Johanna Martin: la pintora que ha hecho de México su gran pasión
Si bien la creadora de cuna penquista pasó casi 10 años trabajando junto a Eduardo Meissner, la labor creativa y la obra de la también crítica de arte habla por sola. Sus propuestas han recorrido ciudades claves en el medio que le apasiona desde muy niña.
Hablar con Johanna Martin es hacerlo no solamente con una pintora, sino también con una gran conversadora. De esas que exudan pasión por lo que hace.
Y es que la licenciada en Artes Plásticas, además de desarrollar una importante carrera ligada a su área, también lo ha hecho en la crítica de arte, escribiendo en importantes revistas y diarios como Quinchamalí, Alzaprima, Vórtice, El Ornitorrinco Tachado y La Jornada Maya, estos tres últimos medios con sede en México.
Precisamente, el país azteca cautivó el corazón de la artista, no simplemente desde su persona, sino que también de su arte.
Si bien de niña tuvo acercamientos a la pintura, con Rafael Fuentealba, uno de sus grandes relaciones personales fue con el fallecido Eduardo Meissner, con quien Martin trabajó desde 2012 hasta su muerte en 2019.
Según recuerda la también integrante del directorio de Alumni UdeC, él necesitaba una persona que tuviera un vínculo con lo literario, porque "tenía mucho texto que no habían sido corregidos ni editados. Yo había sido su alumna y tenía vínculo con la plástica y las artes visuales, entonces hacíamos un buen complemento".
Le pareció extraordinario, recuerda Martin. "Comenzamos a conversar y me dijo 'ya Johanna, trabajemos', y no nos separamos más hasta que falleció. Estuvimos siete años juntos: la idea era apoyarlo en la corrección de su narrativa inédita. Empezamos a dialogar y encontrar muchas afinidades en el ámbito literario. Se empezaban a cruzar conceptos e ideas", dijo.
Siempre con la idea de que el arte debía ser algo expansivo -según lo asegura- es que la pintora encontró su gusto por el arte conceptual, pero había algo que le faltaba: los conceptos.
"Entonces pensé que la literatura me podía entregar ese soporte teórico, que necesitaba para darle profundidad a la imagen, que era la plástica", asegura.
Así que realiza un diplomado de Gestión Cultural y Comunicación en Buenos Aires, Argentina, y comienza a trabajar en el Museo Nacional de Bellas Artes y el ministerio de Cultura. Todo previamente a su labor con Meissner.
Letras y pintura
Para Martin, los cimientos de su obra artística íntegra están en las letras y pintura. Su trabajo con el artista penquista también le dio el análisis semiótico a la obra de otros creadores, como Marta Colvin.
En ese proceso, en 2014, recibe un correo electrónico de la Universidad Autónoma de México, donde la invitan -formalmente- a ser parte de la cartera de árbitros de la prestigiosa revista El Ornitorrinco Tachado.
A partir de ahí, apunta una relación el país azteca que no ha hecho más que crecer con el paso de los años, centrándose en Mérida.
Ejemplificando conceptos, dentro del análisis, con sus propias obras, Martin es invitada a la ciudad -ubicada en la Península de Yu catán- para exponer en diversos espacios artísticos.
"Un día escribo un artículo sobre una artista francesa llamada Marie Piselli, que estaba exponiendo en un centro cultural -La Cúpula- y la dueña del lugar es una francesa. Este artículo generó mucho impacto en ella y se lo mandan a Piselli", recuerda.
La artista francesa la invita a trabajar a un proyecto en México y luego -también- lo hace al festival A-Part, cerca de Marsella, en Francia. La idea, en esta ocasión, era intervenir un espacio público con su obra, en septiembre de 2022.
Con un libro que espera publicar pronto, con todos los artículos que ha escrito en Mérida, Martin desarrolla gran parte de su labor creativa en México.
- ¿Qué tanto impacto en lo personal y artístico fue trabajar con Meissner?
- Creo que fue algo que partió desde los afectos. Era un hombre muy generoso y afectivo. Siempre sentí su respaldo y apoyo. Yo trabajaba con un maestro y el maestro es un hombre que siempre te está enseñando. No permitía que tuvieras dudas de tus capacidades. Hizo una labor para darme confianza, empoderarme frente al mundo, algo que agradeceré toda la vida.
- ¿Cómo impacta México en tu creación?
- Se respira, se vive y se camina cultura. Es impresionante. Desde lo patrimonial, la comida, los artistas, escrito res, todo es un mundo que no terminas nunca de conocer. Así es México. Me sentí muy acogida y querida por ellos, mis grandes amigos están allá y nunca dejé de ir. Siempre tengo que volver a ese lugar que me abrazó. México es un abrazo fuerte y afectivo.
Repartiéndose entre este país y su natal Concepción, lugar donde está su familia, Martin fue distinguida -en noviembre pasado- en los Premios Victoria en Uruguay.
La distinción, que se entrega a personas que laboran por la cultura, el arte y la sociedad, fue recibida por ella junto a Rosmarie Primm, viuda de Eduardo Meissner, pues él también fue reconocido con éste en 2019, el cual no pudo ser recogido a causa de la pandemia y su partida.