Municipios identifican zonas urbanas de riesgo de incendios y trazan medidas preventivas
Sectores como los cerros Chepe o La Pólvora, Idahue o Villa Santo Domingo preocupan en las principales ciudades del Gran Concepción. Las municipalidades se han coordinado con los vecinos para formar grupos de primera intervención e incentivar las denuncias.
Cerca de 330 hogares arrasados por el fuego, 948 damnificados y dos personas muertas fue el saldo del último megaincendio que afectó a la zona alta de la ciudad de Viña del Mar, en la Región de Valparaíso, según el balance entregado por las autoridades a mediados de la semana pasada. Tragedias urbanas de estas características siempre son algo latente a nivel local, por lo que los servicios y parte de los municipios del área urbana del Gran Concepción mantienen activos planes preventivos.
Tienen, además, identificadas áreas de riesgo, es decir, potenciales sectores que bien podrían significar un mayor peligro. Desde la Onemi Biobío -entidad que este 1 de enero pasó a llamarse Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred)- precisan que los catastros son elaborados por las administraciones municipales y que a partir de ahí los demás organismos apoyan con coordinación y patrullajes especiales. "En esta tarea la mayor responsabilidad recae en las municipalidades. Son ellas quienes identifican estos sectores críticos para desarrollar acciones preventivas como evitar la conformación de basurales, por ejemplo", dice Andrea Aravena, quien hasta hace unos días representaba a la entidad como directora regional subrogante.
A diferencia de Viña del Mar, la funcionaria agrega que Concepción y sus comunas aledañas se encuentran en un mejor panorama, ya que esta área no cuenta con tantas quebradas. "Si bien hay bastantes cerros y viviendas contiguas con vegetación alrededor, también hay caminos y accesos para los equipos de emergencia, y ese es un tema que se refuerza con los municipios y las comunidades", puntualiza.
Zonas de riesgo
En Concepción coinciden en que no tienen la problemática de Viña del Mar y Valparaíso respecto a la presencia de grandes tomas ubicadas entre quebradas, que se utilizan también como vertederos. Eso sí, plantean que hay, al menos, ocho áreas que eventualmente pueden representar un mayor problema, como Barrio Modelo, en el sector La Cruz, los cerros La Pólvora, Chepe y Chacabuco, Agüita de la Perdiz, y zonas de Valle Nonguén y Palomares. Se suman áreas del Parque Metropolitano por el lado de Pedro de Valdivia, en donde hay casas construidas hacia el interior del bosque.
"Se está realizando un trabajo preventivo a través de la Dirección de Gestión del Riesgo que capacita a las comunidades en el uso de herramientas y en la conformación de grupos comunitarios de primera intervención, que en nuestra comuna ya se han habilitado alrededor de tres o cuatro equipos. A eso se añade el retiro de combustible y los operativos de limpieza para sacar cachureos y basura de los patios", cuenta el alcalde (s) Aldo Mardones.
El director de Seguridad y Gestión de Riesgo de San Pedro de la Paz, Gabriel Rojas, advierte que el sector de Lomas Coloradas es un lugar de preocupación, sobre todo por el crecimiento poblacional que ha mantenido en el último tiempo. Lo mismo en el caso de Pedro de Valdivia Sur o Idahue, "áreas en las que la interfaz conversa de manera permanente con los barrios".
"Nosotros estamos en una campaña fuerte con vecinos para denunciar y perseguir a quienes están quemando los bosques. Así como tenemos 13 kilómetros de cortafuego, también tenemos mucha gestión por la particularidad que tiene esta ciudad. Por eso tenemos mucha población capacitada y operativos informativos y preventivos para orientar en el tema de las denuncias", relata Rojas.
En el caso de Chiguayante, en tanto, el alcalde Antonio Rivas precisa que los puntos críticos están muy de la mano al cerro Manquimávida. En ese sentido, asoman sectores cercanos al cuerpo boscoso como Valle del Sol 1 y 2, Villa Remanso 1 y 2, Villa La Pradera 1 y 2, Villa Santo Domingo, Villa Producción y Comercio y Valle La Piedra 1 y 2.
"Son zonas antiguas, cuya conducta de los vecinos con sus propios cerros diría que es más armónica, en el sentido de que instalaron casas allí, lo que impide que haya tantos pasajes que posibiliten la entrada. Además, tenemos quebradas más pronunciadas y eso complejiza la labor de las brigadas y los camiones aljibe", sostiene Rivas, quien recalca que todos los años se conforman mesas técnicas ciudadanas para coordinar las labores de prevención con otros servicios.
Otra de las comunas consultadas fue Talcahuano. Aunque no entregaron información respecto a lugares específicos, dijeron que las tareas se concentran hoy en las áreas de interfaz. Al año, la Dirección de Aseo y Ornato de la ciudad puerto corta alrededor de 20 kilómetros de pastizales para generar cortafuegos.
13 kilómetros de cortafuegos mantiene hoy la ciudad de San Pedro de la Paz. En Talcahuano se logran de forma anual unos 20.