CIPA crea mascarillas biodegradables con materiales de mipymes madereras de Arauco
En la alianza también participa la firma penquista GCP Insumos Médicos. La instancia ya cuenta con prototipos funcionales.
A raíz de la crisis sanitaria ocasionada por el covid-19, los elementos de protección personal se han convertido de manera muy acelerada en un insumo indispensable para las personas. La mayoría de estos artículos, sin embargo, poseen desventajas medioambientales al estar hechos de resinas sintéticas convencionales y altamente contaminantes.
El Ministerio del Medio Ambiente, por ejemplo, estima que como los chilenos usan alrededor de dos mascarillas desechables al día, en un mes se botarían más de cuatro mil toneladas de plástico adicionales, equivalentes en peso a 27 ballenas azules.
En vista de este problema, el Centro de Investigación de Polímeros Avanzados (CIPA) elabora actualmente una tecnología que, a diferencia de los plásticos tradicionales, es biodegradable y compostable, siendo a su vez producida con materias primas regionales que son proporcionadas por micro, pequeñas y medianas empresas madereras de la Provincia de Arauco. En concreto, la instancia y la compañía penquista GCP Insumos Médicos fabricaron prototipos funcionales de mascarillas quirúrgicas que fueron evaluadas en terreno por los colaboradores de la maderera SSGM, lo que fortalece el rol de la economía circular en el territorio.
Como consecuencia de este esfuerzo, CIPA se convirtió en uno de los 63 ganadores del concurso "Fondo de Investigación Científica Covid-19" que financió el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación junto a la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo. Por medio de este espacio se destacó la articulación público-privada alcanzada y la vinculación y relevancia de su impacto al ofrecer alternativas locales sustentables y económicas para prevenir contagios.
MÁS REQUERIMIENTOS
Según los impulsores del proyecto, la idea comenzó con la creación de un biomaterial para aplicación en agricultura y retail, y la recepción de residuos orgánicos domésticos. La emergencia sanitaria, no obstante, llevó a redifinir el plan hasta destinarlo a la generación de elementos de protección personal.
"Contamos con la colaboración de ambas organizaciones (GCP y SSGM), con las cuales nos encontramos en una fase de desarrollo, definiendo la composición y especificaciones necesarias del material para su aplicación como elementos de protección personal. Estas son pruebas de pilotaje enfocadas a la capacidad de filtración de partículas aéreas, el número de capas y otras características ecológicas de la tecnología", explicó el ingeniero a cargo de la iniciativa, Jesús Rodríguez.
A la fecha, el centro y la empresa GCP Insumos Médicos evalúan las características, certificados y fichas técnicas de las mascarillas. Así, buscan también cubrir otros requerimientos del mercado, como batas clínicas, buzos, cofias, cubre calzados y pecheras, sin dejar atrás dicho enfoque medioambiental.
Los representantes de la firma ubicada en Concepción, lugar en el que formularon en dos meses prototipos funcionales a partir del material FLEXbio desarrollado por CIPA, resaltaron la importancia de fomentar las inversiones en tecnología e innovación "para que se produzcan productos biodegradables y no contaminantes". En esa línea, el gerente general de GCP, Joaquín Palacios, agregó que "es posible ser un aporte al crecimiento y competitividad de la Región a través de soluciones amigables con el entorno natural, tal como lo estamos haciendo en estos momentos".
Su par del grupo SSGM, Rodrigo Moraga, añadió que "tener componentes biodegradables que además provienen de subproductos impulsados por el rubro forestal es un tremendo valor que le entregamos no solo a la compañía, sino que a toda la sociedad y al medioambiente".
Desde su aparición, en 2006, la tecnología FLEXbio se ha perfilado en distintos campos de aplicación: sanitario, agrícola, retail o domiciliario.