"Llevo siete meses trabajando en la UCI y antes trabajé cinco años en la Unidad de Pediatría del Hospital de Curanilahue. Fue un cambio tremendo trabajar con recién nacidos que están con sus mamás y que igual los están cuidando a estar con un paciente ventilado que requiere de nuestro cuidado.
También había trabajado tres meses en la UTI, así que me manejaba con el tema de los procedimientos. La capacitación que tuve fue más que nada en el manejo de los elementos de protección personal, cómo colocárselas, cómo retirárselas.
Pero ahí estamos, batallando con el covid todos los días, tratando de dar lo mejor de nosotros para que los pacientes se puedan mejorar, con algunos se puede y con otros no hemos logrado el objetivo de que salgan de la ventilación.
Es agotador ahí, con turnos de 24 horas, hay veces en que igual nos hemos tenido que repetir turnos porque hay compañeros que han estado positivos, han tenido que salir a hacer su cuarentena y la carga aumenta.
Todos los días son complicados, así como van llegando pacientes, se van, se van trasladando en avión para Santiago. Nuestro servicio está lleno, los pacientes tienen que estar ventilados en la Urgencia, no hay camas. Todos los servicios están sobrecargados.
Los últimos meses han estado más complicados, se ha visto más cantidad de pacientes, más pesados los turnos y sobre todo llegan adultos mayores.
Nosotros estamos directo con el covid y estamos no solamente una hora adentro de una sala, estamos tres, cuatro, hasta seis horas e igual está el riesgo de que uno se pueda contagiar y llevar el virus para la casa. Ese es mi mayor temor.
Mi familia era súper unida antes, siempre compartíamos todos juntos, los más cercanos somos como 20 personas y ahora ya no. Sólo estoy con mi mamá, mi hijo y mi pareja; ya no podemos juntarnos con esos 20 ni hacer las reuniones de antes o compartir, porque saben que por mí es un riesgo.
El cariño de la familia siempre está, pero estar lejos de ellos, no poder verlos, no reunirse, aunque fuera una vez al año. Pero no se puede.
Como yo trabajo, mi mamá cuida a mi hijo, cuando termino de trabajar me ducho en el hospital, llego a la casa y me ducho otra vez, lavo las cosas de mi trabajo al tiro y descanso unas dos horas y después de eso vengo a ver a mi familia, a la casa donde está mi hijo. Igual son rutinas que van cambiando.
SEGUIR CUIDÁNDOSE
Una semana antes de Navidad, nos avisaron que el día jueves llegaba la vacuna. Todos estábamos contentos, más bien para nosotros que estamos ahí expuestos a tanto. Fue una noticia que llegó en buena fecha, en buen momento.
Fue emocionante saber que venía la vacuna, la esperábamos hace mucho tiempo y ojalá que no sea sólo para nosotros, sino que para todas las personas. Nosotros contentos de que haya llegado, pero eso no implica que no nos sigamos cuidando, porque la primera dosis se supone que no es tan efectiva que con la segunda.
Yo sabía que ese día (25 de diciembre) cuando estaba en turno, teníamos que vacunarnos todos, todo el equipo. Estaba en la sala covid cuando me dicen que nos fuéramos a vacunar en la primera ronda, porque no podíamos dejar el servicio solo así que nos dividimos de cinco personas. Dije 'ya, vamos. De las primeras, no más'. Pero nunca pensé que yo tenía que ser la primera.
Tenía nervio porque había mucha gente, los del Servicio de Salud, estaba la PDI, había reporteros, mucha gente. Y a la vez uno igual estaba como ansiosa porque por fin me iba a vacunar, todo eso se junta, como una emoción.
Todo el equipo estaba contento, pero igual con el miedo de no saber cómo va a reaccionar el cuerpo. Igual tengo compañeros que tienen más edad, otras patologías, entonces es como decir 'chuta, me va a dar fiebre y más encima estamos trabajando'. No era como ya me vacuno y voy a estar en mi casa descansando. Teníamos que terminar nuestro turno de 24 horas y eso fue al mediodía, salíamos a la 8 de la mañana del otro día.
Al final tuve como un malestar en el brazo al levantarlo, pero cuando uno se vacuna pasa eso. Pero no tuve fiebre, que el brazo se me pusiera hematoso, no tuve nada.
Las personas no tienen que tener miedo, tienen que atreverse a hacer las cosas. Creo que ya han escuchado a mucha gente ya que se ha vacunado, que no le ha pasado nada, claramente todos no tenemos la misma reacción ni el mismo organismo, pero si está en manos de poder vacunarse y nos están dando la oportunidad porque más encima es gratis, no la tenemos que comprar, lo mejor es vacunarse.
En estas instancias, en cómo están avanzando las cosas tenemos que todos protegernos, pensar que tenemos familia atrás de nosotros que están confiando en que nos vamos a proteger.
No me siento inmune al covid, pero que me pueda proteger un poco más. Igual me tengo que cuidar, usar mi mascarilla.
Pensamos que esto no se va a acabar, va a quedar. Va a ser como la influenza que salió la vacuna y se refuerza todos los años. Para nosotros, esto del covid no va a ser que se va a acabar llegando la vacuna y que no va a existir más".