La Plaza Cruz fue creada en el papel en 1876, pero fue inaugurada en 1907 tras décadas de abandono. No obstante, si consideramos la fecha de aparición en los documentos municipales, es la segunda creada en la urbe penquista después de la Plaza de Armas. Su nombre alude al general José María de la Cruz (1799-1875), quien fuera protagonista en la guerra de Independencia (1813-1818), y líder de la oposición a la elección de Manuel Montt (1809-1880) como Presidente de la República, lo que llevó a una guerra civil en 1851.
Según el texto "Historia del barrio Plaza Cruz", tras la primera "inauguración" en 1876 se fueron sucediendo hitos que dieron forma, paulatinamente, al barrio. Uno de ellos fue la llegada en 1878 de las hermanas de la Inmaculada Concepción, que daría origen al colegio del mismo nombre. Un cuarto de siglo después, en 1903, arribaron las Hermanitas de los Pobres, que mantienen su presencia en un hogar de ancianos, ubicado en el mismo sector.
Por esos años, el área donde hoy se emplazan estas instituciones era "una pampa", es decir, estaba fuera del casco histórico que, por entonces, llegaba a la altura de la actual avenida Los Carrera. La puesta en marcha del ferrocarril Talcahuano-Chillán (1874) fue uno de los alicientes que conllevaron una migración a la periferia, con el consecuente crecimiento de la traza de la ciudad. Pero esa expansión fue lenta en este sector.
En 1892, otro hito: la puesta en marcha del ramal ferroviario Concepción-Penco y la construcción de la estación correspondiente -llamada más tarde como "Andalién"-, que atrajo a nuevos vecinos.
Asimismo, en 1895 se construyó la fundición "Leopold". Otra fábrica que se inauguró en el sector fue la Tostaduría Nacional de Café "Cóndor", en 1931, propiedad de José Schmidlin. A ellas se fueron uniendo otras más alejadas de la plaza, como la vidriería Schiavi (1922), o la Tostaduría de Café "Pantera", en Rengo.
La educación también estuvo presente. Así como se inauguró el colegio Inmaculada Concepción, fueron fundados la escuela "José María de la Cruz" (1939), destruida por el terremoto de 2010 (hoy está allí la Tercera Compañía de Bomberos); el colegio "Santa Emilia" (1961), que hoy funciona en el sector Pedro de Valdivia; la escuela particular N°26 (1938-1988), entre las que estaban cerca del sector que rodeaba la plaza.
El crecimiento urbano también conllevó la creación de viviendas. Según Pablo Fuentes y Leonel Pérez, en 1927 se construyeron casas pareadas para empleados de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, en la manzana de Serrano-Prieto-Salas-Cruz, y que fue subdividida en dos pasajes (San Guillermo y San Jorge). La mayor parte de las casas subsiste, aunque con transformaciones.
En 1942 (post terremoto de 1939) se creó otro conjunto habitacional, nuevamente para empleados de EFE. Esta vez fue un conjunto de viviendas de dos niveles con cara a calle Prat, entre Prieto y Cruz, y por calle Serrano se dio origen al pasaje Córdova. Era parte del concepto modernizador que desarmaba en parte el tradicional damero español colonial.
Así, el barrio fue creciendo no solo en infraestructura, sino que en torno a diversas actividades que llegaban a solucionar necesidades de sus vecinos: vivienda, educación, comercio, ocio, cuidados de adultos mayores, entre otras. No podemos olvidar el rol social que desempeña el Hogar de Cristo, presente en el sector desde 1969.
Hoy, así como algunos testigos físicos del pasado han desaparecido, otros han porfiado al tiempo y a los elementos de la naturaleza (particularmente los terremotos de 1939, 1960 y 2010), lo que ha permitido que parte de esos edificios se mantenga en pie alrededor de la histórica plaza que da nombre al sector y a un barrio cuya extensión fue creciendo, involucrando otras manzanas allende las calles Lincoyán y Rengo. Eso conlleva un aumento de los rubros, vinculados a talleres y comercio, además del consolidado uso residencial que vino a reemplazar de forma definitiva a las chacras y tierras baldías que le vieron nacer en el último tercio del siglo XIX.