El mediterráneo fue clave para poblaciones prehistóricas
Los científicos pensaban que la baja productividad de sus aguas no le permitía sustentar a sociedades pesqueras. Pero un nuevo estudio demuestra que antiguos habitantes consumían pescados y mariscos de manera considerable.
Los cazadores-recolectores que vivían en la costa mediterránea hace 9.500 años pudieron haber dependido más de lo que se creía de una dieta basada en el pescado, según un estudio realizado en el yacimiento español de El Collado (Valencia)
Un equipo de científicos españoles, estadounidenses e italianos publicaron en Proceedings of the Royal Society B un estudio sobre el análisis de huesos de once individuos en El Collado, en la localidad española de Oliva, uno de los cementerios mesolíticos más antiguos del Mediterráneo.
La investigación reveló que los individuos, que vivieron hace unos 9.500 y 8.500 años, tenían una fuerte economía costera que incluía en su dieta una cantidad considerable de vida marina, como pescado y marisco.
El estudio, dirigido por María Fontanals-Coll, de la Universidad de York, con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (España) y la Universidad romana de La Sapienza, analizó el origen de la pesca en la prehistoria mediterránea.
Importancia
Hasta ahora se suponía que el Mediterráneo, al tener menor productividad biológica, era incapaz de sustentar economías pesqueras durante el Mesolítico, similares a las de otras partes de Europa, como el Atlántico y el Báltico.
Los nuevos hallazgos cuestionan la visión tradicional de que los cazadores-recolectores prehistóricos del Mediterráneo consumían menos pescado que las poblaciones del Atlántico, señaló Fontanals-Coll, citada por su universidad.
Este estudio, según el investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona André Colonese, "se suma al creciente consenso de que las zonas costeras fueron cruciales para las sociedades humanas desde la prehistoria".
Las bases de la pesca costera en el Mediterráneo -agrega Colonese- "pueden remontarse a estos primeros pescadores, y los resultados de este trabajo apoyan firmemente este argumento".
El nuevo estudio presenta pruebas de que la menor productividad de la cuenca mediterránea "no tuvo un impacto importante" en los recursos cosechables que constituían la dieta de los individuos que habitaron en El Collado
El grado en que los humanos dependían de los recursos costeros en el pasado es clave para entender, no solo el desarrollo social y económico a largo plazo, sino también para evaluar la salud humana y el impacto que tenían sobre el medioambiente.
"Estos hallazgos, defiende Fontanals-Coll, tienen implicaciones para entender cómo se afianzó la agricultura, que arrasó el Mediterráneo en el Neolítico posterior".
La nueva investigación recurrió a técnicas biomoleculares de alta resolución, como el análisis isotópico de compuestos específicos de aminoácidos de colágeno individuales, que permite discriminar con mayor precisión entre animales terrestres y marinos.
Poder hacer esa diferencia es fundamental a la hora de evaluar el grado de cambio dietético asociado a la introducción de plantas y animales domesticados en la agricultura.
El estudio forma parte de una nueva oleada de análisis isotópicos sobre compuestos individuales que "están desafiando y cambiando nuestra comprensión de la dieta humana antigua", destaca otro de los firmantes Oliver Craig, de la Universidad de York.
Estas técnicas permiten compara la dieta de poblaciones antiguas con las de las modernas, en las que las implicaciones nutricionales y para la salud están ya bien estudiadas.