Prevención de los suicidios
Se estima que en el mundo, más de 700.000 personas se quitan la vida al año, tras numerosos intentos de suicidio. En Chile, según datos del Ministerio de Salud, 1.800 personas mueren anualmente por esta causa y por cada uno de estos, alrededor de veinte personas realizan un intento.
Las cifras de autoeliminación en nuestro país se han estabilizado durante los últimos años, aunque el suicidio está entre las primeras tres causas de muerte en adolescentes y jóvenes de 10 a 24 años y tiene la mayor tasa de incidencia en las personas mayores.
La Red Salud Mental es Salud señala que el suicidio es un problema de salud pública importante, pero a menudo desatendida, cuyo abordaje está rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de autoeliminación involucra gravemente no solo a los individuos, sino también a sus familias y a la comunidad. Representa un problema complejo y multidimensional en el que intervienen factores: psicológicos, ambientales, sociales y biológicos, que suelen actuar de forma acumulativa para aumentar la vulnerabilidad de la conducta.
Con el fin de llamar la atención sobre este tema, el 10 de septiembre se ha conmemorado el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y copatrocinado por la OMS, cuyo principal objetivo es enseñar que esta conducta se puede prevenir.
En Chile, el Ministerio de Salud habilitó al inicio de la pandemia la plataforma "SaludableMente" para tratar problemas de salud mental ocasionados en el contexto de la crisis sanitaria, entre los cuales el intento de quitarse la vida es uno de los principales motivos de consulta, debido a síntomas de ansiedad, trastornos de ánimo y trastornos severos. Recién iniciada la pandemia el año pasado, un grupo de científicos de universidades del Reino Unido alertaba acerca de las alzas en las tasas de suicidio o intentos de atentar contra la vida, como parte de los deterioros en la salud mental de la población, en especial porque las personas tuvieron que dejar de lado lo que consideraban "llevar una vida normal", para quedarse en casa.
La subsecretaria de Salud, Paula Daza, ha señalado que un porcentaje relevante de los llamados por ideas suicidas corresponden a jóvenes. Otro segmento en riesgo es la población adulto mayor, que ha sufrido fuertemente por el aislamiento social que provocó la pandemia. Según se desprende de la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, más de 220 mil chilenos sobre los 18 años habían planificado su autoeliminación y más de 100 mil reconocieron que intentaron quitarse la vida.
El suicidio constituye un grave problema de salud pública, por lo que a fines de 2019 se dictó el Decreto de Vigilancia Universal, que establece la obligación de todos los centros de salud de reportar a la autoridad sanitaria cualquier intento de suicidio o lesiones autoinfligidas, lo que permite no solo monitorear los casos, sino entender mejor quiénes son las personas que toman ese camino y qué cuadros de salud mental poseen. A la vez, se elaboró la primera Guía Práctica para la Prevención de Suicidio para estudiantes de la Educación Superior, ya que el 20,3% de las personas que terminan con su propia vida en Chile son jóvenes entre 20 y 29 años. Durante 2019, la salud mental de los estudiantes universitarios fue tema relevante, ya que la Primera Encuesta Nacional de Salud Mental Universitaria de Chile reveló las alarmantes cifras acerca de la situación de los estudiantes: 46% de los alumnos tenía síntomas depresivos y muestras de ansiedad; 54% sufría de estrés; 67,2% tenía síntomas de insomnio o sueño durante el día; 30,2% estaba insatisfecho/a con su calidad de sueño y, lo más preocupante, un 5,1% de ellos manifestó pensamientos suicidas. A la vista de los profesionales en salud mental y académicos, los resultados en ese momento ya eran alarmantes y se considera que estos indicadores se agravaron con la contingencia derivada de la pandemia por covid 19.
Las cifras para esta lamentable situación en nuestro país se han estabilizado durante los últimos años, aunque el suicidio está entre las primeras tres causas de muerte en adolescentes y jóvenes de 10 a 24 años y tiene la mayor tasa de incidencia en las personas mayores.