"Mi problema fue sobrevivir a los monstruos que eran mis padres"
Miguel Bosé lanzó su autobiografía. "No es un ajuste de cuentas", dice.
En el momento más comprometido en la vida de Miguel Bosé, el hijo del torero Luis Miguel Dominguín y la actriz Lucía Bosé intenta hacerse entender en un libro de memorias a través del peso de su ADN y las vivencias infantiles en un ambiente extraordinario, para lo bueno y para lo malo.
"El problema que tenía Miguelito fue sobrevivir a diario a esos dos monstruos que tanta sombra y tanto eclipse causaban", comenta al recordar su niñez y abordar su primera autobiografía, "El hijo del Capitán Trueno" (Espasa).
El título, como la canción del mismo nombre que lanzó hace 20 años, alude a la decepción impresa en los ojos de su padre que marcó su infancia y adolescencia. "No reunía las condiciones que buscaba en un heredero: machote, cazador, rudo. Yo era de vena más lombarda, sensible, y leía mucho", rememora.
DUDAS Y SOSPECHAS
"Lucía, el niño va a ser maricón", cuenta en el libro que un día le espetó el torero a su esposa, unas "dudas y sospechas" que intentó mitigar llevándoselo con solo 10 años de safari a Mozambique y allí, además de contraer el paludismo, intentó que lo "iniciase en la hombría" una adolescente de 16 años.
De aquel viaje, que terminó causando la separación de sus progenitores, cuenta ahora que en el fondo fue "liberador".
Este libro, puntualiza, "no es un ajuste de cuentas, sino un ejercicio de entender". "Lo perdoné, aunque tampoco había que hacerlo, porque luego uno crece y hace cosas peores. Al final esa genética se traslada y se multiplica y entendí que lo que tanto me había dolido de él yo lo estaba repitiendo", reflexiona Bosé, muy cuestionado actualmente por su posición negacionista frente al covid-19.
Un día pilló a su padre mirándolo embelesado y le confesó que se había equivocado con él. "Es que me parece imposible que alguien de mi familia haya sido algo sin haberme pedido jamás nada y tú nunca me pediste nada", le soltó A partir de entonces inició una carrera por "recuperar el tiempo" perdido juntos.
¿Por qué contarlo ahora? "Era el momento", responde el cantante y compositor en una obra que abarca desde su nacimiento hasta su icónico debut en el Florida Park de Madrid en 1977, episodio que también será el inicio en una serie de televisión sobre su carrera.
"Era bonito explicar la infancia para que se entendiera por qué ocurrió después lo que ocurrió, y porque esa era una parte de mi vida totalmente inédita, sin rastro en las hemerotecas más allá de fotos", dice sobre 21 años de "texturas, olores, luces y sensaciones", aderezadas "por personajes inverosímiles que hicieron y deshicieron el arte y el pensamiento del siglo XX".
No obvia cómo perdió su virginidad con Amanda Lear ni, su romance a lo "Call Me By Your Name" con el actor Helmut Berger ("Fue muy natural y todo sucedió de una forma bonita", ensalza), pero sí reconoce un momento que le costó recuperar en esta obra. "La separación de mis padres y contar lo de mi madre durmiendo en la calle... Dudé. Había cosas en las que no sabía si tenía el derecho de intrusión. Pedí señales, me las dieron y lo conté, pero esa imagen me caló muy hondo, fue devastador", confiesa.
"Ahora vivo en esa casa, mi casa, que tiene todo aquello que me faltó: los abrazos, el cariño", cuenta Bosé y cierra: "De haber vivido en un lugar diferente, no sería como soy, ni tendría este carácter, porque en las dificultades se forjan los caracteres más que en las bonanzas".