Fito Páez: "Este álbum podría ser uno de los mayores delirios de mi carrera"
El último trabajo del rockero es una musicalización instrumental y sinfónica del libro"Los siete locos" y forma parte de una trilogía discográfica.
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"En un momento en el que la música está tan pasteurizada", Fito Páez se reconoce gratamente sorprendido de la buena recepción que ha tenido su último trabajo, una musicalización instrumental y sinfónica del libro "Los siete locos" de Roberto Arlt (1929) que forma parte de una trilogía discográfica igualmente salvaje.
"Podría ser uno de los mayores delirios de mi carrera", reconoce a la agencia Efe a su paso por Madrid para presentar el recientemente publicado "Futurismo Arlt" (Sony Music), que define como "una obra descarnada, hecha con mucho amor a través del tiempo".
Su origen se remonta a 1995, cuando Julio Bocca le propuso integrar un espectáculo de danza y música sobre tango, folclore argentino y rock. Según cuenta, de aquella reunión "chispeante" a la que también asistió Cecilia Roth surgió la idea de ponerle música al citado libro.
"El proyecto se frustró, pero nunca cesó en mí la idea de llevarlo adelante", comenta Páez, convencido de que "algunas cosas tienen que macerar en el tiempo, no solo para el oyente y la época, sino también para uno, sobre todo cuando es un material delicado sobre un libro icónico, frondoso e inabordable".
ARLT LO PREDIJO
De "Los siete locos" destaca sobre todo la capacidad del autor para anticipar hechos que sucedieron en Argentina y en el mundo como el peronismo, la pandemia o la guerra.
"Es asombrosa su capacidad para ver el hueso de la condición humana, sin vaselina, con una escritura exuberante y delirante", señala el músico, que fue avanzando "caóticamente" en la composición, como una "olla calentándose a fuego lento que hubo que remover un montón" y a la que echaba como inspiración retazos de personajes y escenas.
¿Hace falta una mente delirante para traducir en música a otra? "Sí", responde raudo, antes de precisar que "la locura es dañina y nosotros queremos solo disparate, tarea en la que nos ayudan autores de la envergadura de Roberto Arlt".
Musicalmente comenzó como una receta de mínimos: de una estancia en una playa uruguaya surgieron unos teclados, a los que añadió apenas una cuerda, unos pianos, quizás algún clarinete y madera... y así fue creciendo hasta convertirse en una obra orquestal.
Su grabación en cinco días no fue menos avezada, con triple vértice entre Los Ángeles, donde estaba Gustavo Borner como productor (tarea a la que también se sumó Diego Olivero), Buenos Aires con el director musical Ezequiel Silberstein y, desde Praga, la Orquesta Sinfónica Nacional Checa.
"Así fue como llegué a esta obra de la que estoy muy orgulloso", ratifica el argentino, agradecido por la multitud de mensajes de felicitación que le han llegado por redes. "No me pasó con ningún álbum, ni con 'El amor después del amor' (1992). Me sorprendió en un momento en el que la música está tan pasteurizada, porque pensé que la gente no tendría ganas de música experimental, pero sí las tuvieron de escuchar este delirio de un rosarino".
DISCOS, SERIE Y CONCIERTOS
Páez, que ha ideado hasta una propuesta escenográfica multidisciplinar para "Futurismo Arlt", con música en vivo, videomapping y actores y anda "a la espera de que algún promotor se anime a montarla", lanzó ya en 2021 el disco "Los años salvajes", título que terminará englobando como una obra integral a este trabajo orquestal y un tercer disco bien diferente.
"Terminando los dos primeros, pensé que faltaba algo, pero no sabía qué y recurrí a la idea de armar una trilogía con un álbum con piano, un disco pequeño, como una pequeña joya, que me dio la sensación de totalidad que podía contar lo que me estaba pasando en este mismo", subraya Páez.
Por si fuera poco, en pandemia se implicó también en la escritura de sus memorias hasta los 30 años y, sobre ese material, Netflix comenzó a armar una serie biográfica que ya va por su séptima semana de filmación y en la que él ha supervisado los guiones.
"El momento más peliagudo ha sido contar el asesinato de mis abuelas y de Fermina, la mujer que trabajaba en mi casa, embarazada de siete meses. Fue un momento difícil, pero tomé la decisión de contarlo seco, con los hechos como pasaron y haciendo la reconstrucción con los documentos policiales", comenta sobre uno los episodios más oscuros de la historia argentina.