Impacto de la pandemia en el empleo
Los efectos de la emergencia sanitaria por el covid-19, con el cese de actividades productivas y las consecuencias negativas en el empleo, significarán este año un duro golpe para todas las economías. El Banco Mundial ha pronosticado para este año una contracción de 5% para Brasil, 5,2% en Argentina, 6% en México, 2% en Colombia, 3% en Chile y 4,7% en Perú. De acuerdo con ese organismo, las economías sólo comenzarán a recuperarse en 2021 en el continente.
Si bien Latinoamérica tiene experiencias enfrentando las crisis financieras, la pandemia representa una nueva dimensión, pues las medidas preventivas que se han adoptado han afectado la producción de las empresas y de los servicios, desde el momento en que muchas actividades han cesado su trabajo o se han declarado en quiebra, y otras aún operan a media capacidad, luego de dos meses y medio de declarada la emergencia.
Los efectos están a la vista, porque de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, la desocupación en Chile alcanzó el 8,2% durante el trimestre de enero a marzo, un punto porcentual más que en igual período del año pasado, lo que representa el registro más alto en diez años. Más de 800 mil trabajadores y trabajadoras están en la categoría de desocupados. En nuestra Región del Biobío la tasa llegó a 8,6% en los primeros tres meses de 2020, superando el promedio nacional. Los analistas habían advertido que sólo era cuestión de tiempo para que el menor crecimiento de la economía, influido por el estallido social ocurrido desde octubre del año pasado y luego la cuarentena debido a la pandemia, comenzara a reflejarse en un incremento en las tasas de desempleo, debido a menos días trabajados o al cierre de empresas.
La ministra del Trabajo, María José Zaldívar, ha informado que como efecto de la pandemia, en abril las cartas de despido llegaron a 238.115 a nivel país, y que la Región del Biobío quedó en segundo lugar, con 24.244 despidos, tras la Metropolitana que totalizó 99.646 nuevos desvinculados ese mes. Casi dos tercios de esas cartas han esgrimido la causal de necesidades de la empresa.
Hay actividades que enfrentan severas crisis a raíz de la pandemia y las medidas de prevención y seguridad adoptadas, como es el caso del transporte aéreo, el turismo, el comercio o la construcción. Una parte de las empresas chilenas han logrado continuar funcionando mediante el teletrabajo de su personal, pero otras no lo han podido hacer ya que requieren presencia física de los trabajadores, o bien han operado con restricciones.
La economía en todo el mundo enfrenta una crisis global, que sin duda golpeará a nuestro país, cuyo aparato productivo está muy orientado a las exportaciones, por lo que si las compras de esas naciones se restringen, los efectos repercutirán en las compañías nacionales. El escenario futuro es complicado, sobre todo si se considera que las cifras de contagios por coronavirus, las hospitalizaciones y los fallecimientos van en alza y nadie puede asegurar cuándo se podrá volver a una relativa normalidad. Y cuando ello ocurra, exigirá esfuerzos enormes, disciplina y mucho trabajo de toda la sociedad para salir adelante.
Será duro enfrentar la recuperación económica. Muchas empresas de distinto tamaño no sortearán esta crisis, porque no tienen la liquidez o respaldos financiero para ello, no obstante las ayudas anunciadas desde el Gobierno. El impacto será enorme sobre todo para las pequeñas y medianas empresas, que son precisamente las que generan la mayor cantidad de los empleos. En otro plano están industrias de gran tamaño que igual están siendo golpeadas por la crisis. La economía chilena basa parte importante de su actividad en las exportaciones, que se han reducido porque ha bajado la demanda mundial de productos. Pese a todos los vaivenes, tenemos una economía con una estructura sana y confiamos en que se sabrá adaptar a estas condiciones adversas.
La economía chilena basa parte importante de su actividad en las exportaciones, que se han reducido porque ha bajado la demanda mundial de productos. Pese a todos los vaivenes, tenemos una economía con una estructura sana y confiamos en que se sabrá adaptar a estas condiciones adversas.