Explican cómo la acupuntura avanza en su profesionalización universitaria
La acupuntura forma parte de la medicina tradicional china y tiene más de 3 mil años de existencia. Se basa en mantener el equilibrio entre dos fuerzas inseparables de nuestro cuerpo: Yin y Yang. Esta armonía se logra, principalmente, a través de la inserción de agujas muy delgadas a lo largo y ancho de la cabeza, el tronco y las extremidades.
Popularmente en nuestro país, la acupuntura está asociada a los conceptos de medicina "alternativa" o "complementaria". Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos términos se definen como: "Conjunto amplio de prácticas de atención de salud que no forman parte de la propia tradición del país y no están integradas en el sistema sanitario principal".
Sin embargo, el acupunturista y coordinador de Campos Clínicos de Medicina de la Universidad San Sebastián, Rodrigo Fonseca Molina, explica que, con el paso del tiempo, la acupuntura ha incorporado la ciencia en sus bases formativas y, de hecho, tal ha sido su desarrollo, que la OMS avala y promueve su práctica. "Desde hace décadas que a nivel mundial se ha ido gestando la formación universitaria de la acupuntura, pero desde un enfoque médico, es decir, con la utilización de los conocimientos anatómicos y fisiopatológicos que hay en la actualidad", explica el académico de Medicina Interna.
Cómo funciona
Existen dos puntos de vista, uno clásico y uno moderno. En el clásico, está el concepto "Qí" o "Chi" que significa energía vital y está encargado de apoyar cada proceso de vida y función orgánica de nuestro organismo. Se sitúa en más de 300 puntos, los cuales están principalmente ubicados en los meridianos del cuerpo humano. En este aspecto, se busca restablecer el equilibrio energético, a través de la estimulación de los acupuntos por medio de la aplicación de agujas, calor, láser, masajes o electricidad.
Por otra parte, la visión moderna se centra en los mecanismos de acción que tiene este método curativo sobre las funciones biológicas, orgánicas y las modificaciones que ejerce a nivel fisiopatológico. "Se ha evidenciado que las respuestas cerebrales a los estímulos de la acupuntura abarcan una amplia red de regiones que involucran no solo el procesamiento somatosensorial, sino también el afectivo y cognitivo", detalla.
Beneficios y riesgos
Los beneficios son múltiples, pero en general, su mayor aplicación es en los dolores. "Se utiliza para alteraciones mentales: ansiedad, depresión, insomnio; neurológicas: dolores de cabeza, mareos, temblores; traumatológicas: esguinces, artrosis, contracturas, lumbagos; alteraciones gastrointestinales: estreñimiento, reflujo gastroesofágico; síntomas oncológicos: náuseas y vómitos; otros: rinitis alérgica, dolor crónico, urticaria, dolor postquirúrgico, calambres y bochornos, entre otras", menciona Fonseca.
La mayoría de los riesgos son poco comunes. Por ejemplo, hematomas superficiales, sangrados en sitios de inserción, mareos. También, existen algunos de mayor gravedad, pero mucho menos frecuentes, como punción en órganos torácicos, intestino, hígado, hematomas profundos, e infecciones.
Otro peligro que tiene la acupuntura está relacionado a los diagnósticos. "El riesgo de confundir apendicitis, infartos al miocardio, neumonías. Así como de ocultar algún tipo de cáncer, enfermedades inflamatorias de tipo intestinal, e insuficiencias renales y cardiacas. Son por estos motivos que la acupuntura debe ser indicado por un profesional médico", asevera.
Chile y el mundo
En el año 2005, el Ministerio de Salud dictó el decreto N° 42, que reglamentó el ejercicio de las prácticas médicas alternativas o complementarias como profesiones auxiliares de la salud y las condiciones de los recintos en las que estas se realizan. En 2008, se publicó en el Diario Oficial el decreto N°123 que reconoció y reguló la acupuntura como una profesión auxiliar de la salud, es decir, de nivel técnico.
La formación exige como mínimo 1.600 horas, entre teóricas y prácticas. Estas se realizan principalmente en centros privados, donde no existen pre-requisitos académicos para estudiar. "Pese a que la normativa exige que se enseñen conocimientos básicos de Ciencias de la Salud occidentales, el enfoque principalmente es el filosófico de la Medicina Tradicional China. Por consiguiente, esta mirada carece de bases biofisiológicas, así como de elementos de investigación y desarrollo", explica Rodrigo Fonseca.
En cambio, en Brasil han integrado la acupuntura como parte de las especialidades médicas. "El camino a futuro es la profesionalización universitaria de la acupuntura. La que deberá respetar la filosofía de sus fundamentos e integrar los conocimientos de la ciencia e investigación", puntualiza.