Pruebas del sistema de alerta de emergencias
La Oficina Regional de Emergencia (Onemi) realizará pruebas del Sistema de Alerta de Emergencia (SAE), hoy a las 11 horas en Coronel y el jueves de la próxima semana, a la misma hora, en Talcahuano. Se trata del envío de mensajes a teléfonos móviles en esas comunas, con el fin de evaluar cómo opera el sistema ante una posible emergencia y qué alcance tiene.
El organismo ha aclarado que es una prueba del sistema, que ha sido coordinada por la Subsecretaría de Telecomunicaciones con las empresas operadoras de telefonía móvil, pero eso no significa que los habitantes de esas comunas deban evacuar sus territorios o que deban movilizarse.
Se recuerda que el 23 de enero del presente año la Onemi envió a los teléfonos móviles una alerta de tsunami con el llamado a evacuar, que llegó a casi todo el país, debido al terremoto de 7,1 grados Richter en la Antártica. Sin embargo, este mensaje debió ser sólo para el personal de las bases antárticas. De ahí la necesidad de realizar estos ensayos, con el fin de evaluar cómo funciona el sistema y estar preparados para cuando ocurra una emergencia real.
La historia de Chile está marcada por los terremotos, las inundaciones y los grandes incendios forestales, porque cada cierto tiempo sufrimos con fuerza los embates de la naturaleza. La relación forzada de nuestra población con los sismos y las catástrofes naturales en general, entrega valiosas lecciones para estar preparados en estos casos. Hemos aprendido de los errores del pasado. Qué hacer en caso de terremoto, adónde ir y qué implementos tener en el hogar, son preguntas que la mayoría de las personas conocen y que pueden salvar la vida ante una emergencia. Esta convivencia con las catástrofes requiere estrategias de prevención de largo aliento, que hoy convierten a nuestro país en uno de los mejor preparados para afrontar estas emergencias, tal como lo ha resaltado la ONU. No obstante, es necesario avanzar en el uso de los celulares para alertar a la ciudadanía cuando se requiera que deban trasladarse a lugares más seguros.
Los terremotos de 2007 en Tocopilla, el 2010 en nuestra Región del Biobío, el 2014 en Iquique, el 2015 en Coquimbo, dan cuenta de que es necesario convivir de la mejor manera con este fenómeno. Y también con los incendios forestales, cada verano, considerando que los centros poblados se acercan cada vez más hacia los bosques, por lo que cada año se realizan cortafuegos y se prepara a las familias que están más cerca del riesgo, para saber cómo operar en caso de un siniestro. El país también ha dado grandes pasos para contar con eficaces normas sísmicas de construcción, pero hay que recordar que el 27 de febrero de 2010 quedaron al desnudo las falencias de coordinación entre organismos y la falta de información fidedigna a la ciudadanía respecto a la catástrofe.
Han pasado los años, se han realizado muchos simulacros de evacuación en las comunas costeras y hoy las familias tienen mayor cultura preventiva: la mayoría sabe hacia dónde debe dirigirse tras la activación de las alarmas. En las emergencias en los años sucesivos se ha visto una mejor respuesta del Shoa y la Onemi, además de contar con una cultura preventiva de las familias, cuando se ha dispuesto evacuar hacia los puntos de encuentro tras la activación de las alarmas de tsunami. Ha sido el fruto de una serie de simulacros en las comunas costeras del país, donde se ve qué aspectos se deben mejorar. Toda esta educación permite estar preparados de la mejor manera ante una catástrofe. Por supuesto, siempre hay aspectos que mejorar, pero lo importante es estar preparados en los hogares ante cualquier desastre natural y que el organismo coordinador de todos los servicios e instituciones que participan en esas emergencias opere con la eficiencia que se espera. De ahí la importancia de estas pruebas. Debemos aprender de naciones como Japón, que tiene mecanismos de alertas de tsunamis e incluso pueden anunciar con uno o dos minutos de anticipación la ocurrencia de un terremoto.
Siempre hay aspectos que mejorar, pero lo importante es estar preparados en los hogares ante cualquier desastre natural y que el organismo coordinador de todos los servicios e instituciones que participan en esas emergencias opere con la eficiencia que se espera. De ahí la importancia de estas pruebas.