Santa Juana, con el 71% de superficie quemada, ya advierte complejidades de cara al invierno
Dicen que es indispensable trabajar en planes de mitigación, pero también desarrollar asesorías para las personas del campo que perdieron sus fuentes laborales y dotar con más recursos al municipio y al Senapred para generar futuros análisis contra desastres.
Sin duda, la peor parte de los incendios se dejó sentir en Santa Juana. Junto con la gran cantidad de personas fallecidas que registró la comuna, la emergencia también caló hondo en lo material, con cientos de casas dañadas y miles de afectados. Si bien los catastros aún son preliminares -el proceso final podría tardar un buen tiempo- desde el municipio indican que de las 71.000 hectáreas que componen el territorio, alrededor de 50.550 han sido arrasadas por el fuego de los últimos días, es decir, cerca del 71% de la superficie total.
Agregan que la comuna posee 13.749 habitantes, de los cuales 4.155 son rurales. "Proyectamos que en el área rural hay unas 300 casas quemadas, cerca de 4.500 personas afectadas y 1.250 damnificados", sostiene Edison Fonseca, encargado de Gestión de Riesgo y Desastres y profesional de la Dirección de Obras Municipales, quien además advierte sobre la afectación de tres escuelas y dos recintos de salud, escenario que complejiza aún más la vuelta a la normalidad de esta comuna campesina.
Planes de mitigación
De acuerdo a Fonseca, el actual panorama de Santa Juana impone desafíos que deben ser asumidos con urgencia. Aunque el verano sigue en pie, dice que el equipo municipal ya vislumbra lo que será el invierno, uno más complejo y amenazante por las consecuencias del último siniestro. "Tenemos que prever lo que pasará en invierno, por lo que ya estamos pensando en todas las obras de mitigación que debemos empezar a realizar con otras instituciones para prevenir remociones en masa o aluviones", comenta.
El problema, explica, tiene que ver directamente con el daño que sufrió el suelo santajuanino al perder las raíces de sus árboles, pero también con las cenizas que podrían empezar a bajar con las lluvias o la contaminación de los afluentes, "y esas son amenazas que vamos a tener en invierno".
"Primero, estamos enfocados en el control de la emergencia actual, pero sí hemos tenido conversaciones para que cuando esto termine comencemos a ver las medidas de mitigación que habrá que ejecutar y así evitar eventuales pérdidas de vidas humanas por derrumbes", afirma el profesional.
Santiago Quezada, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Santa Juana, expone esta misma situación. Dice que hay una "tremenda tarea por delante" y que una vez que se de inicio al proceso de reconstrucción hay que pensar en el invierno: "A raíz de todo esto, esperamos que este año no sea mucha el agua que caiga".
Hay otros dos puntos que creen necesarios para fortalecer a la comuna dentro de los próximos meses. El primero de ellos dice relación con la presencia permanente de los distintos ministerios, de tal manera que conversen con los entes técnicos y ayuden a los habitantes a volver a la normalidad. Dado que el campo es la fuente laboral de la mayoría de los damnificados, Fonseca asegura que lo ideal sería generar espacios de rehabilitación y volver a dar herramientas mediante asesorías, con el objeto de que estas personas puedan dar otra perspectiva a su trabajo a partir del territorio que les está quedando, "porque si bien se les quemó, es posible que haya ideas que puedan volver a echar a andar".
Finalmente, el representante municipal dice que se requiere dar financiamiento a las administraciones locales y al Senapred para poder efectuar estudios de gestión de riesgo, es decir, análisis que permitan anticipar futuras tragedias como incendios, anegamientos o remociones. "La ley 21.364 -que establece al nuevo Senapred- nos exige que como municipio creemos nuestra unidad de gestión de riesgo y tener estos instrumentos, pero no hay financiamiento", cuestiona.
Desabastecimiento
Representantes de la comunidad coinciden con la mirada del municipio. Claramente, aseguran, será un año complicado. Por ejemplo, el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Juana, Alejandro Muñoz, ya nota problemas de abastecimiento ante la imposibilidad de los agricultores locales de ofrecer sus productos. Agrega que hoy en la feria campesina que tienen en la comuna solo se oferta el 5% de los alimentos que normalmente llegaban desde el sector rural.
"Se perdió todo, como si una bomba atómica haya caído acá. No tenemos productos y verduras que puedan llegar a la comuna. Es muy triste ver a la gente llegar con tan poca mercadería", relata Muñoz.
El dirigente añade que, en miras de lo que viene, todo se torna desesperanzador y triste, "por lo que no queda más que esperar que el gobierno brinde las herramientas para levantar Santa Juana, con materiales y mucha ayuda a la gente de campo".