Old Saxons tuvo invitado mundialista de lujo en conversatorio
Uruguayo, de dilatada trayectoria en el Carrasco Polo Club de su país, defendió camiseta de los Teros como jugador y después como entrenador. El año pasado fue ingresado alWorld Rugby Hall Of Fameen Japón.
Fue en un coaching de rugby celebrado en Sudáfrica, allá por 2008, cuando Pedro Cáceres, actual Jefe de Area Middle del Saint John's, conoció a Diego Ormaechea (60). "Habían un montón de argentinos y solo un chileno y un uruguayo, que éramos nosotros. Así que nos juntaron en una mesa y desde entonces se inició una hermosa amistad", recuerda Cáceres en alusión al que es, actualmente, considerado uno de los mejores rugbistas de todos los tiempos de Uruguay, ex seleccionado de Los Teros y Mundialista en Gales 1999 con 40 años, conservando hasta el día de hoy, incluso, el récord como el jugador más veterano en una Copa del Mundo.
Fue, precisamente, el charrúa el invitado de lujo al conversatorio organizado por Old Saxons, equipo de ex alumnos del Wessex School que dirige técnicamente el propio Cáceres. La instancia virtual reunió a jugadores del club y de otros representativos de la zona, incluso del país y del extranjero. Todo para aprovechar a un mundialista de tomo y lomo.
Y uno de los temas, por supuesto, fue el de ser seleccionado mundialista con cuatro décadas en el cuerpo. "Eso fue algo soñado, brutal, por el simbolismo que tiene. Nunca imaginé plantearme llegar a un Mundial a esa edad", apunta Ormaechea, que cerró su prolífica carrera como seleccionado ante Sudáfrica en la Copa del Mundo Gales 1999. "Los dos últimos años había pensado en dejar el rugby. Y al final disputé las clasificatorias sin pensar en quedar en la nómina final", añade el autor, a la postre, del primer try de Uruguay en un Mundial en el partido del debut ante España.
Posteriormente, se colocó el buzo de entrenador clasificando a los Teros a su segunda Copa del Mundo (Australia 2003) firmando una victoria sobre Georgia por 24-12. "La verdad es que no fue muy brusco el cambio de jugador a entrenador porque tenía la experiencia, la 'calle' necesaria. Lo importante fue formar equipos de trabajo y especialistas en cada área, donde cada uno hiciera su tarea, sin perder la alegría y el espíritu en alto. Lo difícil fue, por ejemplo, hacer la lista definitiva para el Mundial. Dejar gente fuera y explicarles las razones. Eso no deja de ser duro", confiesa.
MULTICAMPEÓN
Actualmente, Ormaechea es entrenador del Carrasco Polo Club, uno de los más representativos de Uruguay, con 27 títulos en toda su historia y 22 de ellos firmados entre 1990 y 2014. "¿La clave? Más allá de una planificación y estrategia, un diseño de juego o el tipo de club, creo que nuestra gran virtud fue la de mantenernos como grupo en el tiempo, a diferencia de planteles que se mueven en base a compra de jugadores y cambian de club. El gran secreto estuvo en mantener el plantel y poner a dos equipos en la misma división, para que los jugadores no se fueran ni se desmotivaran. Tuvimos una continuidad brutal, con un tremendo grupo humano y eso fue gracias al trabajo de Washington 'Quique' Amarillo (falleció en 2018)", comenta el padre de tres rugbistas: Iñaki, Agustín y Juan Diego, estos dos últimos en la nómina de la Copa del Mundo Japón 2019.
HALL OF FAME
El año pasado, Ormaechea fue ingresado al World Rugby Hall of Fame en Japón junto a otras cinco leyendas del rugby y siendo el sexto sudamericano en la historia en recibir tal honor junto a los argentinos Agustín Pichot (2011), Felipe Contepomi (2017) yHugo Porta (2008) y dos chilenos, los hermanos Ian y Donald Campbell (ambos en 2012).
"Fue una emoción tremenda. Incluso mi discurso fue breve y sin mencionar a nadie, porque creo que era injusto recibir un reconocimiento de manera individual, especialmente en un deporte que se caracteriza por lo colectivo. Quise ser el emblema y representar a todos", cierra el de profesión veterinario.