A un año, un maestro en la memoria
Arquitecto
El pasado 16 de febrero del 2022 nos dejó el arquitecto Osvaldo Cáceres González, nacido en septiembre de 1926 en Santiago. Osvaldo desarrolló una intensa y compleja carrera por más de siete décadas comprendiendo la arquitectura desde dimensiones diversas como la investigación, la comunicación, la docencia, la dirigencia gremial, la actividad política, la crítica, la gestión cultural, el trabajo editorial, el diseño teatral, la plástica y el urbanismo.
Una constelación creativa que además involucró a la comunidad, siendo el contacto con las personas una cualidad constante en su ejercicio, conversando y enseñando a todos quienes tomaron contacto con él, ya sea en Concepción o en Los Ángeles, urbe en la que residió por más de 40 años y en la que su carrera se volcó al interés de varios aspectos de nuestra cultura e historia.
Son varios los edificios proyectados por Osvaldo presente en la zona, desde el FIUC en Barros Arana con Caupolicán al ex Mercado de Lorenzo Arenas, pasando por la Casa del Arte o las Aldeas SOS junto con cientos de otros trabajos repartidos
Fueron una parte de la multifacética carrera de quien lideró el Colegio de Arquitectos zonal en los 60 y además fundó junto a varios colegas una escuela de arquitectura en la entonces llamada Universidad Técnica en 1969, (actual UBB).
También director de la Corporación de Mejoramiento Urbano durante el gobierno de Salvador Allende, gestionando y proyectando un sinfín de viviendas. Sufrió los embates del Golpe de Estado y mientras estuvo detenido, escribió el libro "La Arquitectura de Chile Independiente", texto esencial que expone un resumen de la historia arquitectónica chilena, con nombres y apellidos.
Autor autónomo de revistas y publicaciones, Osvaldo se adentró en temas como la arquitectura tradicional, vernácula y la cultura mapuche, inquietudes que lo llevaron a realizar sus últimas grandes obras en la comuna de Santa Bárbara hace tan sólo unos años.
El Mercado y el Centro Cultural e Histórico, son obras que sintetizan sus exploraciones y que dan cuenta de la persistencia de un arquitecto que constantemente se enfrentó a épocas, a modernidades, lenguajes y al mismo rol del profesional en una sociedad constantemente cambiante.
También el docente
Osvaldo Cáceres concentra un portafolio gigante del que podemos hablar por días y llenar al mismo tiempo infinitas páginas.
Pero a través de este texto y a un año de su partida, quisiera dar un giro personal a este escrito, recordando su incombustible cualidad docente, la cual se hacía notar a la hora de conversar y compartir conocimiento.
Pasar por su oficina en Los Ángeles, era un acto donde el intercambio comunicativo se conjugó con lecturas y revisión de documentos de su magnífica biblioteca. Momentos en el que Osvaldo se deleitaba recordando y homenajeando a sus amigos, colegas y predecesores, sabiendo que ese conocimiento era traspasable al futuro con nuevas generaciones de arquitectos.
A un año de su partida, debo reconocer que extraño esas visitas y esas conversaciones que por más de una década me enseñaron más de arquitectura que de lo que aprendí en una fría y estandarizada formación universitaria, la cual a veces se desmarcó del sentido humano, territorial y social.
A un año de su partida, simplemente quiero agradecer a Osvaldo por sus enseñanzas, su ética, su sentido crítico, su experiencia compartida, su franqueza y su permanente generosidad traducida en la entrega de conocimiento, sin distinguir orígenes, edades o credenciales. Un maestro que hizo y vio de todo por casi un siglo y del que seguiremos aprendiendo y descubriendo aspectos de su magna obra. Pieza fundamental de una generación de creadores herederos de un momento histórico de la arquitectura chilena y de los que debemos conocer y reconocer.
A un año, nada más queda que conmemorar su trabajo y agradecer a Ivonne Díaz la constante difusión de trabajo de Osvaldo.
Para cerrar, quisiera compartir una frase emitida por él a mediados de la década de 1960 cuando inauguró una de sus obras favoritas, la Escuela Alsacia, (actual Colegio Alerce), en la población ubicada en la costanera del Bío - Bío en Pedro del Río Zañartu: "... contribuir con una obra de arquitectura, una obra de belleza, a la satisfacción de un derecho inalienable, el derecho a la belleza, aún en la ausencia de otros derechos materiales básicos dentro de esta población".
Osvaldo, buscaste la belleza constantemente, la expresaste de múltiples formas y la compartiste siempre… Simplemente gracias.
"Osvaldo concentra un portafolio gigante del que podemos hablar por días y llenar al mismo tiempo infinitas páginas".