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Cinco tips para continuar una dieta y no pasar frío

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El frío ya llegó. Ya se han registrado récord en temperaturas mínimas este año, por eso es importante conocer cómo alimentarnos de manera saludable sin recurrir a alimentos de alto contenido calórico y muchas veces poco saludables, aunque deliciosos, como las sopaipillas.

Si se está haciendo una dieta y se tiene recomendaciones médicas que prohíban comer frituras, hay algunos consejos que se pueden seguir. El académico de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello sede Concepción, Javier Maruri, entrega algunas recomendaciones.

"Lo primero es que muchas veces el frío produce que queramos consumir menos agua. El agua tiene un rol importantísimo en todos los procesos, por lo que el consumir infusiones calientes puede ayudar a cubrir estas dos necesidades: mantenernos hidratados y combatir el frío".

"Las sopas son otra buena alternativa en este tiempo. Al igual que las infusiones, nos ayudan a mantener el consumo de líquido y la temperatura. Sin embargo, es recomendable que sean sopas caseras, evitando las sopas listas o caldos concentrados, especialmente por su exceso de sodio".

"Otra buena alternativa son las legumbres. Además de las propiedades nutricionales como ser una buena fuente de energía, proteínas, hierro y fibra, por nombrar algunas, al consumirlas como guiso nos ayudan a evitar la sensación de frío".

"Platos calientes en general, que debemos aprovechar para incorporar alimentos que consumimos en menor cantidad en invierno, como son las verduras. Una tortilla de verduras acompañada de una guarnición caliente es una muy buena alternativa".

"Finalmente, podemos aprovechar de aumentar un poco nuestro ejercicio. Además de ser una buena medida para mantener un buen estado de salud y evitar las enfermedades crónicas no transmisibles, es una buena forma de mantenernos en calor".

Finalmente, Maruri recomienda no olvidar comer en familia o con los seres queridos disfrutando un buen momento. "Ese calor familiar seguro hará que el invierno sea mucho más placentero".

Condiciones atmosféricas y calidad del aire obligan a extremar cuidados en invierno

Eduardo Mellado, kinesiólogo y académico USS recomienda las maneras de cuidarse ante las bajas temperaturas y la contaminación ambiental que producen las estufas y vehículos motorizados. Asimismo, explica cómo impactan la humedad y la polución en nuestro organismo y cuáles es la población de alto riesgo durante la temporada.
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Según las condiciones atmosféricas en las que esté una ciudad, se decretará su respectivo estado de alerta ambiental. Esta contaminación proviene de fuentes que emiten material particulado, tales como vehículos motorizados, emisiones industriales y domiciliarias. Estas últimas aumentan durante los meses más fríos, puesto que están relacionadas con el uso de estufas a gas, leña, parafina y carbón.

Para Eduardo Mellado Quintana, kinesiólogo y académico de la carrera de Kinesiología de la Universidad San Sebastián, los orígenes de la polución pueden ser varias según el tamaño de la ciudad: "En comunas grandes como Concepción puede deberse al smog de los vehículos e industrias. Sin embargo, en pueblos más pequeñas como Curanilahue puede que sea por la calefacción a leña y carbón", afirma.

Ante este panorama, la población que más padece durante otoño e invierno corresponde a los lactantes, preescolares, adultos mayores y portadores de patologías crónicas del sistema respiratorios, como asma y EPOC. "Estas personas incluso pueden verse más afectadas porque estas malas las condiciones propician el desarrollo de cuadros virales y bacterianos", expresa Mellado.

Es muy importante respirar aire limpio, porque las partículas de suspensión y la humedad, que estimula la presencia de hongos en techo, paredes y ropa, producen irritación de la mucosa generando una respuesta defensiva inflamatoria y una obstrucción bronquial. Por ejemplo, en las vías respiratorias altas aparecen cuadros de faringitis, amigdalitis, rinitis y laringitis. Mientras que en las vías respiratorias bajas se desarrolla bronquitis o neumonía.

"Durante los meses de invierno se complementan tres factores de riesgo importante: contaminación ambiental, frío y humedad, elementos que favorecen la aparición de enfermedades respiratorias de forma directa o indirecta favoreciendo las sobre infecciones virales y bacterianas. De hecho, las vacunas no actúan directamente sobre la contaminación, pero sí lo hacen al activar el sistema inmune ante la sobreinfección de influenza o contra ciertas bacterias como la antineumocócica", puntualiza Eduardo Mellado.

Ante un panorama que estará hasta septiembre u octubre, tomar medidas para prevenir enfermedades es clave. Para eso, el académico recomienda no exponerse al aire libre en momentos de mala condición atmosférica, como lo es después de las 18 horas, y no realizar ejercicio físico y recreativo en parques o plazas.

"Es importante la ventilación de los espacios cerrados como casas, colegios, locomoción colectiva, comercio y lugares de trabajo, para evitar el incremento y concentración de agentes patógenos. También, usar la calefacción para combatir las bajas temperaturas y deshumedecer el ambiente", dice el kinesiólogo USS.

Sobre cómo cuidar a los grupos de riesgo, "se tiene que evitar o tratar, en lo posible, de no enviar a los lactantes a los jardines y no besar a las guaguas en la cara. En lo que concierne a los adultos mayores, al ser personas de riesgo se deben minimizar sus visitas. Esto dentro de un marco criteriosos y de sentido común, porque los ancianos necesitan de una red de apoyo presente para sobrellevar esta temporada invernal", aconseja el también magíster en Actividad Física y Deporte.

Respecto a las medidas preventivas que trajo la pandemia, el profesional de la salud recomienda mantener el uso de mascarillas, gel desinfectante y lavarse las manos frecuentemente. "A eso se le deben añadir hábitos como la excreción de secreciones a través de pañuelos desechables para contrarrestar el efecto de las malas condiciones ambientales", puntualiza el docente.