Aglomeraciones dificultan el acceso al transporte público de pasajeros en horas punta
El ingreso en masa de alumnos de la educación superior durante esta semana ha generado mayor demanda en el transporte público, provocando diversos problemas en el traslado de pasajeros.
Trabajadores, estudiantes universitarios, secundarios y escolares, forman parte de la gran población que cada mañana toma el transporte público, donde la preferencia por el Biotren ha sido marcada por un notable aumento de pasajeros al igual que en los buses licitados, lo que ha generado retrasos, pero también aglomeraciones que preocupan a los usuarios por la ocurrencia de incivilidades mientras esperan para ir o volver de sus actividades.
En el marco del retorno a clases y a actividades laborales, el seremi de Transportes Patricio Fierro realizó un balance el día lunes, indicando que "en el perímetro de exclusión que podemos monitorear día a día y hora a hora, es una cantidad de transporte público que está en la línea del 99% del cumplimiento. Lunes a lunes y semana a semana, se han ido incorporando nuevos servicios en horario punta mañana y en horario punta tarde", agregando que las contingencias del Biotren también se deben considerar en el contexto de las obras habilitantes por el nuevo puente ferroviario.
Zonas universitarias
Para esta semana gran parte de la población universitaria ya está en clases, lo cual también aumentó la afluencia de pasajeros del sistema de transporte público no solo en las horas punta. Así, pese a los pocos días transcurridos en clases, desde federaciones locales plantean que los problemas habituales se siguen repitiendo tanto en la mañana como desde las 4 hasta pasadas las 7 de la tarde.
Catalina Carrasco, presidenta de la Federación de Estudiantes de la UCSC, indicó que desde ya funcionarios, residentes y estudiantes -incluidos los de la nueva sede de la Universidad San Sebastián- están lidiando con las aglomeraciones en los paraderos, lo que ha impactado en que los conductores pasen de largo evitándolos, de tal forma que "quienes utilizan el transporte público demoran 40 a 45 minutos en tomar un bus y en ocasiones hasta una hora, por eso algunos prefieren caminar al paradero del Mall del Trébol o varias cuadras hacia Paicaví".
Ivania Garrido, presidenta de la Federación de Estudiantes de la UdeC, coincide con su par, agregando la preocupación por malos tratos de parte de conductores también incluyen el no respetar la tarifa rebajada, situación que ha dejado a estudiantes lo que se suma a la dificultad de poder tomar un bus. Además de que las aglomeraciones desde ya propician algunas situaciones de hurtos y robos, así como preocupación por casos de acoso, sobre todo en el paradero cercano al arco de la UdeC que al estar en el exterior del campus no cuenta con el resguardo del personal de seguridad universitaria.
Biotren
Natalia Mardones se cambió definitivamente al Biotren el año pasado, asegura que normalmente entrega servicios y horarios certeros, además de ser mucho más cómodo. Aunque así fueron sus viajes la semana pasada, relata que este lunes se hizo evidente el aumento de usuarios con más universitarios y escolares, lo que la hizo ser una más de los pasajeros que esperaba poder subir a un tren en la estación Alborada en San Pedro de la Paz, donde también apela a la falta de servicios con menos intervalos de tiempo.
"Si todo sale bien yo debería estar en mi trabajo en media hora, por eso también planifico mi viaje y tomo el tren cerca de las 8:30 de la mañana, pero ayer (lunes) no pude entrar al tren. Ya venían atrasados desde más temprano y la cantidad de gente era horrible, entonces todas las personas de mi estación -donde solo suben pasajeros, casi nadie baja- no alcanzamos a subirnos", relató Natalia.
Christian Moya ha usado el Biotren desde el 2016 cuando aún era estudiante, ahora es profesor y en su trabajo incluso sus apoderados comentan que prefieren que sus hijos se movilicen en tren por considerarlo un modo seguro y más confiable, pero que de todos modos la cantidad de vagones no da abasto para los pasajeros que esperan el tren en las 11 estaciones de la Línea 2.
Aunque en el rango horario que se moviliza habitualmente se mantienen las frecuencias, plantea que "los imprevistos son los mismos de siempre, a veces cancelan de último momento, a veces se atrasa unos minutos, entre otros, pero es algo que uno supone al momento de preferirlo como medio de transporte (...) Diría que en las horas peak hay un alto riesgo de quedar abajo".
45 minutos hasta más de una hora es lo que los usuarios están demorando en tomar un bus al salir de sus actividades