Cementerio simbólico de Caleta Tumbes es nuevo Patrimonio Inmaterial de la zona
En el marco de una tradición centenaria, sus habitantes buscan consuelo frente a la pérdida de sus familiares en el mar, en tumbas sin difuntos. Algo único en el mundo.
Luego de un arduo proceso iniciado en 2017 para lograr un reconocimiento como Patrimonio Inmaterial, finalmente el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural reconoció como tal al cementerio simbólico de Caleta Tumbes, en Talcahuano, bajo el nombre de "Conocimientos, saberes y prácticas de la comunidad de Caleta Tumbes asociados al rito fúnebre ante la desaparición de pescadores en el mar".
Es así que esta declaratoria legitima un sentimiento de identidad de los habitantes de la caleta y esta salvaguardia por parte del Estado proporciona seguridad al espacio, que ya fue vandalizado en 2019.
De acuerdo a la escritora e investigadora Berta Ziebrecht, "este es un reconocimiento a las tradiciones del borde costero y es importante también la salvaguardia al cementerio. Cualquiera que lo toque, comete un delito. Esto no es solo cuidar esta tradición, sino que también cuida todo su entorno natural".
Para la presidenta de la Agrupación de deudos de pescadores fallecidos en faenas de pesca, Rosa Labraña, esto es la culminación de un proceso doloroso y de "abrir heridas", impulsado por toda la comunidad.
"El cementerio es recuerdo, es paz y nostalgia, todo lo encontramos ahí. Respeto de toda la caleta. Por años hemos luchado por esto, por el reconocimiento y por el terreno. Esto ahora está protegido y no tendremos que volver a pasar por el dolor de ser destruido. Tiene un gran valor sentimental y es un reconocimiento al dolor", comenta Labraña, quien presentó -junto a la agrupación- la solicitud para esta declaratoria.
Ubicado a pocos metros de la caleta, en la ladera de un cerro y mirando de frente al mar, el actual cementerio data de 1996. Sin embargo, antes estaba ubicado en las cercanías del faro de Tumbes. De esa forma, suma más de 100 años de historias de naufragios y tragedias.
SIMBÓLICOS
Actualmente, en la Región del Biobío hay 10 cementerios simbólicos, siete en uso y tres en desuso, ya sea por cambios en el uso de suelo o catástrofes naturales. Algo único, ya que es una tradición que existe solo en esta zona del mundo.
Al de Tumbes -el único reconocido como Patrimonio Inmaterial- se suman, el de Lebu, de Chome, en Hualpén; el de Tubul y dos en Punta Lavapié, en Arauco y el Las Cruces, en el sector Los Lobos de Talcahuano. Este último, el más antiguo de todos, data de 1650 y antes estaba ubicado en lo alto de la Bahía de San Vicente.
En cuanto a los que ya no se utilizan, están el de Laraquete, en Arauco; y los Punta El Faro y Caleta La Conchilla, en Lota.
Una de las hipótesis que se plantean para su origen, es un sincretismo de tradiciones mapuche-lafkenche con otras criollas de origen católico, dado que ambas culturas habitaban el borde costero del Biobío en el siglo XVII.
En 2013, los investigadores Berta Ziebrecht y Víctor Rojas publicaron una acabada investigación sobre estos espacios -la primera en su tipo- bajo el nombre de "Cementerios Simbólicos. Tumbas sin difunto: Pescadores artesanales de la Región del Biobío".
De acuerdo a la también escritora, "los cementerios tienen la característica de poder ser desplazados. Cuando los pescadores de una caleta son echados, porque se acaba el recurso, pueden tomar sus cementerios, exhumar las urnas y llevárselos a otro lugar".
"Esta es una tradición que parte del imaginario mismo de la caleta, siempre está presente la pérdida en el mar. Nadie lo ve como algo ajeno, porque le puede pasar a cualquiera. La tradición parte del mismo momento en que se pierde una embarcación. ¿Cómo se logra hacer presente algo que no está?", agrega.