Mal uso de los grifos contra incendios
Los grifos forman parte de una red principal para el combate del fuego, por lo cual se instalan en la vía pública y con un fácil acceso. Está incluso reglamentada su ubicación en la entrada de edificios, su separación en zonas residenciales, comerciales, industriales o mixtas. Lamentablemente, en ocasiones se hace mal uso de ellos, en especial durante el verano, cuando en algunas poblaciones son abiertos con llaves hechizas para que los niños se bañen en la calle. También es frecuente ver que éstos son operados para lavar automóviles en las calles.
Los surtidores sólo pueden ser manipulados por personal de las empresas sanitarias o Bomberos para combatir los incendios. Hay que considerar que su apertura ilegal puede generar interrupción en el suministro de agua potable, bajas presiones, roturas en la red, y la imposibilidad de que Bomberos se pueda conectar a ellos en caso de siniestro.
Ahora más que nunca es necesario cuidar los grifos, porque en esta época se intensifican los incendios forestales y muchas veces amenazan con llegar al radio urbano, por lo cual los voluntarios deben contar con aparatos en buen estado y con la presión adecuada de agua. Se estima que cada año la empresa sanitaria debe reparar alrededor del 10% de los 20 mil grifos que administra en las regiones del Biobío y de Ñuble, debido a los daños que sufrieron al ser manipulados por personas no autorizadas.
El decreto N º 1.199 sobre concesiones sanitarias y distribución de agua, del 9 de noviembre de 2005, dice en su artículo 128 que nadie -excepto la sanitaria o funcionarios de Bomberos, con ocasión de un incendio-, puede manipular los grifos de incendio. Cualquier persona ajena con fin distinto al señalado, será sancionará de acuerdo a lo establecido en el artículo 459 Nº 1 del Código Penal (presidio o multa). Por eso, la colaboración de los vecinos es clave en la erradicación de esta práctica inconveniente de abrir los grifos, ya que además muchas veces se dañan y quedan inutilizables.
En ocasiones se dificulta el combate de las llamas por la falta de agua en los grifos, por lo que se queman las viviendas, debido a las dificultades para que los carrobombas puedan abastecerse para desarrollar el trabajo de los bomberos. Son lamentables esas tragedias, pero es importante sacar lecciones de ellas para evitar que se repitan. La apertura no autorizada de estos aparatos se da especialmente en Concepción y Talcahuano, cuando cuidadores informales de automóviles en las calles sacan agua para lavar los vehículos, cuestión que es muy frecuente y que con cierta regularidad son denunciadas por nuestros lectores, ya sea mediante el envío de cartas o de imágenes a la sección Fotoclick. En otras ciudades, como ocurre especialmente en Los Ángeles y en la Región de Ñuble, hay personas que los abren para refrescarse y hacer frente al intenso calor.
Las empresas sanitarias con frecuencia reciben llamados de clientes, para denunciar cuando las personas manipulan ilegalmente esos surtidores, para lavar vehículos o como diversión. Pero aún así, las cifras de mala utilización no descienden. Se calcula que por cada hora de apertura ilegal de los surtidores, se desperdicia el agua que usan dos casas durante un mes. A la vez, el uso de ellos hace bajar la presión en las viviendas.
En ocasiones, Bomberos ha denunciado que algunas personas los utilizan como basureros, colocando en forma forzada en sus boquillas, papeles, envoltorios de dulces, cáscaras y cuescos de frutas, palos de helados y otros desperdicios, en vez de lanzarlos a los tarros recolectores. Esto impide el rápido accionar de los voluntarios en un incendio, porque en esos momentos críticos tienen que dedicarse a limpiar las salidas de esos surtidores, para permitir que fluya el agua y que no obstruyan las mangueras. Por ello, se requiere una mayor conciencia de parte de la ciudadanía, para mantener en buen estado estos surtidores de agua.
Los grifos sólo pueden ser manipulados por personal de las sanitarias o Bomberos para combatir los incendios. Su apertura ilegal puede generar interrupción en el suministro, baja presión o rotura en la red.