Las Higueras se apronta a iniciar segunda subetapa de normalización luego de traslado de 338 pacientes
En plena pandemia fueron llevadas de un edificio a otro personas internadas, correspondientes a 15 unidades y servicios. La acción permitirá brindarles un mejor estándar, el que mejorará a 2025.
nicolas.alvarez@diarioelsur.cl
El 22 de noviembre de 1969, el Presidente de la República de ese entonces, Eduardo Frei Montalva, inauguró el actual Hospital Las Higueras. En la oportunidad participaron el alcalde Leocán Portus, el presidente del Senado, Tomás Pablo, el director del recinto, Justo Ulloa, y el rector de la Universidad de Concepción, Edgardo Enríquez.
Los estragos naturales del tiempo, sin embargo, llevaron a que el hospital iniciara a fines del último milenio un proceso de normalización, que ya se extiende por más de 20 años y que se divide en tres etapas. Es la última fase, justamente, la que hoy experimentan sus pacientes y funcionarios.
Según explica la directora del recinto, Patricia Sánchez, el proyecto denominado "Normalización III etapa" consiste en la construcción de un establecimiento de salud de alta complejidad, "que dará respuesta a las atenciones y acciones sanitarias de pacientes hospitalizados, apoyo técnico e industrial y apoyo administrativo, en beneficio de comunas como Talcahuano, Hualpén, Penco y Tomé". Dicho trabajo se consolidará hacia 2025 por medio de tres subetapas, lo que permitirá aumentar la dotación de camas en 26%, es decir, de 405 se pasará a 513.
La inversión comprende $112.251 millones para una superficie de 62.847 metros cuadrados.
PROCESO DE TRASLADO
Fue recién a fines de enero de este año que la empresa constructora a cargo y el Servicio de Salud Talcahuano hicieron entrega de las llaves de la primera subetapa, fase de 23.200 metros cuadrados que contempla dos edificios de seis y tres pisos por un valor de $49.600 millones. Este hito llevó a los funcionarios de Las Higueras a efectuar un difícil traslado desde la antigua infraestructura, cuya preparación partió hace un año.
Los traslados se extendieron hasta el 18 de febrero, con un total de 15 unidades y servicios. Allí destacan, por ejemplo, el área de hospitalizados, Pediatría y Cirugía Infantil, Cirugía Adultos, Obstetricia y Ginecología, Medicina y Especialidades Quirúrgicas, que consideraron 338 camas, en su mayoría con pacientes, y 628 colaboradores.
"Este era un hospital de 52 años, con todas las falencias que eso conlleva, porque las reglas de salud y las cosas van cambiando, y esto fue particularmente evidente en pandemia cuando tuvimos que distanciar las camas. Para nosotros era inviable y debimos bajar de 405 camas a 377 durante la emergencia, lo que nos generó un cuello de botella que, no obstante, se pudo aplacar gracias a la labor en red", sostiene la profesional.
Sánchez agrega que la tarea recién finalizada era muy esperada por la comunidad hospitalaria. Primero, porque les viene a dar cierta holgura y, segundo, porque los usuarios cuentan hoy "con un estándar superior de lo que se conoce en Concepción, con salas de máximo seis personas, baños que están a la altura y con espacios de otro nivel para los trabajadores. Todo esto mejorará aún más cuando terminemos la tercera etapa".
En los próximos días se procederá a entregar los terrenos para concretar la demolición de las dependencias de la actual área de hospitalización y servicios de apoyo, a fin de dar paso al levantamiento de la segunda subetapa constructiva.
HISTORIA Y EXPERIENCIAS
En las últimas semanas se han realizado distintos actos de cierre, en donde han participado, incluso, funcionarios ya jubilados.
"Si uno les pregunta a los colegas, ellos hacen alusión a los logros que tuvo el hospital, pues fuimos pioneros en trasplante, cirugía o alto riesgo obstétrico. También se recibieron colegas con distintas formaciones y gente que quiso hacer su vida completa acá", afirma la doctora, quien remarca que la idea es que el espíritu de equipo que partió en 1969 entre vehículos y carretones, cuando la comunidad efectuó el traslado del antiguo hospital de San Vicente a Las Higueras, se mantenga.
María Retamal, paramédico de 60 años con más de 37 años de servicio, reconoce que toda esta situación le genera sentimientos encontrados. Atrás, dice, quedarán recuerdos personales y de las celebraciones realizadas para el Día del Hospital, jornadas en las que ella y sus compañeros se disfrazaban y elegían reinas y reyes feos, o del trabajo que lideró el Comité de Vivienda y que acompañó el exdirector Hugo Lino Catalán para que los funcionarios tuvieran una casa propia cerca del lugar de trabajo.
"Este es nuestro segundo hogar y todo esto nos emociona. Acá también hemos visto muchos avances en materia de salud. No teníamos escáner, por ejemplo, pero con los años hemos progresado. Hoy, con este nuevo edificio, los usuarios estarán en una especie de clínica, ya que no hay nada que envidiar", subraya Retamal.