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cuando se votó por las personas -los convencionales- bajó, acá podría pasar similar. Muchas personas que estuvieron con Yasna Provoste, no les convence otro candidato y no quieren tener la responsabilidad de votar por alguien con quien no comparten plenamente sus ideas, son personas que desconfían tanto de Kast como de Boric, personas de centro que no quieren los extremos".

También se refiere a personas de centro de entre 30 a 35 años, con el perfil del votante de Gabriel Boric, pero que sienten rechazo por la forma en que trabajaba la "izquierda universitaria" y, por ende, no se sumarán a su proyecto.

Susana Riquelme agrega que "los votos no son transferibles, vimos a Hosain Sabag de la Democracia Cristiana que estuvo con Kast y, por ende, los que votaron, por ejemplo, por Yasna Provoste, no necesariamente van a ir a votar en segunda vuelta por Boric, puede que no vayan. Un rol importante lo juegan los indecisos y quienes puedan convencerlos de ir a sufragar, ya sea por compartir una visión de país o por un miedo".

FACTORES AMBIENTALES

Las elecciones de convencionales, gobernadores regionales y municipales, se realizaron en otoño, cuando tradicionalmente en el país los comicios se realizan en primavera. Este, puede haber sido uno de los factores que influyó en una pequeña disminución de la participación que se registró en mayo pasado.

La cientista política Lesley Briceño puntualiza que "el factor climático es importante, pero no decisivo. En ese sentido, que ese día existan altas temperaturas no va a dejar a las personas en la casa. El que vota regularmente lo hará igual".

Eso sí, la mejor situación sanitaria reflejada en que no existen restricciones de movilidad y en la disminución de los casos, puede motivar a quienes se restaron de los procesos en los comicios del 2020 y 2021 que son, en su mayoría, los adultos mayores al ser -en un principio- la principal población de riesgo ante contagios del covid-19. Por ende, se puede movilizar un voto más conservador.

La disponibilidad de transporte y de cuidados como niños o adultos mayores, también puede afectar. "Si hay pocas posibilidades de transporte, especialmente el público, puede ser un desincentivo especialmente para las zonas rurales que tienen difícil acceso a los lugares de votación. Pero también pasa para quienes están al cuidado de niños, adultos mayores o alguna persona enferma y no tienen con quién dejarlos para poder ir a sufragar", sentencia Riquelme.

Se suma, también, que en esta oportunidad habrá una sola papeleta y con dos opciones, lo que hará el proceso eleccionario más expedito, a diferencia de noviembre, donde se registraron extensas filas porque eran cuatro cargos a elegir y tanto el facsímil de diputados como el de consejeros regionales eran extensos. Este cambio, también puede incentivar votantes que sientan que el proceso será corto y podrán hacer otras actividades sin problemas.

Pero, a su vez, también habrá quienes se sintieron motivados a votar por otros cargos -parlamentarios o cores- y no por las cartas a La Moneda, por ende, no estén interesados en esta elección y se resten.

Las variables pueden ser a favor o en contra de un aumento de la participación para esta jornada. Sin embargo, las analistas coinciden en que el estrecho margen de votos obtenidos por los dos candidatos el 21 de noviembre pasado, es uno de los principales ejes que puede mover la balanza hacia un alza en la cantidad de votantes. Pero, también, independiente del número de votantes totales, también se vivirá un cambio de electores: votantes que no acudieron en noviembre y viceversa.

En la participación se podrá ver qué tanto impactó la moderación en los cambios de programas de cada candidato, las campañas hacia el voto rechazo que se realizaron en ambos lados y la movilización que se logró de los indecisos con estrategias de propaganda electoral que incluyeron harto despliegue territorial en las últimas semanas.

Pero también puede haber un factor contingencia: cualquier cosa que suceda en las últimas horas previas a la elección o durante, puede ser un motivo de movilización o una desmotivación. Briceño pone como ejemplo el caso español del "Atentado de Atocha" del 11 de marzo del año 2004: "la ciudadanía se manifestó y dio vuelta la elección por un atentado que ocurrió tres días antes de la elección. Fue más gente y no ganó José María Aznar, como decían las encuestas hasta ese momento".

Por lo tanto, se podría sumar la muerte de Lucía Hiriart como una situación coyuntural que, dependiendo las reacciones de ambos candidatos, puede motivar o no a votantes que esperaban acciones específicas en cada uno de los casos. Por eso, dicen los analistas, cada acción, desde qué publicar o con quién tomar una fotografía puede movilizar al votante para esta jornada electoral.

Hay quienes no se sentirán atraídos por ninguno de los dos candidatos o no les interesa votar en esta elección y sí en otras.

La movilización a la inversa entre las ciudades y las comunas rurales

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Si bien hay factores transversales que afectan la participación, las variables no aplican igual para todos los territorios, especialmente en Chile donde existen brechas geográficas significativas. Históricamente las grandes ciudades participan más en elecciones presidenciales y menos en elecciones locales, en las comunas rurales sucede todo lo contrario y la mayor movilización se ven en los comicios municipales.

Lesley Briceño puntualiza que "si miramos comunas como Alto Biobío o Santa Bárbara para estas elecciones no llegan al 40%, pero en las municipales borden el 50% de participación, incluso algunas se disparan más. Para las comunas rurales las elecciones presidenciales son mucho más alejadas, es poco probable que vea al candidato porque no van a las comunas rurales al menos que exista un tema en específico".

Jeanne Simon, suma que pasó algo similar para el Plebiscito, donde las comunas rurales no participaron como las grandes ciudades que fueron las que levantaron el porcentaje de participación nacional. Pero "también tenemos casos particulares como la alcaldesa de Santa Juana, Ana Albornoz, que asume una vocería de campaña y que eso podría repercutir en una mayor participación en su comuna. También no hay que desmerecer el trabajo de las iglesias evangélicas, con gran presencia en comunas alejadas, que también hacen su trabajo de movilización política. Conocido es el movimiento Las Águilas".

Mientras que Susana Riquelme cree que puede existir alguna modificación porque ambas candidaturas sumaron a otros nombres para que hicieran recorridos regionales, como es el caso de Izkia Siches, Paula Daza y Evelyn Matthei, quienes sin incluir a sus candidatos realizaron recorridos por las regiones. "Si bien los candidatos se concentran en las grandes ciudades, por primera vez vemos estos liderazgos de mujeres que salen sin el candidato a hacer campaña y despliegue territorial. Hay que ver cómo este punto puede movilizar a las comunas rurales y eso sólo depende del trabajo hecho por cada uno de los comandos".