Biobío: desocupación femenina tuvo alza interanual y alcanza un 10,4%
La situación de empleabilidad en la zona continúa en recuperación y proyectan "desafíos complejos" de cara a fin de año.
El trimestre móvil de julio-septiembre de 2024 registró una tasa de desocupación regional de un 8,7%, la cual aumentó en 0,1 puntos porcentuales en doce meses, explicado por un alza en la fuerza de trabajo. De acuerdo a las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las personas desocupadas se incrementaron en un 4,8% en la comparación interanual, correspondiente a 3.084 personas más en esta condición.
No obstante, la tasa de desocupación femenina en Biobío fue de 10,4%, creciente en 2,6 puntos porcentuales en doce meses. Lo anterior responde a un incremento en la fuerza de trabajo en mujeres de un 2,3% y una disminución en las ocupadas que se contrajo en 0,5%. En tanto, la desocupación masculina se situó en 7,5%.
En relación a las personas ocupadas según tramo etario, la principal incidencia en las mujeres se observó en el tramo 55 y más años, con una disminución del -5,6%, mientras que en los hombres fue el segmento 15-34 años, con un aumento del 8,0%.
Ocupación e informalidad
El INE también dio a conocer que las personas ocupadas presentaron un crecimiento interanual de 2,7%, equivalente a 18.268 personas más, cifra que se vio influida por hombres, con un 5,1%. En relación a las actividades económicas que más incidieron en este ascenso, enseñanza e industria manufacturera con un 16,8% y un 16,5%, respectivamente.
La tasa de ocupación informal se ubicó en 25,9%, con un descenso 0,1 puntos porcentuales en un año. Las personas ocupadas informales aumentaron 2,1%, incididas sólo por los hombres (5,2%); según sector económico, principalmente, debido a construcción (38,5%) y servicios administrativos y de apoyo (51,8%), mientras que por categoría ocupacional incidió en mayor medida asalariados privados (7,3%).
Cambio en la industria
Daniela Catalán, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, explicó que "es altamente probable que las cifras de empleo en el Biobío estén directamente afectadas por los cambios industriales en la Región. El cierre de grandes empresas industriales como Huachipato, que era un pilar de la economía local, ha generado un impacto significativo en el empleo directo y en los numerosos puestos de trabajo indirectos en empresas proveedoras y contratistas. Este tipo de cambio estructural en la industria afecta no sólo el número de empleos disponibles, sino también el tipo de habilidades demandadas en el mercado laboral".
Asimismo, precisó que la reconfiguración del sector pesquero debido a la redistribución de cuotas entre pesca artesanal e industrial podría alterar las oportunidades laborales, especialmente para aquellos dependientes de este sector tradicional. "Sin una transición hacia sectores emergentes o una diversificación efectiva de la economía regional, es probable que las cifras de desempleo continúen reflejando las consecuencias de estos cambios industriales", sostuvo la académica.
En relación a cómo estas cifras dibujan el futuro de Biobío de cara a fin de año, Catalán indicó que la Región enfrenta "desafíos complejos" tras el cierre de Huachipato y la incertidumbre en el sector pesquero. Y si bien dijo que el Plan de Fortalecimiento Industrial y los programas de capacitación y subsidios ofrecen un respiro, "el impacto positivo que se espera sigue siendo incierto y, en muchos casos, insuficiente para cubrir las pérdidas sufridas en sectores clave. El cambio hacia una estructura económica más diversificada y moderna es ambicioso, pero también exige tiempo, inversión constante y una adaptación que no es sencilla. La apuesta por sectores emergentes, como las energías renovables y la manufactura avanzada, promete oportunidades a largo plazo, pero en el corto plazo, la estabilidad laboral sigue siendo frágil", concluyó.