Contingencia vial en el Gran Concepción
Han sido dos intensas semanas desde que la Delegación Presidencial y la Empresa de Ferrocarriles del Estado EFE, diera a conocer el informe sobre el estado del puente Ferroviario, el pasado viernes 13, donde no solo se detallaron los daños que complican al centenario viaducto, sino también se determinó que la reparación del mismo requeriría la suspensión de uso, al menos, hasta abril.
En ese momento se informó que en dos semanas se contaría con un plan de contingencia, destinado a aliviar la carga vehicular especialmente en las comunas de Concepción, San Pedro de la Paz y Coronel, todas ellas interconectadas por la ruta del servicios de pasajeros del Biotrén y que diariamente traslada miles de personas desde y hacia esas ciudades. Sin duda, el hecho de enfrentar marzo con una sobrecarga de tráfico vehicular por los puentes y las rutas que el año pasado ya evidenciaron colapso no es una buena noticia, pero la posibilidad de generar una planificación adecuada siempre puede ser una posible solución.
Por ello, desde la Delegación Regional, así como también la Secretaría Regional de Transportes, se programó una serie de reuniones con representantes de las comunas más afectadas, con gremios productivos y, esta vez, con instituciones de educación en general, desde enseñanza básica a superior, en la búsqueda de propuestas que pudieran ser útiles para mitigar las complicaciones que podría traer el cierre temporal del puente Ferroviario.
Los encuentros realizados de forma diaria dieron forma a medidas y planteamientos que las autoridades consolidaron en un grupo de medidas, en total 55, que fueron dadas a conocer hace dos días y que deberían comenzar a operar en marcha blanca a mediados de febrero. Dentro de ellas, la que más ha generado atención es la prohibición del uso de vías en los puentes Llacolén y Juan Pablo II, así como el reforzamiento del transporte público, anuncio muy similar al realizado el año pasado, cuando la congestión vial generó niveles insufribles en horarios punta.
Dentro del paquete de decisiones, la Seremi de Transportes se hará cargo de 19 medidas, entre ellas la restricción de uso de los puentes para vehículos livianos en horarios punta, que fueron definidos entre 7:30 a 9 horas y de 17:30 a 19 horas, todos los días hábiles de semana, considerando dos dígitos diarios. También se restringirá el traslado de vehículos de carga durante la hora punta de la mañana en el Puente Llacolén, donde se habilitará una pista Solo Buses y se incentivará la no circulación de camiones por la Ruta 160 en horas puntas, una medida que no queda claro cómo se concretará.
En materia de transporte público, se gestionará con operadores del Gran Concepción que haya recorridos después de las 21 horas, al igual que para los operadores de Lota Coronel, así como también desde las 6 de la mañana, es decir, nuevamente se intentará la extensión horario que no se logró durante 2021. Hay que recordar que el tema de la falta de servicio después de las 21 horas se abordó extensamente y que encontrar paraderos llenos en esos horarios fue habitual, incluso, en los últimos meses del año pasado.
También anunció el ajuste de los tiempos de los semáforos en diversas zonas y un incremento del personal a cargo de este trabajo, así como de fiscalizadores.
El alcalde de San Pedro de la Paz, Javier Guiñez, al igual que su par de Coronel, Boris Chamorro, demostraron su incredulidad respecto de los resultados que pueda obtener el plan de contingencia, sobre todo porque incentivar el uso del transporte público requiere que el servicio opera con eficiencia y efectividad. Guiñez dijo que "creo que ese es el detalle, la gente no puede dejar el auto en la casa si no tiene micro para Coronel ni San Pedro, no se está tomando en cuenta el transporte masivo, que es lo fundamental".
La tarea que han debido asumir las autoridades encierra una serie de desafíos y tiene, por lo mismo, una magnitud no menor y que va más allá de la sola contingencia provocada por la reparación del puente Ferroviario. Se trata de intentar ordenar, en pocas semanas, la operatividad del sistema de tránsito del Gran Concepción que desde hace varios años presenta complejidades y que, debido a las restricciones de movilidad de la pandemia, había sido relegado como prioridad.
La delegada regional, Daniela Dresdner, dio señales de tener estos factores en consideración, sobre todo cuando sostiene que las medidas recién anunciadas apuntan a abordar la contingencia y no los problemas de fondo. "Quedan dudas y sugerencias y, por lo tanto, trabajaremos durante todo febrero para recoger las inquietudes y opiniones (...) Este es un plan que está disponible a irse modificando en la medida de lo que observamos en la realidad", sostuvo. El inicio de la marcha blanca será clave para definir los pasos a seguir, donde no solo se debe considerar a la autoridad, sino también a quienes habitan la zona y que deberán aportar al bien común con su colaboración y sobre todo con el cumplimiento de las medidas.
La tarea que han debido asumir las autoridades encierra una serie de desafíos y tiene, por lo mismo, una magnitud no menor y que va más allá de la sola contingencia provocada por la reparación del puente Ferroviario.