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El superintendente de Bomberos insiste en que como el ataque es un tema que va directamente hacia el gobierno, la población no debiese experimentar un cambio en sus actividades del día a día. En ese marco, agrega que es vital que se le dé un mayor grado de gobernabilidad a las Fuerzas Armadas en el cono sur mediante la creación de algún sistema especial.
Tirúa: "a fojas cero"
En Tirúa suele pasar que varias de sus autoridades prefieren guardar silencio al momento de hablar de temas de seguridad, algo que igualmente sucede con parte de sus habitantes. Para este reportaje, una fuente asociada al comercio tiruano solicitó mantener bajo reserva su nombre por miedo a posibles represalias. "Quizá, no hay cosas que ocurran todos los días, pero acá nadie se siente seguro, toda la gente se guarda temprano por un tema de seguridad personal y de familia. Nadie se expone", relata la fuente.
Este comerciante añade que, a pesar de la llegada de las Fuerzas Armadas, sabían que algo grave iba a ocurrir en la zona. Suma también que en ningún momento dejaron de depender de Cañete para abastecerse, de lunes a sábado. "Uno para abastecerse tiene que salir a buscar el 80% de los productos afuera, porque a Tirúa llega sólo la CCU y la Coca Cola. Hace mucho tiempo, desde la pandemia, que las empresas se fueron de la comuna", dice, al tiempo que asegura sentirse discriminado por todas las autoridades, desde el municipio hasta el gobierno central.
Para llegar a Cañete deben cruzar la famosa ruta P-72-S, la misma en donde se encontró la camioneta quemada con los tres carabineros. Según describen habitantes del cono sur, esta vía se caracteriza por tener un alto movimiento vehicular -a excepción de la noche, cuando disminuye- y una alta presencia de hogares aledaños y comercio en ciertas áreas que trascienden a la ruralidad que la rodea. Esta fuente de Tirúa precisa que normalmente es posible ver contingente de Fuerzas Armadas o policial dos o tres veces en el día en esa ruta, "pero uno igual veía que había un exceso de confianza de Carabineros, porque se metían por caminos que son poco transitados y escondidos, y uno se lo preguntaba por ser un riesgo al que se exponían".
"Si había un avance en la zona, creo que volvimos a fojas cero. Esto además nos llevará a elevar los resguardos, a poner más atención a los horarios, a tener que andar rápido en la carretera, no exponer a más gente. Nosotros tenemos ese cuidado y no hay nada más que hacer, vivimos acá y tenemos que encomendarnos a Dios para salir (...) Esperamos que este no sea el comienzo de algo peor de lo que ya vivimos", remarca el comerciante.
La concejala Yohana Ancatén (independiente-PR) vive en un sector rural de Tirúa. Desde su punto de vista, a contar de mediados de 2022 se percibían rutas más despejadas para poder movilizarse a cualquier hora de la noche o temprano en la mañana, siempre con la presencia de controles o tanquetas en Peleco, Quidico o Tranapuente. "Eso ya es común y uno se acostumbró a convivir con eso en las carreteras", según plantea.
"Uno lamenta lo que pasó a los carabineros, pero no pienso que esto genere un cambio. Sí creo que esto tiene que activar un mayor despliegue policial, con drones. Tienen que demostrar que están acá, porque llevan años renovando el estado de excepción", apela la autoridad.
Activación de reuniones para el desarrollo
El panorama previo al atentado era normal desde el punto de vista del delegado provincial de Arauco, Humberto Toro. La autoridad recuerda que las primeras señales las comenzaron a notar durante el verano de 2023 a través de la venida de visitantes a la zona. "Habíamos logrado que los camiones abastecedores de petróleo y los que abastecían el comercio, y que no llegaban al cono sur, llegaran a Tirúa y Contulmo. También empezamos un proceso de recuperación de la red digital, eléctrica y vial, y nos posicionamos como una de las provincias de mayor auge turístico a nivel nacional. Las ambulancias y bomberos ingresaban, ya no se requerían escoltas o pedirles la patente, todo estaba en normalidad", grafica.
Toro reconoce que la coyuntura puede abrir dudas entre los habitantes -equipos de salud han mostrado su preocupación y piden ser escoltados para viajar hasta zonas críticas- y que es evidente que la dimensión del hecho generó un estado emocional complejo que hay que superar, "pero creo que están las condiciones para volver a recuperar en el corto plazo un estado emocional de unidad provincial entre todos los actores".
Uno de los propósitos del estado de excepción ha sido vincularse al desarrollo de la Provincia, tanto en el ámbito económico productivo como en la inversión estatal, y bajo el lema "seguridad para el desarrollo". Para sostener ese proceso que se observa, por ejemplo, en la instalación de nuevos servicios y la generación de inversión habilitante -en vivienda, caminos, servicios hídricos y fomento productivo-, el delegado adelantó que durante los próximos días concentrarán reuniones con los directores de servicios, empresas abastecedores y agentes de inversión para analizar el actual panorama y manifestar que el territorio, pese a lo sucedido, mantiene las mismas condiciones.
"Después de esta semana nos vamos a concentrar en retomar, entre todos, las obras que estamos haciendo. Vamos a convocar a reuniones para decirle a la gente y empresas que vienen a construir, por ejemplo, que actuemos como un solo cuerpo. Esas reuniones las tendremos del lunes en adelante, convocando, articulando, convenciendo y acompañando, es decir, les vamos a ofrecer compañía de seguridad para que sigan avanzando, construyendo y apoyándonos en el desarrollo", adelanta el delegado.