Acciones contra el cambio climático
El aumento de gases de efecto invernadero es una bomba de tiempo que amenaza con el derretimiento de los casquetes polares, con riesgo sobre países y zonas costeras densamente pobladas. Los informes insisten en los efectos que ya comienzan a sentirse: aumentos de temperatura inusuales y tormentas en zonas donde usualmente no las había, son algunos de los signos.
El calentamiento global avanza más rápido de lo que se esperaba. Un informe de evaluación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, de Naciones Unidas, indicó que alrededor de 2030, diez años antes de lo estimado, se alcanzará el umbral de más de 1,5 grados C, con riesgos de desastres para la humanidad, ya sacudida por altas temperaturas e inundaciones.
Los expertos responsabilizan al ser humano por estas alteraciones y advierten que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, porque las consecuencias del cambio climático se están evidenciando en fuegos que arrasan los bosques de algunas naciones, diluvios que inundan otros territorios, o rachas de calor que rozan los 50º C.
Por ello, estabilizar el clima precisará de una reducción fuerte, rápida y sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono. Los investigadores de ONU dicen que el camino a seguir es conocido: impulsar la transición hacia una economía que ponga fin al uso del carbón y las energías fósiles antes que destruyan el planeta.
La Hora del Planeta, que se celebró en todo el mundo, es una forma de alertar a toda la comunidad respecto de la necesidad de ahorrar el consumo de electricidad. Esta iniciativa se puso en práctica en marzo de 2007, en Sidney, impulsada por World Wide Fund for Nature (WWF), con un llamado a la población para apagar durante una hora todas las luces. En esa primera oportunidad, entre las 19.30 y las 20.30, la ciudad australiana ahorró cerca del 10% de energía del día. La iniciativa que extendió en los años siguientes a casi todo el mundo y se acordó reeditar el apagón voluntario, de luces y artefactos eléctricos no indispensables, el último sábado de marzo, para motivar a la ciudadanía frente al cambio climático causado por el hombre y las emisiones contaminantes, así como ahorrar energía y aminorar la contaminación lumínica.
La ONU ha dado a conocer que algunas consecuencias del aumento de los gases invernadero y calentamiento global ya son irreversibles, porque el deshielo de los polos hará que el nivel de los océanos siga aumentando durante siglos, o milenios, el mar, que ya ha subido 20 centímetros desde 1900, todavía podría avanzar medio metro más para el año 2100, aunque se mantenga el calentamiento a +2ºC. De no haber cambios, se prevé el deshielo del casquete glaciar de la Antártica o la muerte de la selva del Amazonas.
Como nunca nuestro planeta está sometido a cambios que tienen un origen antropogénico, vale decir, causados por nosotros mismos y no por situaciones naturales, como podrían ser las explosiones de volcanes, o caída de meteoritos. Ya está bastante socializado que el daño causado a la Tierra es mayúsculo. Aguas y territorios contaminados, más enormes emisiones de gases de efecto invernadero, que tienen a nuestro hábitat en un cambio con insospechadas consecuencias.
El aumento de las temperaturas es un efecto de ello, pero también una causa para otros sucesivos golpes de conclusiones apenas percibidas, como cambios en el mar, probable desaparición o mutación de numerosas especies, modificaciones de la geografía, aspectos que ya han sido detallados por los científicos. Chile es un país pequeño e influye poco en esta realidad, pero está haciendo lo suyo, en especial en el sector energético, donde en un plan por etapas se están cerrando las plantas generadoras termoeléctricas a carbón, junto con desarrollar energías renovables no convencionales, como solares y eólicas.
Como nunca nuestro planeta está sometido a cambios que tienen un origen antropogénico, vale decir, causados por nosotros mismos y no por situaciones naturales.