"Lo razonable sería contemplar una extensión del plazo de redacción de la Constitución"
A dos meses de haberse instalado el órgano, al también abogado constitucionalista evalúa sus tiempos y efectividad, detalla el cronograma que viene y adelanta que a más tardar la primera semana de octubre comenzará el trabajo de fondo.
Por Mauricio Ávila C.
Este sábado 4 de septiembre se cumplieron dos meses desde que comenzó el inédito proceso constituyente en el edificio del ex Congreso Nacional en Santiago. Sesenta días después de la emotiva y también tensa ceremonia en que por primera vez se reunieron los 155 convencionales mandatado para elaborar una nueva Constitución, aún no se redacta una sola línea de ella.
Este hecho es para algunos motivo de escándalo y crítica, pero para otros es lo normal, considerando que un órgano de esa envergadura tiene que articularse y generar sus propias reglas de funcionamiento.
Jaime Bassa, vicepresidente de la Convención Constitucional, es también un reputado abogado constitucionalista y desde esa posición señala que incluso es destacable que en "tan poco tiempo" ya se haya avanzado tanto, pues están a punto de someter a votación el esperado reglamento.
-¿Cómo siente la velocidad con la que están trabajando?
-Yo creo que vamos a buen ritmo, sobre todo considerando que el lunes 5 de julio, que fue nuestro primer día de trabajo propiamente tal, esa sesión fracasó por la ausencia de los elementos técnicos mínimos para el funcionamiento de la constituyente. Eso generó una suerte de punto muerto que se fue superando progresivamente durante el mes de julio. Ese es el mes en que de alguna manera la constituyente se pone de pie y comienza a dar los primeros pasos para regularse internamente, ordenarse, determinar la forma en que se iba a trabajar. Y el primer mes termina con la aprobación de cuestiones muy importantes, especialmente las comisiones provisorias. Las comisiones funcionaron dentro de los plazos establecidos y el 28 de agosto vencía el plazo para que todas las comisiones presentaran sus propuestas reglamentarias.
-¿Cuándo se votará el reglamento, para poder comenzar a discutir los temas de contenido?
-En este momento está en proceso la sistematización de las distintas propuestas por parte de la Comisión de Reglamento, que esta semana le va a hacer una propuesta al pleno para que se pronuncie sobre el borrador de reglamento. Yo creo que llegar a los dos meses con un borrador de reglamento es una muy buena noticia que da cuenta de la seriedad y rigurosidad del trabajo que se ha hecho desde la Convención Constitucional. Septiembre debiera ser el mes de la plena deliberación y votación del reglamento para que ya podamos implementarlo a cabalidad a finales de septiembre. Estamos hablando de una norma que tiene decenas de artículos y que tiene propuestas de tramitación de la nueva Constitución, de participación ciudadana, de participación indígena, descentralización. Entonces, va a requerir una sistematización importante, que es el trabajo que se está haciendo esta semana.
-Pero en algún momento se dijo que en septiembre ya se iba a estar discutiendo el fondo. De acuerdo a lo que usted indica, eso será a recién fines de este mes o en octubre.
-Yo creo que depende de cómo se cumplen los plazos previstos. Puede que este proceso de deliberación y aprobación del reglamento termine la semana del lunes 20 o la siguiente, y claro, según cuando termine el proceso de instalación de las comisiones permanentes, el trabajo de fondo va a empezar o la última de septiembre o como mucho la primera de octubre.
-¿Como mesa ya han pensado en pedir una extensión del plazo original de nueve meses?
-Uno de los trabajos precisamente que va a tener la mesa ampliada es poder generar un cronograma y yo diría que lo razonable sería contemplar esa extensión de plazo o prórroga de plazo que ya contiene la Constitución, para que podamos efectivamente realizar un trabajo serio, responsable y deliberar en torno a los contenidos constitucionales con responsabilidad. Más allá de eso, creo que es apresurado hablar de nuevas extensiones al tiempo contemplado, pero sí me parece responsable que la planificación de los próximos meses incluya la posibilidad de esa prórroga de tres meses.
-¿Es posible una nueva extensión aparte de esos tres meses?
-La única posibilidad sería a través de una nueva reforma constitucional.
-Con el contador de tiempo corriendo, debe ser difícil encontrar un equilibrio entre cumplir el plazo y hacerlo bien.
-Es difícil encontrarlo, porque por un lado estamos contra el tiempo desde el día uno. En parte me parece bien que sea así, porque eso nos permite tener certezas respecto de los márgenes dentro de los cuales se puede proyectar nuestro trabajo y así establecer un cronograma que nos permita identificar las etapas e ir cumpliéndolas.
-¿No ha tenido pesadillas con que llega la fecha de entregar el texto y no están listos?
-Jajá, de verdad que no. No me preocupa ese tema, porque estamos planificando el trabajo y estableciendo cronogramas que nos van a permitir durante los próximos 10 meses llegar en buena forma al plazo establecido por la Constitución. La experiencia que hemos vivido en estos dos meses permite adelantar el tipo de trabajo que podríamos ver en la constituyente. Si en dos meses fuimos capaces de salir de la inercia, salir del punto de peso muerto y con ese movimiento redactar reglas provisorias, establecer comisiones provisorias, darles competencias, darles procedimientos, integrantes, que esos se den a sí mismo coordinadores, sin duda en los próximos 10 meses vamos a ser capaces también de redactar una nueva Constitución.
-Algunas comisiones provisorias generaron polémica adelantando temas de contenido. ¿La ansiedad les jugó en contra, se pasaron de rosca?
-No. Era previsible que ciertas comisiones acompañaran la deliberación en torno a las normas reglamentarias con algunas discusiones de fondo que adelantaran la discusión de las comisiones permanentes. Parte del mandato que se les dio a estas comisiones era que hicieran propuestas o sugerencias en materias de fondo de contenido, principalmente para generar una cierta continuidad entre la discusión que se genera en las provisorias y la que se genera en las permanentes. El punto está en que se trata de una etapa muy preliminar todavía de la discusión constituyente, donde la última palabra respecto de estas cuestiones ni siquiera la vamos a tener durante septiembre, sino que se va a proyectar sobre las comisiones permanentes. Recién hacia finales del proceso constituyente vamos a estar recién tomando realmente decisiones significativas respecto de estos contenidos.
-Si al solo plantear estos temas ya se generó gran polémica, ni hablar de cómo será cuando se discutan de verdad.
-Efectivamente vamos a estar discutiendo temas importantes y polémicos, porque de alguna manera el proceso constituyente se instala ante la necesidad de discutir una serie de temas que habían estado o postergados o invisibilizados y que no se habían abordado con la profundidad suficiente. En materia de DDHH, por ejemplo, tenemos una deuda importante en materia de verdad, justicia y reparación y garantías de no repetición. Entonces, era muy previsible que estos temas surgieran al alero de una comisión de ese tema. Ahora habrá que ver cómo esos mismos temas surgen en una discusión ya no de DDHH, sino de derechos fundamentales, que son los derechos que reconocen las constituciones. Habrá que ver cómo surgen estos temas en el seno de la comisión que estudie la orgánica del Estado, por ejemplo, cuando se trabaje la estructura de las Fuerzas Armadas y Carabineros. También hay que tener presente que la regulación de estas instituciones es un mandato fundamentalmente de carácter legal. En la Constitución sólo vamos a tener las definiciones macro, los principios más importantes, y la configuración final de estas instituciones queda siempre en manos del legislador.
-Las últimas encuestas han mostrado una baja en la valoración de lo que están haciendo. ¿No están comunicando bien lo que hacen?
-Es difícil hacer juicios genéricos respecto de la forma en que distintas comisiones han estado trabajando. Porque no todas han estado generando polémicas. Hay comisiones que terminaron su trabajo muy prontamente, como la de Presupuesto. Tenemos un desafío en materia de comunicaciones. Un órgano nuevo siempre va a tener ese desafío de mejorar la forma en la que se comunican las discusiones que se dan al interior de la constituyente, pero también creo que se han amplificado ciertas polémicas, precisamente por esta falta de entendimiento del carácter provisorio de las discusiones que se han dado a nivel de comisión y subcomisión. Puede que ahí haya habido una mala comunicación por parte de algunas comisiones o de algunos temas que no fueron explicados de la mejor manera.
"Tengo la impresión de que cuando termine esta primera etapa de la instalación de la constituyente, y la preocupación de nuestro trabajo deje de ser el reglamento y comience a ser el contenido de la nueva Constitución, la ciudadanía se va a enganchar nuevamente".