"Las medidas como el toque de queda dieron mucha tranquilidad a la gente en los incendios"
En sus últimas horas como jefe de la Defensa Nacional para la Región, analizó el rol de las Fuerzas Armadas en la catástrofe, destacó la coordinación y las lecciones para futuras emergencias.
"Hay tantas cosas para decir después de estos dos meses que fueron bastante intensos. Llegué con una misión bien clara que era el estado de excepción constitucional de emergencia en las provincias de Arauco y Biobío, pero al pasar del tiempo, en concreto a la semana que había llegado, comenzaron los incendios que afectaron a toda la Región, lo que copó casi toda nuestra atención, producto de la gran magnitud para todos sus habitantes, y vemos como se sigue trabajando en cada una de las comunas".
Es miércoles por la mañana en el estadio El Morro de Talcahuano y el comandante general del Cuerpo de Infantería de Marina, contraalmirante Jorge Keitel participa de su última actividad oficial en la Región, en la simbólica entrega de armas a 787 alumnos de la Escuela de Grumetes.
Actividad de cierre a dos meses de trabajo en la zona, que lo tuvieron al mando de las labores militares en el marco del estado de catástrofe que rige hasta hoy a toda la Región, producto de los incendios que consumieron más de 200 mil hectáreas durante febrero, instancia en la que llegó a liderar el despliegue de casi 1.800 efectivos de las Fuerzas Armadas.
A la hora de los balances, los números dan cuenta de que durante el periodo de toque de queda entre el 9 de febrero y el 11 de marzo que llegó a regir en nueve comunas de la Región, un total de 112 personas fueron detenidas de un total de 12.835 fiscalizadas.
Por ello, Keitel realiza un positivo balance de la labor realizada en la zona, incluso con sentimientos encontrados: "Agradezco a todas las autoridades regionales por el apoyo que tuve permanentemente, por la amistad, profesionalismo y haber dado las facilidades para trabajar todos en conjunto. La clave del éxito, y por eso tengo sentimientos encontrados al momento de irme, es haber conocido grandes personas y el haber trabajado todos por un mismo objetivo, lo que creo que hicimos bien".
La hora de los balances
-Para usted, ¿qué momentos fueron los más complejos en la emergencia?
-Tuvimos momentos muy complicados, por ejemplo, cuando fue el principal incendio de Santa Ana (Nacimiento-Santa Juana) con una gran extensión y cuando fuimos conociendo los primeros fallecidos. Eso fue un primer impacto muy grande, y por suerte se decretó el estado de excepción donde pudimos, como Fuerzas Armadas, concurrir a las comunas a ayudar principalmente en tareas de evacuación y patrullajes.
Pasó el tiempo, pasaron los días y decretamos algunos toques de queda en las comunas más afectadas. Tuvimos un punto de calma que duró tres días, y después hubo un incendio que nos tuvo muy preocupados en Patagual que casi alcanzó a Coronel; tuvimos una buena coordinación con el alcalde, y esa misma tarde decretamos el toque de queda para poder darle tranquilidad a la gente que debía evacuar sus casas.
Quiero destacar la labor de los municipios, pese a que desconozco como se trabaja internamente. Me tocó ver gente muy comprometida, personas que trabajaban las 24 horas del día y la verdad que fue un trabajo arduo de todos, brigadistas, Conaf, Senapred, Bomberos, el gobernador, la delegada, las Fuerzas Armadas, Carabineros, la prensa, todos colaborando y apoyando la labor que estábamos realizando.
-¿Cómo evalúa el cambio que tuvo el rol de las Fuerzas Armadas? Usted señalaba que iniciaron su labor con prevención, y hoy apoyan el proceso de reconstrucción.
-Nosotros estamos para servir a la patria donde sea y en lo que podamos. En estas catástrofes siempre hay una natural transición, primero ayudando con patrullajes, luego con los toques de queda que son medidas restrictivas, pero dan mucha tranquilidad a la gente, y posteriormente en la fase de reconstrucción estamos apoyando en el ámbito logístico. Es ahí donde está trabajando el Ejército y la Armada con sendas unidades en las comunas más afectadas, además de oficiales de enlace en las cuatro comunas que conforman equipos interagenciales donde trabajan codo a codo para cumplir la meta del Presidente de la República respecto al levantamiento de las viviendas de emergencia.
-El estado de catástrofe sigue vigente, y la labor militar hoy sustenta el proceso de ayudas tempranas.
-Es una labor que se mantiene, y que es en el tiempo. Hoy tenemos un estado de excepción constitucional, pero siempre las instituciones de la Defensa mantienen un trabajo mancomunado con las comunas, algo que se da mucho en la zona sur del país, donde cada regimiento es parte integral de la comunidad. Ha sido bastante fácil, y hay que aprovechar los espacios para que tanto el regimiento Chacabuco como el de Los Ángeles sigan siendo centros de acopio tanto del material para las aguas potables rurales como también para los paneles de las viviendas de emergencia.
-¿Qué evaluación realiza de la situación en las provincias de Arauco y Biobío, donde inicialmente fue destinado?
-Todas las comunas se portaron súper bien. Siempre me preguntaban por el número de detenidos, pero en general hubo un súper buen comportamiento. Todo el mundo respetó las medidas y eso se veía en el número de salvoconductos que se solicitaban a diario para el traslado y resguardo frente a los bandos que emitimos para prevenir los incendios.
En la etapa más ardua de los incendios, estábamos complicados y ahí tuvimos que reforzar los patrullajes diurnos y nocturnos, utilizando toda la tecnología disponible en el Ejército y la Fuerza Aérea. Prueba de ello es la labor que realizó el avión de Armada, el Casa 295, que fue vital para el guiado de las aeronaves grandes, tanto el Ten Tanker, AeroTanker y los Hércules de la Fuerza Aérea Brasileña.
-¿Qué lecciones deja a las Fuerzas Armadas trabajo en torno a la emergencia?
-Después que ocurren estas emergencias, nosotros desarrollamos reuniones para ver cómo mejoramos como institución. Es algo que sigue pendiente mientras termina la catástrofe, pero siempre se sacan lecciones de personal, logística, procedimientos y como poder cada vez ayudar más a la ciudadanía.
-¿Y a nivel personal? Usted tuvo a cargo el estado de emergencia en Arauco y Biobío, el estado de catástrofe regional y además de su rol en la Infantería de Marina.
-En lo personal me quedan muchas cosas: uno no está preparado para estas cosas, y ha sido una experiencia gigante, al haber trabajado en equipo con personas que no conocía. Hicimos un equipo impecable.
Es el cierre de la conversación, y el contraalmirante Keitel se despide de sus camaradas con un saludo especial para los grumetes reconocidos, a quienes reúne para darles una última arenga antes de iniciar un camino de vuelta de más de 600 kilómetros por tierra: "Estoy muy contento y orgulloso de mi gente, porque llevamos más de 300 días desplegados en la macrozona sur. Estuvimos en años anteriores, y desde 2010 hemos estado en todas las catástrofes que hemos vivido como país. No puedo sentir más orgullo de pertenecer a esta fuerza de elite de la Armada de Chile, y me tiene bien orgulloso el trabajo de mis hombres".