"La comunicación y voluntad del equipo han permitido el aumento constante de las camas críticas"
A 100 días de asumir el cargo en condición de subrogante, el responsable del recinto asistencial más grande del sur de Chile explica cómo han podido elevar a un centenar las plazas para atender a los pacientes más graves afectados por el covid-19. Además, profundiza en la situación de los funcionarios ante el creciente número de contagios y aborda un eventual colapso de la atención en las unidades que suministran ventilación mecánica.
Por Guido Rodríguez Avilés guido.rodriguez@diarioelsur.cl
Cien días al frente del Hospital Clínico Regional Guillermo Grant Benavente cumplió el viernes recién pasado el doctor Alejandro Torche Vélez, especialista en neurología que asumió como subdirector subrogante el 21 de diciembre último. Al cargo llegó desde el Servicio de Salud Concepción (SSC), donde desde enero de 2020 se desempeñaba como subdirector de Gestión Asistencial, luego de 15 años de trayectoria en salud pública que incluyen la dirección de los hospitales Santa Isabel de Lebu y Rafael Avaria de Curanilahue.
Fue en medio del recrudecimiento de la pandemia por el covid-19 -y mientras el director del Servicio de Salud Concepción, Carlos Grant del Río, se encontraba internado grave precisamente a causa del coronavirus, lo que derivaría en su fallecimiento el 10 de enero- que Alejandro Torche tomó la responsabilidad de dirigir el recinto asistencial más grande del sur de Chile, con un claro foco: aumentar la disponibilidad de camas críticas en uno de los recintos de salud más grandes del país y, por lejos, el más importante del sur.
"Tomamos la decisión como equipo (del SSC) que yo asumiera la responsabilidad de asumir en el Hospital Regional, ya que por un tema de no renovación de contrato (del anterior director, Carlos Capurro) en el hospital no había nadie a cargo. Cuando llegué, había 64 camas críticas y se decía que no se podía aumentar una plaza más. Ahora, el día en que cumplo 100 días de gestión, vamos a llegar a contar con 100 camas críticas entre el hospital y el Traumatológico", explica.
ALZA DE PLAZAS CRÍTICAS
-¿Cómo se pudo aumentar la disponibilidad de camas críticas, considerando las limitaciones de infraestructura y también la disponibilidad de personal?
-El equipo clínico del Hospital Regional y todos sus funcionarios -los que trabajan en caldera, mantención, alimentación, abastecimiento- han tenido que correr, trabajando día a día con un esfuerzo sobrehumano. Los funcionarios de salud somos los que nos contagiamos más, al ser los más expuestos. Y eso, pese a que estamos más cansados y asustados también, porque todos tenemos familias.
-¿Qué se hizo distinto?
-Lo primero es que el liderazgo está dado por un médico y la circunstancia clínica es la que nos comanda. Hubo un enlace con el equipo clínico del hospital muy enriquecedor. Llegué y toda la gente me recibió de buena forma, considerando mi experiencia como neurólogo y especialista en enfermedades neuromusculares. Eso también genera cierto grado de respeto, por lo que se ha hecho. Y lo otro es que definimos con todas las subdirecciones del hospital hacer reuniones periódicas, involucrando a todas las UCI que hay en el hospital. Eso hizo que todos sintieran esa necesidad de generar más camas. Y al poco andar pudimos cruzar la barrera del Hospital Traumatológico, con el que nos separa solamente un muro, y con la ayuda nuestra y el trabajo de ellos logramos subir las camas del Traumatológico y así empezar a conquistar más áreas del hospital. Los clínicos empezaron también a hacerse parte de esta necesidad, que no solo es un tema de la función directiva. Porque todos tenemos familia, todos somos de Concepción y todos queremos que hayan más camas, porque es algo muy necesario. En definitiva, la comunicación y voluntad del equipo han permitido el aumento constante de camas críticas, lo que ha significado que hasta el día de hoy seamos los únicos que hemos tenido siempre disponibilidad en nuestro hospital. No hemos tenido pacientes en ventilador de urgencia, no hemos tenido pacientes ventilados en los pabellones. No hemos tenido una gran holgura, pero sí hemos sido capaces de darle respuesta a nuestra ciudad y Región, que es nuestro deber.
LA SITUACIÓN DEL PERSONAL
-¿Cómo evalúa la relación con los gremios en este periodo y ante las complicaciones que implica la atención de salud en medio de la pandemia?
-Me ha sorprendido muy gratamente, porque los gremios de este hospital -uno de los de más alta complejidad de Latinoamérica, como ha sido declarado- tienen funcionarios muy comprometidos de todas las áreas y también cuerpos gremiales poderosos a nivel local y nacional. Ellos se han puesto totalmente a disposición del trabajo en que hemos estado enfocados, como es disponibilizar camas críticas para la Región. Hemos trabajado juntos, con más encuentros que desencuentros y creo que han estado a la altura de la situación. Muchas veces nos han dado ideas positivas, que han permitido encauzar el trabajo con los más de seis mil funcionarios que integran el hospital.
-En estas últimas semanas se ha comentado mucho el cansancio del personal, debido a la extensión de la emergencia y el difícil momento actual. ¿Cómo se vive aquello en el hospital, especialmente en las unidades de pacientes críticos?
-Efectivamente, hace algunos días se cumplió un año desde que llegó el coronavirus a Chile y no es casualidad que los equipos clínicos -de las UCI, urgencia, medicina y todos donde están hospitalizados pacientes con covid- estén agotados. Eso no es sorpresa para nadie y se da tanto en lo físico como emocional, pues deben repetirse turnos, pero también enfrentarse a un hospital cerrado, sin visitas, donde son ellos quienes tienen que realizar la contención emocional de los pacientes. El cansancio se percibe, pero también se siente el coraje de quienes trabajamos en salud, donde queremos que no nos doble la mano una enfermedad. Ahora bien, también parte del agotamiento es porque se ve que por un lado tenemos seis mil trabajadores dejándolo todo por poder salir de esto y vemos que en nuestras ciudades no se responde de la misma forma, cuando no se cumple con las cuarentenas, no se aplican las medidas básicas de cuidado y vemos ejemplos de fiestas clandestinas y otras infracciones. Cuando uno está exponiendo a su familia y a la propia humanidad, eso también agota bastante.
PACIENTES EN UCI Y MUERTES
-Dado el avance del proceso de vacunación se observa un cambio en el grupo etario de los pacientes que ingresan a UCI. ¿Cómo se ha expresado esta tendencia en el hospital?
-La información es correcta: el promedio de edad de nuestros pacientes UCI va variando día a día y vemos cómo ha ido descendiendo drásticamente. Hoy ya está en 54 años, es decir, personas adultas jóvenes, con pocas patologías o relativamente sanas, padres de familia y laboralmente activas. Entonces, el mensaje a todos es que el covid es algo muy real y que no sólo afecta a los adultos mayores de más de 80 años o personas con muchas enfermedades. Estamos viendo personas muy jóvenes que también están llegando a la UCI.
-Se ha dicho que en virtud del actual número de contagios diarios y el alto número de pacientes activos en la Región, los ingresos a camas UCI pueden aumentar . ¿Se han preparado para enfrentar eventuales situaciones tan complejas como el denominado "dilema de la última cama"?
-La verdad es que en las semanas previas como Hospital Regional y Servicio de Salud hemos complejizado 17 camas UCI y pensábamos que cada día íbamos a tener más holgura. Pero finalmente esta semana vamos a complejizar seis camas más, porque esa holgura se va acabando a medida que pasan los días. No solamente para nuestras propias necesidades, sino para las de la Región. Los números siguen aumentando y sabemos que un porcentaje de esos pacientes va a caer a camas críticas. Entonces sentimos que estamos en un momento muy crítico y hay escenarios peores si es que sigue subiendo la cantidad de pacientes contagiados.
-¿Y cómo se preparan ante la eventualidad de tener que tomar decisiones tan complejas como optar por quién se debe intubar y quién no?
-Lo que pasa es que las camas críticas y las UCI en general tienen criterios de ingreso bien definidos. Las personas que se conectan a un ventilador mecánico tienen que tener un pronóstico, cierta edad, etcétera. Cuando hay demasiada gente con necesidad de ventilación -como ha pasado en otros países- hay criterios que se pueden ajustar. Esta semana estuvimos hablando con el Comité Ético Asistencial del hospital y vamos a tener una reunión el lunes (mañana) para ver si es necesario hacer algún ajuste si debemos enfrentar eso. Obviamente, si por ejemplo tenemos una persona embarazada, versus una persona adulta con varias patologías, la embarazada tiene prioridad. Y esas cosas están predefinidas, no hay que empezar a improvisar en su momento. Pero los criterios de ingreso los tenemos y hasta ahora no hemos tenido que lidiar con el dilema de la última cama, porque hemos tenido la capacidad -semana a semana- de ir creciendo, pero eso es algo finito.
-A propósito del alto número de fallecimientos registrado especialmente el último mes, ¿Cómo se ha prevenido que no se generen situaciones tan dramáticas como la ocurrida en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, donde la capacidad de la morgue colapsó por la falta de espacio?
-Desde que estamos en el Servicio de Salud disponibilizamos de varias cosas en líneas de trabajo que tenían que ver con los fallecidos o las líneas de oxígeno del hospital, porque sabíamos que iba a haber una mayor demanda en pacientes ventilados. Y obviamente la mortalidad en las UCI son bastante altas en todo el mundo, puede llegar al 20%, aunque nosotros tenemos bastante menos que eso. Nos preocupamos y hay un container habilitado con todos los elementos para albergar bastantes cuerpos, más o menos 30 en forma simultánea, lo cual es una capacidad muy alta. Habitualmente nuestra morgue no tiene más de ocho cupos y nunca siquiera está la mitad llena de manera simultánea.
Deceso de doctor Grant: "Ha sido una pérdida incalculable"
-¿Qué significó para usted el fallecimiento del doctor Carlos Grant, considerando su cercanía y qué él fue quien lo invitó a asumir el desafío en el Servicio de Salud?
-En lo humano ha sido una pérdida incalculable, porque el doctor Grant me invitó a participar en el trabajo para enfrentar el covid en nuestro servicio de salud. Él siempre mostró mucho ímpetu, vitalidad y sentido de justicia. Tenía un sentido de pertenencia muy fuerte con el hospital Guillermo Grant Benavente, me dijo muchas veces que a él le hubiera encantado ser su director, para que las cosas fueran distintas. Él nos transmitía mucha fuerza todos los días, nos decía "vamos guerreros", "podemos salir de esto". Nos alentaba mucho a seguir adelante y no se quedaba solo en el trabajo de oficina, porque había mucho contacto humano -con los pacientes, sus familiares- más allá de la pega administrativa. Fue duro perderlo, porque era uno de esos líderes que uno seguía más allá del trabajo, porque él ponía al ser humano por encima de todo. Los fines de semana íbamos a la urgencia, conversaba con las personas. Y lo hacía de forma anónima. Perder a alguien así es difícil de superarlo, porque es difícil encontrar personas con ese tipo de liderazgo.
-Usted asumió el cargo como subrogante. ¿Hasta cuándo se puede mantener en esa condición?
-Los cargos de dirección del hospital están sujetos a la alta dirección pública y eso implica la realización de un concurso. En el caso del cargo de director del Servicio de Salud Concepción (que ocupó hasta su fallecimiento el doctor Grant) ya está publicado y probablemente al cargo de director titular del hospital se postule en el transcurso de los próximos meses.
-¿Postulará usted a la titularidad del cargo?
-Lo estoy evaluando, aún no lo tengo decidido.