Vísceras Editorial va al rescate de una literatura patrimonial
Presente en la Filb Biobío 2023, el sello penquista continúa expandiendo su trabajo. Este año la idea es enfocarse en ampliar sus colecciones y participar de ferias literarias.
Enfocada siempre en la poesía de autoras clásicas del siglo XIX y XX, además de la publicación de autores contemporáneos y latinoamericanos, Vísceras Editorial ha transitado desde esa senda, la literatura visceral.
Con Paulina Cofré y María José Veloz a la cabeza de la casa editora penquista, sus inicios se remontan a diciembre de 2017, cuando -de manera espontánea- crearon un club de lectura para compartir y hablar de autores de su interés.
A partir de ahí se dieron cuenta de que la literatura que las unía era la que provenía, precisamente, de las entrañas.
A través de los mismos clubes literarios, como también con publicaciones en formato libro y plaquette, la editorial independiente ha ido creciendo a la par que lo ha hecho su trabajo.
"Hay un interés marcado en nosotras de hacer un rescate patrimonial literario, porque guarda relación con lo que nos dedicamos. No solamente somos editoras, sino que María José es bibliotecóloga y yo periodista. Particularmente, en la Colección de Narrativa Ghirlanda nos centramos en rescates patrimoniales, porque sentíamos que estas obras -que tienen un siglo de distancia- tenían un diálogo muy interesante con lo que estábamos viviendo como sociedad", sostiene Cofré.
En la Colección Sin Llave hacen rescate de autoras clásicas del siglo XIX y XX. "Tiene una marcada perspectiva de género, ya que todas estas mujeres fueron silenciadas durante su quehacer literario. Algunas publicaron con seudónimos masculinos y otras postmortem, y las que lograron abrirse camino siempre fue cuesta arriba. Ahí había un interés por darlas a conocer", destaca la editora.
Rescate de obra
En este rescate es que -en medio de la segunda edición de la Feria Internacional del Libro Biobío 2023- el sello lanzó la reedición de la novela "El Socio".
Original de Jenaro Prieto Letelier, el libro ha sido traducido a diversos idiomas y cuenta con seis adaptaciones cinematográficas.
"Decidimos reeditarla, porque desde el año pasado tenemos una colección de narrativa, que es de rescate, y teníamos que buscar autores para integrar a esta colección. En mi caso, ésta era una novela que había leído en mi adolescencia y que me había dejado muy marcada", cuenta Veloz sobre la obra lanzada en 1928.
Añade que la había olvidado. "Cuando empezamos a buscar, recordé esta obra, la volví a leer y sentí que era muy atingente volver a reeditarla, no solo por un gusto personal, sino porque pude encontrar muchas cosas que están pasando en el presente. Prieto tenía una visión muy aguda de su época, hay muchos guiños a una sociedad consumista, de inventarse cosas para ser aceptado, una sociedad mentirosa", explica.
Según destaca, si bien la obra nunca ha desaparecido del plan lector escolar, estaba restringida solo al aula. "La idea era reeditarla para acercarla a nuevos lectores con el prólogo de un académico que estuviera empapado de la obra de Jenaro Prieto y así dimos con Pablo Faúndez", dice.
Esta es la segunda participación de Vísceras Editorial en la Filb, de las instancias literarias más importantes de la Región y hoy del país. Ambas amigas destacan el nutrido calendario de actividades, con diversas instancias de conversación y lanzamientos.
"Se ha notado un crecimiento muy positivo, no solo con respecto al programa, sino también con la presencia de diversas editoriales, independientes y agrupaciones. Hay una marcada presencia de novela gráfica y para todos los gustos", comenta Cofré,
"El hecho de que se haga una feria internacional del libro acá potencia la descentralización. Que se instalen aquí es sumamente provechoso, es un efecto en cadena, sacas un poco el ecosistema del libro, muy afiatado en Santiago. Se genera una movilización que es un aporte al turismo y economía regional", asegura, señalando al mismo tiempo que esto ayuda a posicionar a Concepción como polo cultural.
En medio de la pandemia, si bien la situación nacional y mundial llevó a modificar muchas dinámicas, en el caso de Vísceras no significó un cambio tan radical en su manera de trabajar. Esto, debido a que, si bien se conocieron en Santiago y trabajaron siempre de forma presencial, el regreso de Cofré a la capital del Biobío en 2019 obligó a que las reuniones fueran virtuales.
"Lo que si nos pilló de sorpresa es que no podríamos asistir a ferias del libro, que son instancias de mucha venta. Para no morir y desaparecer, decidimos reinventar el trabajo editorial y enfocarnos en realizar clubes de lectura de la Colección Sin Llave", plantea Veloz.