Vehículos utilizan variados tipos de fluidos a los que se debe dar atención
No solo la bencina o el aceite son parte del motor, también hay otros que deben ser revisados en forma periódica y ojalá por las marcas.
Una de las preocupaciones básicas que tiene un conductor es cargar con combustible su vehículo y a veces revisar que el aceite esté en su nivel. Sin embargo, estos no son los únicos fluidos que tiene un transporte, sino que varios y sobre los cuales hay que tener un cuidado especial.
Si solo se analiza a un auto o un camión que utiliza gasolina, los líquidos son muchos, como por ejemplo, aceite lubricante para el motor, para la caja de transmisión, ya sea mecánica o automática; aceite para el conjunto diferencial, para las direcciones asistidas hidráulicamente, líquido de frenos, refrigerante para el motor, grasas lubricantes diversas, para homocinéticas, rótulas, crucetas o rodamientos de masa. También hay para los amortiguadores, aunque como son sellados poseen aceite en su interior e, incluso, se puede considerar el líquido para el limpia parabrisas.
Por eso Héctor Del Pino Muñoz, director de carreras Área Mecánica de Inacap sede Concepción-Talcahuano, afirmó que todos los fluidos en un vehículo cumplen una función determinada y son importantes. "Cuando no están en las condiciones deseadas o el nivel no es el recomendado, causan distintas problemáticas al sistema en donde trabajan. Quizás por las exigencias que conlleva, el aceite de motor es el que demanda una preocupación más periódica, ya que trabaja a altas temperaturas, circula por diversos tipos de metales, recoge residuos de la combustión y por las diferencias de temperaturas, cambia su viscosidad", explicó.
De ahí que, sumó, que este óleo debe ser reemplazado cada 5.000, 10.000, 15.000 km o más, según el tipo de aceite, mineral, semiintético o sintético, y muchas marcas automotrices, han adoptado indicar en el tablero, cuando están a tiempo de hacer ese cambio de aceite, para no olvidarse y así proteger el motor.
SISTEMA ACTIVO
Otro líquido importante, por su función, es el de frenos, ya que forma parte del sistema de seguridad activa del vehículo y de él depende la maniobrabilidad que desee el conductor, de detener de manera progresiva el vehículo o de manera brusca, por alguna situación de riesgo. No es recomendable rellenar este depósito, ya que a medida que baja el nivel, y donde no hay pérdidas de líquido, es una forma de evidenciar desgaste de los elementos de frenado (pastillas de freno y/o balatas), permitiendo establecer una mantención del sistema, para el reemplazo de éstos componentes, normalmente el tren delantero está más expuesto a desgaste, por la concentración de carga durante las frenadas en desplazamiento normal del vehículo.
A su vez, Paulo Painepan, gerente de Postventa de Sergio Escobar, agregó que hoy la tecnología utilizada en la elaboración de los lubricantes y fluidos en la industria automotriz, hace que estén hechos para trabajar tanto a muy bajas o altas temperaturas, sobre todo los aceites en general y refrigerantes.
"Por tanto en zonas de clima no extremos, como el local, no existen inconvenientes y en caso de necesitar productos para trabajo en áreas extremas, existen aditivos y cada fabricante tiene diferentes aplicaciones", apuntó.
CONDENSACIÓN
Es así que cree más que mantener el auto bajo techo, son los cambios de temperatura los que afectan o pueden ser claves en las averías que se producen, porque es la condensación de vapores que se produce, el principal agente que hace que al pasar de vapor gaseoso, finalmente a agua, genera alteraciones en los lubricantes y combustibles, con los daños lógicos que esto produce en partes y piezas del motor, transmisión, sistema de inyección etc.
Mientras que Carlos Casella, gerente de servicios Salfa Automotriz, añadió que el lubricante es el fluido más importante de un vehículo y debe revisarse constantemente, ya que de lo contrario peligra el funcionamiento del motor y en época de bajas temperaturas se reduce la viscosidad y fluidez de los líquidos de su auto. "Por esto se recomienda evitar los aceites minerales mono-grados y preferir lubricantes semi o 100% sintéticos, ya que resisten mucho mejor las bajas temperaturas del invierno, condicionado a las recomendaciones el fabricante", apreció.
Sobre cuándo el usuario se debe dar cuenta que algún fluido no está en niveles, el experto indicó que verificando sus niveles en tiempos prudentes, es posible anticipar posibles fugas y, por ende, no arriesgar funcionamientos anormales que pudiesen tener consecuencias no deseadas al disfrutar del vehículo, sobre todo para ocasiones estivales o de recreación. "No hay nada más desafortunado que salir y quedar en panne y no poder remediar situación en ruta, sobre todo cuando ya estamos lejos. Prevención es el lema y asocia efectuar mantenciones preventivas de acuerdo con los kilometrajes que recomienda fabricante", remarcó.
Héctor Del Pino agregó otras cosas importante, y es la calidad de los fluidos y las especificaciones que hacen los fabricantes de las marcas automotrices establecen cuáles son los ideales para cada motor y modelo, y eso no debería alterarse de manera arbitraria, ya que han sido estudios de diseño y horas destinadas a optimizar las condiciones de uso de esos fluidos, además que sus características están en los manuales del usuario.
ESPECIALISTAS
Bajo ese escenario, el académico sugirió que la revisión es una tarea destinada a los especialistas o mecánicos de cada marca, sin embargo, un usuario podría hacer de manera independiente algunas de estas verificaciones. Además, la electrónica involucrada en los automóviles modernos normalmente tiene indicadores en el tablero frente a situaciones de riesgo, a tener pérdidas o consumos adicionales, por ejemplo, cuando el nivel de aceite de motor está bajo lo normal, se encenderá en el tablero un indicador o si está bajo el nivel del líquido de frenos.
El aceite es uno de los más comunes, pero se debe tomar atención, porque hay varios y muy distintos entre sí.