Los planes regionales a largo, mediano y corto plazo para frenar el déficit hídrico
Parte de las soluciones comprenden la política comparada y la asistencia técnica de Israel, la instalación de un laboratorio de tecnología y calidad de agua, el desarrollo de un mapa de agua subterránea, el levantamiento de conexiones de internet y el mejoramiento de sistemas de APR en 15 comunas de la Región.
nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
De acuerdo a estimaciones del Gobierno Regional, en Biobío existen, al menos, 25 mil viviendas que no cuentan con acceso al agua. Se trata de una cifra que preocupa en medio de un panorama desalentador de cambio climático y déficit hídrico, que además va acompañado de una falta importante de recursos, educación y cultura y de datos, que bien podrían ayudar a gestar planes más consolidados en la materia, según sostienen parte de las autoridades presentes en la zona. Estos últimos tres elementos son los nudos que con el tiempo han logrado detectar y que llaman a resolver. Hay, sin embargo, voluntades que comienzan a palparse, coincidentemente a casi un año de la reunión que sostuvieron los alcaldes y el gobernador Rodrigo Díaz para solicitar la activación de una mesa regional del agua destinada a articular acciones de corto, mediano y largo plazo.
En el diagnóstico asoman enunciados que dicen que aquí el problema tiene que ver más bien con la mala administración del recurso -más que un asunto de escasez- y con la falta de un balance hídrico que pueda, por ejemplo, dar cuenta de la situación de las aguas subterráneas, "que hoy están fuera de la ecuación". Óscar Ferrel, jefe de la División de Infraestructura y Transporte del Gobierno Regional, cuenta que junto al Ministerio de Obras Públicas trabajan en un primer mapa regional de agua subterránea, "porque debemos tener datos y un cierto enfoque en tres grandes sectores: la costa, el centro de la Región y la cordillera".
A esta iniciativa se suma la construcción del primer laboratorio de tecnología y calidad de agua que se ubicará en Los Ángeles, cuya inversión alcanza los $1.350 millones. La idea es que una vez operativa esta nueva entidad -que podría ser adjudicada dentro de 2023- los procesos de comprobación de calidad de agua de los cerca de 400 sistemas de agua potable rural (APR) emplazados en Biobío se aceleren, "ya que tan importante como que llegue agua, es que llegue agua de buena calidad", dice Ferrel. Agrega que en paralelo se realiza un levantamiento de conexiones de estos APR a la fibra óptica para avanzar hacia un sistema de monitoreo de variables de calidad y cantidad en los APR, lo que requiere de una conexión de internet que sea estable.
"Recién estamos haciendo algunas acciones en ciertos ejes, pero diría que estamos mucho más atrasados, porque ni siquiera tenemos información de líneas base. Por eso, la principal iniciativa en términos de montos es, sin duda, el mapeo subterráneo de la Región. Hay planes en materia de gobernanza y cambio climático, aunque son temas que están preparando datos para tener una política más clara e integradora en todo este ámbito (…) Hay una serie de dimensiones y de variables en donde todavía nos faltan datos para poder decir que vamos a hacer una política seria del agua en esta dirección, y recién estamos elaborando los estudios, por eso se requiere un esfuerzo mayor de coordinación", reconoce.
Política comparada y asistencia israelí
Una de las claves en toda esta encrucijada es buscar respuestas en el extranjero. Así, al menos, lo creen desde el Gobierno Regional, desde donde ponen sobre la mesa la ayuda de la política comparada y referentes que hayan solucionado el problema de la falta de agua con éxito. En noviembre, equipos de la zona mantuvieron una reunión con representantes de la empresa nacional del agua israelí para configurar una especie de asistencia técnica. Por medio de este trabajo se busca dar lugar a una institucionalidad local que aborde los temas asociados, pero no de una manera parcial, sino que continua y permanente, entendiendo que el cambio climático es algo que recrudece día a día y que parte de los APR instalados en la Región se están secando.
Otro de los objetivos de esta asistencia es tener conocimiento sobre la demanda y la oferta, no solo sobre la disponibilidad del recurso, además del ahorro y el uso variable que tiene el agua. "El desafío va por el lado educacional, de acompañamiento en asuntos de fomento productivo, de fortalecer la agricultura para tener soberanía alimentaria, y para eso hay que disponer de una institucionalidad que garantice el tener agua. Acá hay que avanzar varios pueblos para definir una institucionalidad que nos robustezca", plantea el representante del Gore.
A la fecha, equipos del Biobío e Israel han mantenido una serie de reuniones virtuales con el objetivo de comenzar a definir el plan de asistencia técnica que permita entender el modelo israelí, establecer sus bondades y aplicar esos aspectos a la realidad local. Ferrel, sin embargo, aclara que todo ese proceso tomará algún tiempo antes de que se entregue una propuesta que abarque la integralidad del problema. En el mejor de los casos, dicho trabajo podría ser expuesto en los próximos meses.
Mejoramiento de los apr y zonas críticas
En el último año, la Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío se dedicó a recabar información de las 33 comunas que componen el territorio, solicitando identificar tres sistemas de APR que requieran de la compra, reparación e instalación de equipos e insumos para su óptimo funcionamiento. Del total, solo 15 ciudades respondieron, siendo 11 de la Provincia de Biobío, tres de Concepción y una de Arauco, con lo que se logró detectar 39 localidades con sistemas deficientes que en caso de ser mejorados beneficiarían a 4.299 viviendas, a través de una inversión de $1.303 millones (ver infografía).
"El 14 de diciembre tuvimos una nueva reunión con el Gobierno Regional. El acuerdo fue establecer tres ejes de trabajo: uno de largo plazo con la generación de estudios hidrogeológicos, que entendemos que ya están en proceso, uno de mediano plazo con la mesa regional del agua y otra de corto plazo, que sería el mejoramiento de los sistemas de APR que se encuentran con problemas. Por eso hicimos esta actualización, pero no de los que abarca la Dirección de Obras Hidráulicas, sino aquellos que construyeron los municipios por medio de diversos fondos", explica Ana Hinojosa, encargada del equipo de Asistencia Técnica de APR de la Asociación. Añade que el compromiso fue establecer un convenio para poder financiar el mejoramiento de estos mecanismos.
Dentro de los 39 sectores que requieren asistencia están, por ejemplo, Tapihue, El Villorrio, El Pino 1-2, Lomas de Andalién (en la Provincia de Concepción), Peleco, Huichicura, Reposo (en la Provincia de Arauco), Las Hijuelas, Violeta Parra y El Polígono (en la Provincia de Biobío). Las comunas con mayor número de potenciales viviendas beneficiadas son Cañete (860), Alto Biobío (804), Florida (345), Concepción (315) y San Rosendo (302).
"Cada comuna tiene un diagnóstico y eso está en conocimiento de las autoridades competentes, pero lo que hay que hacer es que el Estado se haga cargo de buscar soluciones al respecto, y algo ya se está realizando con cerca de 14 comunas de la zona que estamos trabajando con la Universidad de Concepción para mejorar los sistemas APR que están teniendo problemas de cantidad de agua (…) Todo esto se traduce en recursos", dice el alcalde de Florida y presidente de la comisión de Recursos Hídricos de la instancia municipal, Jorge Roa.
Álvaro Ortiz, jefe comunal de Concepción y presidente de la Asociación, precisa que el asunto es mucho más profundo y no trata solamente de proyectos e inversión. Según la autoridad, es necesario también incentivar un cambio cultural en la comunidad. "Tiene que venir una fuerte cantidad de recursos, pero eso debe estar aparejado de un cambio cultural y educacional de todos nosotros, por eso es una tarea de permanente desarrollo, porque la crisis hídrica seguirá aumentando", insiste.