"Fue bonito ver el apoyo del equipo y de gente que llegó al hospital a acompañarnos cuando llegó la vacuna"
"Una vez que partió todo el tema de la pandemia había que organizar la unidad (de Cuidados Intensivos) por el tema de los resguardos que íbamos a tener para atender a los pacientes, distintos protocolos de atención y ahí comenzaron a aumentar mis horas de trabajo. Cuando aumentamos la cantidad de camas críticas también había más turnos que cubrir, estuve cinco meses haciendo dos o tres turnos a la semana, además de mi jornada habitual.
La mayoría de los que trabajamos juntos, de mí mismo estamento, somos todos jóvenes, muchos fuimos compañeros de estudio, nos conocíamos más allá. Cuando se contagió el primer colega del equipo fue bien angustiante para todos, muy preocupados y con el paso de los meses llegaron compañeros de otros estamentos y era lo mismo, porque uno lo siente como si fuera un familiar. Hemos tenido cuatro dentro de nuestra UCI.
Tomé medidas drásticas a nivel personal, desde el comienzo de la pandemia que me aislé de mi familia, pensando que yo misma podía ser un riesgo para ellos. Apenas hace un par de semanas los volví a ver y mi marido se tuvo que hacer cargo de la parte más doméstica porque yo llegaba muy tarde a la casa.
En la parte social, cero contacto. Las redes sociales nos ayudaron un poco, pero por una cosa de tiempo es muy poco porque trabajaba más, empecé dejando cosa de lado. El deporte me ayudó mucho porque también necesitaba algo más.
Veíamos el tema de la vacuna como algo lejano, por las vacunas de otras enfermedades infecciosas que habían surgido teníamos conocimiento de que era un periodo más largo, nunca esperamos que antes de un año pudiéramos acceder a la vacuna y mucho menos en Chile dentro de los primeros países.
En diciembre estaba todo como un rumor. Decían que venía la vacuna, pero no estaba claro a quién, en un momento nos consultaron cuántos funcionarios éramos en la unidad (de Cuidados Intensivos), pero tampoco estaba claro que la prioridad iban a ser las unidades críticas. Creo que una semana antes de Navidad nos confirmaron que seríamos nosotros, que la Región del Biobío iba a ser de las primeras y la verdad es que fue bien sorpresivo, de repente día para otro nos dijeron '¿estás dispuesto a vacunar? ¿Sí o no?'.
Era un tema que cuando ya las vacunas empezaron a tomar importancia, porque sabíamos que estaban teniendo resultados, era conversación frecuente y creo que todos teníamos la decisión tomada en caso de poder acceder a ella. Con mi equipo más cercano estábamos pendientes de los artículos que salían, los tipos de vacuna.
Fue un poco sorpresivo porque en la forma en que lo organizaron en el hospital, nos fueron dando horas y el día antes de la vacuna me llaman para preguntarse si acaso podía ser la primera. Estuve tranquila en mi casa, pero me ponía nerviosa el punto de prensa, pensar en que era posible que tuviera que responder alguna pregunta y que la idea para mí era que fuera representativo de mi equipo, si en el fondo saldrá la cara de uno de nosotros, pero nos consideramos un equipo.
LA NÚMERO UNO DE LA REGIÓN
Ese día (25 de diciembre) estaba libre, pero me citaron más temprano, los primeros vacunados llegamos tipo 9 de la mañana al hospital, nos reunimos con la directora (Patricia Sánchez), mientras esperábamos que llegaran las vacunas y ahí nos iban avisando cuando habían llegado al aeropuerto y fuimos al auditorio que era el lugar donde se iba a realizar la vacunación.
El equipo estaba todo pendiente ese día, la verdad es que para el resto de la unidad no sabían que la vacunación iba a partir por el hospital, ellos se enteraron ese mismo día en la mañana, ni siquiera sabíamos quién partía.
Fue bonito ver el apoyo, algunos que estaban de turno fueron, acompañaron, miraron, muchas personas que se atienden en el hospital se acercaron a las afueras contentos porque había llegado la vacuna y no tanto por ellos, lo hicieron saber que estaban contentos porque el equipo que los atiende a ellos iban a acceder a la vacuna.
Como me habían dicho que tratara de no comentárselo a nadie ni siquiera a mi familia les dije, yo llegué al hospital como si fuera un día más de trabajo. Fue sorpresivo ver gente que, como empezaron a mostrar en la tele cuando llegaron las vacunas al aeropuerto, acudió al hospital a apoyarnos.
Lo viví bien nerviosa, sabía más o menos de qué se iba a tratar el tema, entonces igual uno piensa lo que va a decir frente a la prensa, tratando de ser representativa del equipo. Mi celular no paraba de vibrar desde que partió la transmisión, muchos familiares y amigos que me vieron que estaba ahí.
El resultado también es que no sea una herramienta de protección para nosotros, sino que incentivar a la gente al uso de las vacunas porque es una herramienta confiable. La gente estaba mirándolo, cree que gente que tiene conocimiento en el tema acepta la vacuna, entonces para ellos también es seguro.
Siempre le digo a la gente que se informen, la información está en los medios de comunicación, en revistas científicas de Medicina y, en realidad, las respuestas están ahí. La vacuna es segura, fue rápida porque los laboratorios y las distintas autoridades decidieron que ese iba a ser lo importante a nivel mundial y permitió hacer todo este proceso rápido. Afortunadamente Chile consiguió las vacunas que han tenido mejores resultados en las investigaciones.
Siempre he estado súper orgullosa de trabajar en el hospital donde estoy y de poder formar parte del equipo de la Unidad de Paciente Crítico, es gente muy capaz, muy inteligente, trabajadora y ver en el fondo de que esta herramienta que nos va a permitir seguir haciendo nuestro trabajo, seguir ayudando a la gente. Nos da una mayor tranquilidad para seguir trabajando".