Crisis del trigo: sector aspira a subir precio del quintal a $30 mil en Biobío
En la última temporada de cosecha el valor bordeaba los $23 mil, un costo insuficiente. Desde el área piden que bajen los insumos.
Poco más de un mes y medio atrás, agricultores y productores de trigo de La Araucanía salieron a las calles arriba de sus tractores para clamar por ayudas que les permitieran disminuir la crisis que afectó al sector y que se produjo a causa de bajos precios, rentabilidad negativa y una menor superficie del cereal plantada en la zona. A nivel local, desde el área agrícola cuentan que Biobío también se vio afectada, en menor medida que la región vecina, pero afectada al fin y al cabo.
El impacto lo estiman entre 8 mil y 10 mil productores locales de trigo, en su mayoría pequeños, que debieron ver en la cosecha pasada cómo el quintal pasó de costar $40 mil a $23 mil. Las razones que acusan desde el territorio son variadas: merma en los precios internacionales, una diferencia en contra del precio interno respecto del precio de importación, alto costo de los insumos, altas tasas de interés de los créditos, importaciones de trigo en temporada de cosecha, lenta recepción por parte de los molinos, inseguridad rural y una escasa participación de la empresa Cotrisa como agente de compra y almacenamiento.
José Miguel Stegmeier, presidente de la Sociedad Agrícola del Biobío (Socabio), explica que el pago de $23 mil que registró la zona en promedio por quintal llevó a que la pérdida ascendiera a $500 mil por hectárea. Frente a este escenario, y más aún si se mantienen las actuales condiciones, prevé que la próxima temporada tampoco sea favorable.
"Si analizamos esto de forma estática, no se ve muy bien la próxima temporada (...) No creo que el precio baje más, pero sí es urgente que los mecanismos de apoyo funcionen, que haya financiamiento, que Cotrisa compre, que no se importe trigo en temporada de cosecha o que mejore la capacidad de recepción de los molinos", sostiene Stegmeier, a la vez que agrega que lo ideal es que el valor del quintal pueda superar la barrera de los $30 mil, "porque con eso ya tendríamos cubiertos los costos y una pequeña utilidad, pero para eso también hay que confiar en que bajen un poco los insumos, como el abono".
El ingeniero agrónomo Boris Solar, del Centro de Estudios Agropecuarios CEAgro Chile, coincide con este análisis, pero agrega que los más afectados no son sólo los agricultores propietarios, sino que principalmente arrendatarios que, para efectos de caja, egresan todos los costos asociados: insumos, arriendo de suelo y arriendo de servicios de maquinaria.
"Hay indicios que dicen que el precio pudiese estar mejor, pero hay que esperar a partir de julio los resultados de cosecha de Canadá, Estados Unidos y Europa Oriental, cuyo stock final influye directamente en el precio de la Bolsa de Chicago y, por lo tanto, en el precio de importación de trigo. Con un precio inferior a $30 mil es muy difícil ser agricultor triguero. No es sustentable. Un precio menor implica motivarse a no incorporar rastrojos, bajar los costos de producción o usar semillas de menor calidad, lo que no es sinónimo de un correcto desarrollo agrícola", insiste.
Respuesta de agricultura
Según datos regionales de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en 2023 la superficie sembrada de trigo fue de 21.704 hectáreas, la cual aumentó en 26,2% respecto del año anterior. Por otra parte, el 8,8% de la molienda de trigo nacional fue procesada en la Región, de acuerdo a datos del INE correspondientes al 30 de abril.
En vista de esas cifras, desde la Seremi de Agricultura añaden que no se observan diferencias de precios entre los poderes de compra y que ya se trabaja en diversas áreas para apoyar al rubro. "Se está abordando y planificando en medidas de financiamiento con créditos, refinanciamiento y reprogramación de deudas. También en fomento productivo construyendo soberanía para la seguridad alimentaria y, además, la transparencia del mercado", precisa la seremi Pamela Gatti.
La autoridad dice que igual hay que considerar que la presente temporada se llevó a cabo de forma normal y sin contratiempos gracias al plan Cosecha Segura, que tiene por objeto resguardar las producciones de trigo, raps, canola, avena y cebada en las comunas de Mulchén, Negrete y Quilaco.
"Este es un trabajo mancomunado que es liderado por la Delegación Provincial de Biobío, en conjunto con la Seremi de Agricultura, Socabio, municipios, Carabineros, Ejército, PDI, Conaf, entre otras instituciones, iniciativa que permite la seguridad alimentaria y abastecer al país de estos cereales", subraya Gatti.