañeros. Acto seguido a las puertas de Urgencias se congregaron entre 30 y 40 personas "violentas" que intimidaron a los trabajadores sanitarios.
Una enfermera fue golpeada en la cabeza con una botella durante la agresión, informó D'Amato. "La agresión se desencadenó porque uno de los detenidos, un hombre de Sicilia, había sido ingresado en el hospital", explicó D'Amato y dijo que la muchedumbre llegó "probablemente en un intento de liberarlo".
Sin embargo, el hombre quedó detenido y será sometido a juicio sumario. Al parecer, se negó a someterse al hisopo antiviral, informó el medio italiano Rai News. Según la Jefatura de Policía, cuando llegó al hospital "el manifestante anti vacuna se negó violentamente a someterse a las medidas previstas para la contención del covid -19". Mientras tanto, familiares y amigos se reunieron fuera del hospital y comenzaron a insultar al personal médico, alentados por el propio manifestante.
El concejal explicó que tras el caos hubo algunos daños materiales: "La puerta de entrada fue forzada, las camillas fueron arrancadas y los operarios se atrincheraron dentro. Sin embargo, los alborotadores consiguieron entrar en la zona roja del servicio de urgencias", destacó.
CONDENA
Lo ocurrido desató la indignación y la condena de la clase política italiana, pues numerosos expertos apuntaron a que recuerda a tiempos pasados.
Italia asistió a la fundación del Fascismo de Benito Mussolini hace un siglo, en 1919, un movimiento que dio sus primeros pasos con el hostigamiento a los sindicalistas y que, tras llegar al poder en 1922, llevó al país al desastre de la II Guerra Mundial.
El secretario general del mayor sindicato del país, la CGIL, Maurizio Landini, dijo que "todas esas formaciones que se identifican con el fascismo deben ser disueltas. Es el momento de decirlo claramente", indicó el líder sindical ante cientos de personas.
CONVOCAN MARCHA ANTIFASCISTA EN RESPUESTA
Tras el ataque a la sede del mayor sindicato de Italia, la CGIL, los sindicalistas respondieron que preparan "una gran manifestación nacional y antifascista por el trabajo y la democracia", fechada para el próximo sábado 16 de octubre. "El ataque de las escuadrillas a la sede nacional de la CGIL es un ataque a todo el sindicato confederal italiano, al mundo del trabajo y a nuestra democracia", resumieron los representantes de los sindicatos italianos CGIL, la CISL y UIL. "Invitamos a todos los ciudadanos y a las fuerzas sanas y democráticas del país a movilizarse y salir a la calle el próximo sábado", llamaron.
10.000 personas marcharon en Roma contra las medidas sanitarias instauradas por el Gobierno italiano.
600 manifestantes fueron identificados por la policía y solo hubo 12 detenidos tras la jornada.