Dificultades para acceder a la vivienda propia
El VII Índice de Confianza en la Economía Regional (ICER), vino de confirmar el pesimismo reinante en nivel local en torno a la situación económica, las expectativas y la posibilidad de acceder a bienes tales como vivienda o autos.
El indicador, que es elaborado por la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián (USS), entregó un claro registro de las complicaciones que están enfrentando los habitantes de la Región del Biobío en torno a las decisiones de sus finanzas personales, así como también del nivel de riesgo que están dispuestos a asumir.
El ítem de expectativas de consumo de vivienda y auto fue el más pesimista del ICER de mayo, con 11 puntos, ya que para un 82% de los encuestados es un mal momento para adquirir este tipo de bienes. El mayor pesimismo se observó en personas que pertenecen a los grupos socioeconómicos D y E (91%), al igual que en los mayores de 56 años (88%).
Los datos corroboran la información que han entregado otros estudios, relacionados específicamente al ámbito inmobiliario y que revelan que las cotizaciones para la adquisición de una vivienda han bajado, en especial por las barreras para acceder a créditos debido a los requisitos requeridos.
El ICER muestra que al evaluar la solicitud de créditos bancarios, el 86% de las personas encuestadas estima que es un pésimo momento para hacerlo, porcentaje que aumenta a 87% en hombres, a un 90% en personas mayores de 56 años, y a un 94% en ciudadanos de los grupos D y E.
Las razones detrás de la disminución de interés estarían, básicamente, en el aumento en la tasa de interés aplicable de las operaciones bancarias y el actual valor de la Unidad de Fomento, que debido al alza del IPC se mantiene constantemente en aumento. Especialistas detallan, de hecho, que en los últimos trimestres se han observado también bajas significativas de subsidios habitacionales. lo que aseguran tiene relación directa con la tasa de interés que ha aplicado el Banco Central durante estos últimos doce meses.
No es el único motivo, ya que el permanente crecimiento de la UF, que por estos días supera los $33 mil, también ha significado que las propiedades se encarezcan y que los créditos hipotecarios también suban, provocando que haya menos posibilidades de acceder a ellos y, por lo tanto, poniendo freno a la venta de inmuebles.
Esta disminución de la demanda por viviendas ha sido más notoria en cotizaciones de viviendas sin subsidio, donde los interesados deben además contar con un monto ya disponible para acceder al crédito hipotecario. Se trata de consultas que se dan en menor proporción que aquellas que sí cuentas con la posibilidad de subsidio y que corresponden al 40% de las cotizaciones de algunos portales inmobiliarios online.
Respecto de los grupos etarios, el informe revela que las personas menores de 30 años son quienes menos consultan por inmuebles, lo que se explica por los requisitos que los créditos suponen. Las personas más jóvenes no han tenido una capacidad de ahorro estable y en términos comerciales para el banco tampoco tienen una trayectoria crediticia más amplia como las personas entre 35 y 40 años. A esto también se suman las mujeres, quienes continúan muy por debajo del nivel de solicitudes realizadas por hombres, aunque han mostrado una mayor capacidad e interés en cotizaciones.
La situación es compleja, ya que ninguno de los factores que incide en las compras de propiedades, como son la UF y la tasa de interés, tiene opciones de variar en el corto plazo. Los subsidios con mayor prioridad en ciertos grupos podrían ser una opción para responderalasdificultadesquecontinuarán,dandoasíunrespaldoaquienes están alejándose de la posibilidad de contar con una vivienda propia.
El ítem de expectativas de consumo de vivienda y auto fue el más pesimista del ICER de mayo, con 11 puntos, ya que para un 82% de los encuestados es un mal momento para adquirir este tipo de bienes.