"Fuimos frágiles ante la izquierda y la derecha, y ellos ganan con esta crisis interna"
En la semana más compleja del emergente partido, la legisladora del distrito 21 aborda las causas y su desencanto de la política.
Al otro lado del teléfono, Karen Medina Vásquez reconoce que dar entrevistas o posicionar su postura en el debate público es una de las materias pendientes de su gestión como legisladora.
"Es algo que aún debo trabajar, pero algo a lo que le pondremos mucho más esfuerzo durante el próximo año", dice la diputada del Partido de la Gente (PDG) por el distrito 21, que reconoce que, si bien se ha logrado adoptar de buena forma a la labor parlamentaria, no fue algo de lo que tomara una real dimensión hasta lograr la victoria en las urnas en noviembre del año pasado, con diez mil votos.
"Desde que se dio el contexto de partido político y su conformación, competir por la candidatura y ganar, fue un proceso que no me permitió organizarme para. Fue trabajar sobre lo que se nos venía encima, y cuando fui electa ahí comencé a ver a qué me enfrentaba. No me lo esperaba y ha sido un desafío constante, muy agradable", explica quien durante los últimos años se desempeñó como dirigenta de los asistentes de la educación en la provincia de Biobío.
Junto con valorar que dicho rol la preparó para trabajar en terreno, la legisladora reconoce sentirse decepcionada de la política a nueve meses de su llegada al Congreso: "Espero mucho más de la política, y aquí se pueden cambiar las cosas mientras la disposición de la gente esté y quienes son electos en cargos públicos tengan como prioridad el servir a la ciudadanía".
-¿Qué elemento la ha decepcionado de la política?
-Acá, de repente no existe esa capacidad de velar por el bien del resto. Se ven los pactos políticos, la gente ya está pensando en su próxima campaña y hoy es solo tiempo para trabajar. Esta semana, un senador me preguntaba si iba a ir a la próxima candidatura, y yo le respondí que solo llevamos un par de meses y yo estoy trabajando. Ante eso me preguntó '¿para qué estás trabajando?' y le dije que para lo que me contrató la gente, y me pagan bastante bien. Hoy solo tengo que trabajar y el tercer año voy a ver en qué condiciones esté para pensar si iré a una reelección o si me salgo en caso de que esto no me llene o no sea un aporte a los cambios que yo me imagino desde la política.
En su análisis cuestiona el hecho de "ver buenas ideas en proyectos o indicaciones por una coalición que se votan en contra por parte del otro extremo si lo presentó la izquierda la derecha lo rechaza. No se analiza el impacto que puede generar el proyecto en la ciudadanía, si es una necesidad urgente, solo si lo presentó tal extremo", e incluso propone que "las presentaciones deberían ser anónimas y ahí estaría la disposición de realmente analizar las cosas para ver que puede ser aporte en el país".
La crisis del pdg
La conversación con Karen Medina ocurre a pocas horas que el PDG viviera un terremoto interno con las renuncias de los diputados Yovanna Ahumada, Víctor Ríos y el también legislador por la zona Roberto Arroyo, en medio de una serie de diferencias internas, lo que derivó también en la disolución administrativa de la bancada que hasta el jueves contaba con solo tres diputados.
Sobre el escenario actual, indica que "los problemas se han dado desde esta división interna en la bancada, que ocurrió desde la votación de la presidencia de la Cámara y donde siempre dije que respetaría el acuerdo político que se hizo en marzo para la presidencia y comisiones por los cuatro años. Preferí respetarlo, y expliqué mis fundamentos ante la parte de la bancada que estaba en desacuerdo y tenía la jefatura. Ellos han hecho uso y abuso de esa jefatura administrativa, aplicando sanciones, dividiendo aún más la bancada y hoy renunciando".
La parlamentaria recuerda qué en medio de las negociaciones por la presidencia de la Cámara, ella fue sacada de la presidencia de la comisión de Desarrollo Social: "Mi jefatura me quitó la presidencia de la comisión y se la dieron a una diputada de derecha (Marlene Pérez). El cupo lo tomó la diputada Yovana Ahumada, y ocurrió lo mismo con Gaspar Rivas en Adulto Mayor, además de otras comisiones. Nos sacaron de todas las comisiones en las que éramos dirimentes y se las entregaron a la derecha, por apoyar el acuerdo con el oficialismo".
Pese a ello, lamenta la decisión de sus camaradas-"todos somos militantes del mismo proyecto"- y apunta a qué "fuimos frágiles ante las ideas de la derecha y la izquierda, y ellos son los ganadores de todo este proceso. A nadie le conviene que el PDG siga creciendo y eso lo dijeron muchos. Hoy, dividir este partido y bajar su credibilidad es quitar competencia del camino para el duopolio. Mis colegas no supieron ver eso y no entiendo porque ellos no pararon las sanciones, que clase de compromiso hubo en la conversación que tuvieron con la oposición, y finalmente terminan dando un paso al costado. Lamento mucho esto, pero el PDG es más que seis diputados, es un proyecto maravilloso y nuestras bases deben seguir trabajando".
-¿Se pecó de ingenuidad al cambiar la posición inicial que tomó la bancada en temas como el acuerdo administrativo o las presidencias de comisiones?
-Creo que sí. La jefatura de bancada, que son dos diputados, se prestó para los caprichos de la derecha, de querer dar vuelta las mesas con una intención de equilibrio que se sabe que no es así. Están actuando como oposición, pero también la puedo ejercer fiscalizando sin dejar de construir y eso es lo que ellos no entienden. El Gobierno, aunque no es mi gobierno, yo no lo quiero ver pisoteado en el suelo. Lo fiscalizaré, pero necesito que ellos salgan adelante y logren levantar el país, porque es mi gente la que sufre.
-¿Seguirá militando en el partido, pese a los cambios que han ocurrido en la última semana? La bancada se eliminó luego de la renuncia de tres de sus pares.
-Yo sigo en el partido, que es mi partido y proyecto político; nos podemos equivocar, caer o decidir a veces mal, y no siempre ganar, pero no pierdo el norte y sé lo que es el PDG, hacia donde apunta nuestro proyecto político y eso no lo he perdido.
Violencia rural
Karen Medina cuenta que a la hora de asumir les propuso a sus colegas representantes de la Región trabajar iniciativas en conjunto, apelando a que "el color político no es impedimento para levantar temáticas que preocupan a mi Región y esa es mi mirada respecto a la política. Trabajaré con quien quiera trabajar en mi distrito, sea republicano o comunista, y en lo que podamos sumar voy a estar".
Uno de esos puntos tiene relación con la situación que ocurre en las provincias de Arauco y Biobío en materia de violencia rural, lo que hizo que el Parlamento volviera a aprobar una prórroga para el estado de excepción que rige a ambas zonas.
"Tengo super claro que no es negligencia de este gobierno. Esto viene de mucho antes y creo que nadie ha tenido los pantalones para tomar decisiones drásticas, como es respaldar a nuestras policías frente a esta situación. Quienes ejercen terrorismo cuentan con implementación que ni siquiera tienen nuestras policías para protegerse. Es muy complicado enviarlos a enfrentarse a este tipo de terrorismo sin las medidas, respaldo ni implementación necesaria, o respaldo legal que los favorezca".
"Hay que reconocer que hay terrorismo en la zona, y buscar la manera de atacar esto. De lo contrario, vamos a pasar mucho tiempo con estados de excepción que ya son permanentes en el distrito, y estoy de acuerdo con que continúen, ya que no tenemos otra forma de proteger a la ciudadanía", añade.
-¿Considera usted que el Gobierno ha hecho lo suficiente, avanzando con medidas de seguridad y el Plan Buen Vivir?
-Siento que es lento, pero seguimos manteniendo lo que el gobierno anterior dejó, y aquí hay que tomar alguna decisión, más facultades y armamento a Carabineros y la PDI. Hacer rastreo en la zona, porque en alguna parte deben estar los terroristas.
Esas son medidas que se deben tomar, hay que buscar la manera de fortalecer estas decisiones, y porque no hacer lo que ha hecho Nayib Bukele en El Salvador, tomar una decisión que no les guste a muchos pero que sea para resguardar a la mayoría a la ciudadanía.