Expertos advierten de compleja situación meteorológica para combatir el fuego
La zona está bajo vientos cordilleranos que generan olas de calor y que propician el avance del fuego en caso de generarse un siniestro. El llamado es a planificar temporada.
A raíz de los incendios forestales que se han propagado en la zona centrosur del país durante los últimos tres últimos días, dos científicos y académicos de la Universidad de Concepción explicaron el escenario meteorológica actual y cómo influye en el combate del fuego, especialmente, cuando la emergencia se inició en medio de una ola de calor que elevó algunos termómetros por sobre los 40° C.
La zona está atravesando un período de altas presiones atmosféricas en el Pacífico Sur, producto de vientos cordilleranos, que generan un aumento de la temperatura. Dichos factores son perjudiciales ante la ocurrencia de siniestros.
Dificultades para el combate
"Hay vientos que tienen componentes desde el este, es decir, bajando de la cordillera de los Andes y comprimiendo la atmósfera. Esto hace que las temperaturas sean más altas de lo normal'' indicó Juan Inzunza, doctor en geofísica de la Universidad de Concepción y académico del Departamento de Geofísica. Como consecuencia, "vamos a superar un récord de varios años, de altas temperaturas, que son totalmente anormales'' explicó.
En esa línea, Martin Jacques, doctor en Ciencias del Clima y académico de la Universidad de Concepción, explica que la alta presión que se forma hacia el sur, conocida como vaguada costera, provoca un viento del sur intenso en superficie. Adicionalmente, "a unos 2 mil metros de altura tenemos el puelche, un viento del este que viene de la cordillera. Esos patrones de viento son perjudiciales para la propagación de los incendios forestales'' indicó.
Otro factor determinante para la propagación del fuego es el concepto "30-30-30", que ocurre cuando existen temperaturas mayores a 30 grados, 30% de la humedad relativa, es decir, que el aire contiene muy poca humedad, y vientos de al menos 30 kilómetros por hora. Si bien dicha velocidad es relativamente baja, es suficiente para que las llamas del siniestro se propaguen desde el foco de origen hacia los alrededores.
También, añadió que la temperatura se mide a 1,5 metros del suelo por lo que, al poner un termómetro a nivel de la tierra, esta es mucho mayor. "Los incendios forestales se apagan en la superficie, pero en el subsuelo la raíz puede seguir encendida, y se mantiene el incendio que después puede volver a resurgir'' dijo Jacques.
Ola de calor
Los científicos coinciden en que estos fenómenos de altas temperaturas se han incrementado con el tiempo. ''Lo que llama la atención es que, sobre todo en el valle central, vemos que las olas de calor se han ido volviendo más intensas y frecuentes y eso es una señal bien clara de las últimas décadas'' afirmó Jacques, y aclaró que las razones de aquello son objeto de estudio.
En ese sentido, Inzunza aseguró que "la quema de combustibles fósiles ha hecho que cambie la composición de la atmósfera, por el aumento del dióxido de carbono que aumenta la temperatura de esta y, por lo tanto, en el aire. Eso se viene conociendo desde hace 5 décadas y se ha reforzado en los últimos 20 años producto de la actividad humana''.
Además, enfatizó en la necesidad de prevenir estas catástrofes, que la ciencia es capaz de prever a través de los pronósticos estacionales, de mediano plazo. "Con el comportamiento que tiene la meteorología, en una estación se puede predecir lo que ocurrirá en la siguiente" afirmó Inzunza, quien ya advirtió en septiembre de 2016 que habría incendios en el verano, y manifestó que "hay que confiar en los pronósticos de tiempo estacionales, que son de tres, cuatro, cinco meses".
Pronósticos
Por otra parte, Jacques mencionó que, si bien la región ha atravesado por periodos de incendios previamente, las circunstancias climáticas fueron distintas. "Durante enero (2023) hubo días cálidos, pero tuvimos una ausencia de olas de calor. Eso es diferente al 2017 donde las condiciones cálidas fueron mucho más persistentes. Ahora, viene un período bastante intenso en la depresión central, que en la costa va a ser bastante más leve''.
Asimismo, Jacques adelantó la situación climática para las semanas posteriores. "Esta es la época en que esperamos las temperaturas más altas, así que no es de extrañar que se repita el mismo fenómeno que tuvimos el 2019, una ola de calor que se fue propagando hasta el sur de Chile y rompió muchos récords" aseveró.
Si bien durante el fin de semana disminuyó la temperatura en la zona costera, no obstante, en el valle central se mantendrían sobre los 30 grados. "Con esa persistencia de condiciones cálidas durante la próxima semana, esperamos que haya un febrero cálido en el valle central" indicó Jacques, y se espera que los períodos de alto calor se mantengan hasta marzo, aunque no serán tan extremos como este fin de semana.
40° marcaron los termómetros esta semana en comunas de sectores del valle y la precordillera.