Prevención de los accidentes cerebrovasculares
Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son la primera causa de muerte en Chile, además de dejar con discapacidad a una parte importante de pacientes que han sobrevivido a la enfermedad, sobre todo en personas mayores de 65 años. De ahí que la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que cada 29 de octubre se celebre el día de internacional esta emergencia médica, con el fin de alertar a la población respecto de sus consecuencias y la necesidad de prevenirla.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, ha señalado que el ACV es un problema relevante de salud pública, pero que todas estas enfermedades se pueden prevenir, dejando de fumar, realizando actividad física, salir a caminar veinte minutos todos los días, consumir frutas y verduras y aminorar la ingesta de grasas saturadas o carne.
Uno de cada seis chilenos, sobre todo adultos mayores, se ven afectados alguna vez por un ACV, que consiste en la pérdida repentina de una función neurológica, producida por la obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo cerebral, y que se manifiesta en la pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, la alteración del lenguaje, que se hace incomprensible o bien la persona no entiende lo que se le dice; una disminución de la sensibilidad y dolor de cabeza muy fuerte. No obstante, los especialistas afirman que si el paciente recibe atención oportuna en un servicio de urgencia, se le puede retirar el coágulo alojado en la arteria.
Si bien cualquiera persona puede sufrir un accidente cerebrovascular, hay factores de riesgo o comportamientos que lo propician, como la hipertensión arterial, la edad avanzada, el tabaquismo, el colesterol elevado, la diabetes mellitus y el sedentarismo, entre otras. De ahí que los médicos recomiendan prevenir los accidentes cerebrovasculares mediante un control adecuado de los riesgos, llevando una vida más saludable, con actividad física, una alimentación que sea equilibrada, baja en sal y azúcar, y evitando el alcohol y el cigarrillo.
La hipertensión, que es el principal factor de riesgo para sufrir y morir como consecuencia de un evento cardiovascular de manera prematura, afecta a unos 250 millones de personas en América y, en la mayoría de los países, las tasas del control de la presión arterial son muy bajas. Se estima que en América Latina y el Caribe, alrededor del 80% de las personas con hipertensión no tienen un control adecuado de su presión arterial. La hipertensión ocasiona alrededor de la mitad de todas las muertes por accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca a nivel mundial. Asimismo, la obesidad se ha más que duplicado en las últimas tres décadas y el 12% de la población es considerada obesa. Los niveles de obesidad más altos se dan en América (26% de los adultos) y los más bajos en sureste de Asia (3%). De allí el llamado de la OMS a preocuparse de esta verdadera epidemia mundial.
Es fundamental que las personas se informen respecto a la prevención de los accidentes cerebrovasculares, con el objetivo de tomar medidas de resguardo, estar atentas para un diagnóstico oportuno y acceder así a una atención que puede salvar vidas y evitar las secuelas que dejan estos accidentes. El ACV se puede prevenir, se puede tratar en urgencias, es una patología que no sólo puede afectar a adultos o adultos mayores y que en la medida que haya una adecuada y oportuna detección, puede tener una buena recuperación. Es vital controlar la presión arterial, el colesterol, la glicemia, dejar de fumar, abandonar el sedentarismo y adoptar una alimentación sana.
El Estado, a través del Ministerio de Salud, lleva a cabo planes y programas, que incluyen desde la prevención, hasta el trabajo de recuperación de personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, los altos costos, no sólo financieros, sino que emocionales y sociales que están asociados a estos casos, son en sí un llamado a extremar las medidas de prevención y cuidado.
La ministra de Salud ha señalado que el ACV es un problema relevante de salud pública, que se puede prevenir, dejando de fumar, realizando actividad física, y llevando una alimentación sana.