"Por primera vez en la historia de Chile la ciudadanía pudo decir cómo quería participar del proceso"
Integrante de Independientes por una Nueva Constitución, el docente analiza el trabajo realizado en la Comisión de Participación Ciudadana y Equidad Territorial, advierte una falta de estrategia comunicacional para la difusión de los avances de la Convención y asegura que se requiere una secretaría técnica especializada en el ámbito de la participación.
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En su rol de coordinación de la Comisón de Participación Popular y Equidad Territorial, el convencional del distrito 21, Javier Fuchslocher Baeza (32), ha guiado la discusión para la creación de un reglamento sobre esta temática que debe ser revisado ahora por el pleno. El constituyente, que es profesor de Historia y Geografía de la Universidad del Bío-Bío, afirma que una de las características de la labor lograda en la comisión es que se rompieron las lógicas de trabajo legislativas tradicionales, a través de un trabajo más didáctico, con grupos mezclados que ayudaron a que personas de diferentes sectores entendieran la importancia del proceso de participación.
"Completamos un vacío que había en el proceso constituyente, que era la participación incidente y en algunos casos vinculante, ahora esperamos que el pleno, a través de las indicaciones que ya estamos estudiando, perfeccionen estos mecanismos y a finales de septiembre tengamos un muy buen reglamento de participación", precisó.
Añadió que la Convención "ha ido avanzando de manera progresiva, es una institucionalidad nueva, que no existía, y que tampoco teníamos un referente en la historia de Chile".
-La primera semana de octubre se cumplirán tres meses desde la instalación, ¿cómo resume el avance de este primer periodo?
-Hemos ido estableciendo nuestras normas básicas de funcionamiento en julio, en agosto trabajamos intensamente en las comisiones por crear un reglamento y ahora en septiembre vamos a votar esos reglamentos. Por lo tanto, observando el panorama más allá de los hechos puntuales que han ocurrido estos tres meses, creo que el desempeño y el trabajo de la convención ha sido óptimo, eficiente en el tiempo.
-¿Cree que hay posibilidad de que se cumpla el objetivo en el plazo establecido?
-Creo que sí, entendiendo que el plazo es de nueve meses, con la opción de un alargue de tres. Se intercala un hecho que va más allá de la discusión constitucional de fondo que puedan tener los convencionales, que es cómo también dentro de este plazo se garantizan instancias de participación. Darnos el tiempo de tener instancias de participación, de recibir insumos ciudadanos, que los mecanismos puedan aplicarse no es tiempo perdido, por el contrario, enriquece el proceso y aún así podemos llegar perfectamente a cumplir el tiempo de un año para tener una propuesta constitucional para presentar..
-Considerando el avance por meses que menciona, ¿estaríamos cerca de iniciar la discusión de fondo?
-La discusión de fondo va a partir desde el momento en que se conformen las comisiones, esto será a fines de mes, por lo tanto, la primera semana de octubre vamos a tener comisiones conformadas, las coordinaciones electas y desde ese momento va a comenzar el diálogo de fondo, con los temas que la ciudadanía está esperando. Terminado septiembre vamos a terminar también una etapa de la Constituyente, una etapa de instalación, que nos va a dar espacio para esta nueva etapa de participación, de diálogo de temáticas y de las discusiones que serán fundamentales en el proceso.
-Usted plantea que hay avances, ¿cómo explica que haya críticas que dicen lo contrario? ¿Qué estima que generan esas críticas, son políticas, falta información?
-Es un tema que tiene diferentes aristas. Por un lado, existe un afán, a través de las redes, de desprestigiar una institución nueva que, en mi opinión, no es tan querida transversalmente en el mundo político. En segundo lugar, creo que también hay que hacer un mea culpa de cómo ha sido el manejo comunicacional de la Convención. Me refiero al que hemos tenido en conjunto, no puntualizo en la mesa, sino que como institución. Generalmente estamos apagando incendios, pero no hemos sido proactivos en comunicar, por ejemplo, las diferentes decisiones que ha tomado el pleno. Esa falta de bajada comunicacional ha generado ruido y ha hecho que algunos temas que se han tratado de forma "A" en el pleno terminen en la prensa tratándose de una forma "B". Hay que mejorar la bajada de la información para que no se transmita de manera errónea o tienda a ser interpretada de otra forma.
-Señala que hay un sector donde la Convención no es tan querida, ¿a qué sector se refiere?
-Siempre van a estar aquellos que están a favor de la Convención y los que están en contra, es parte del debate político natural, más allá de un sector que no le gusta la Convención. Esto se ha reflejado en estas 8 mil y tantas cuentas de bots en redes sociales que transmiten información errónea. ¿Cómo se combate? A través de canales de comunicación efectivos hacia la ciudadanía…
-Entonces comparte la afirmación de que habría una campaña en contra de la Convención...
-Creo que sí. Quienes hicieron el estudio identificaron estas 8 mil cuentas bots que atacan constantemente a la Convención. Hay noticias falsas, hay declaraciones que se publican como dichas por los convencionales y que no son, se suben extractos de dos segundos, pero no se muestra todo. No digamos que esto nació con la Convención, estaba hace mucho tiempo instalado en las redes, pero todo esto se combate con una buena bajada comunicacional que hasta ahora no hemos tenido. Es un tema que debemos mejorar y que espero que la mesa ampliada considere para esta etapa de trabajo que se nos viene con las temáticas de fondo.
-Volvamos al sector al que se refería, desde donde vendrían las críticas.
-Creo que ningún sector, más allá de quienes estuvieron con el Rechazo, podrían criticar la Convención. Creo que hay temas del funcionamiento de la Convención, que están en su génesis, que influyeron en que haya partido con una cantidad de recursos que era mínima respecto de lo que era necesario para el proceso. Eso habla de que no había voluntad real de que la Convención tuviera todas las condiciones que permitieran su funcionamiento.
-¿Cuál es su evaluación de lo sucedido con Rodrigo Rojas Vade? ¿Qué efecto ha tenido su caso en torno a la labor de la Convención?
-El caso de Rodrigo va más allá de ser un caso lamentable, porque uno siempre tiene que ponerse en el caso de las personas que hemos vivido el cáncer en nuestras familias y que jamás hubiéramos pensado que se pudiera utilizar esa enfermedad como una práctica política. Más allá de eso, el daño que le causó a la Convención es enorme. Hemos pasado septiembre completo hablando de Rodrigo Rojas Vade. Se ha minimizado el trabajo de las comisiones, ha quedado cubierto por esta noticia el hecho de que estamos aprobando un reglamento en tiempo récord, que es un ejemplo comparado con otros procesos en Latinoamérica. Todo eso ha quedado oculto por el caso de Rodrigo Rojas Vade. Ese daño ya no puede continuar y me alegra que la Convención no haya hecho defensas corporativas, a pesar de que hubo una demora en el inicio de cómo se abordó el caso, porque creo que a todos nos dejó en shock. Pero fue la mesa la de que denunció el caso a la Fiscalía en Santiago, la que rápidamente aceptó la renuncia a la mesa ampliada y, a pesar de que oficialmente Rodrigo Rojas no ha comunicado su renuncia y que sigue siendo un convencional, es necesario encontrar la forma para que esta renuncia pueda hacerse efectiva. Lo último que podría ocurrir es que cuando pasemos a las discusiones de fondo sigamos hablando del caso en octubre. Su decisión de hacerse a un lado es sabia, entendiendo que aquí lo importante es la Constituyente.
COMISIÓN DE PARTICIPACIÓN
-El trabajo de la Comisión de Participación concluyó y ahora hay que esperar la definición del pleno. ¿Qué rescata de la labor realizada?
-Esta comisión tuvo un elemento especial, por primera vez en la historia de Chile la ciudadanía pudo decir cómo quería participar del proceso. No pudimos atender todas las audiencias públicas, porque tuvimos 228 solicitudes, pero pudimos escuchar 93 y nos quedamos con el insumo de las restantes y a través de eso pudimos elaborar esta propuesta de reglamento.
-Y ya al tener la propuesta, ¿cuáles son los pilares de participación que, a su juicio, deben mantenerse en el proceso?
-Los principios que orientan el trabajo metodológico del proceso de participación deben quedar y guiar el proceso. El principio de equidad, de considerar a aquellos grupos históricamente postergados y a los territorios, entendiendo que hay zonas aisladas o rurales que generalmente se ven excluidas. Creo también que es importante que la secretaría técnica de la Participación pueda instalarse como el organismo que va a encargarse de concretar las metodologías que se incluyeron en el reglamento. Es imposible que los convencionales por sí solos, puedan trabajar el proceso de participación completo, hay que tener un equipo de personas con experiencia en el tema, que puedan informar y estar vinculadas por el pleno. Es un órgano que debe ser diferente a la convención, porque la participación es tan importante en dar legitimidad al proceso que debe tener un órgano especial.
-¿Y respecto de los mecanismos de participación?
-Los mecanismos que están contemplados, como cabildos, semana territorial, los mecanismos autoconvocados o convocados por la Convención, son sumamente importantes, ese abanico es el que va a permitir llegar a una gran cantidad de personas, lograr una participación masiva y que cada uno sienta propia la Constitución. Hay una gran cantidad de mecanismos que son incidentes, en lo particular a mí la incidencia me gusta porque permite tomar una propuesta de la ciudadanía, ponderarla en la comisión que corresponda y dar una respuesta fundada. Cuando uno siente que la información llega, que se trabajó y también hay una devolución, la incidencia es mucho más rica que aquellas metodologías que pudiesen ser vinculantes y que tienden a ser binarias, de un apruebo o un rechazo. Esto, a pesar de que el mecanismo considera también un elemento vinculante que serían estos plebiscitos dirimentes.
Una de las situaciones que genera orgullo a Javier Fuchslocher es el trabajo desarrollado por los diez convencionales electos como Independientes No Neutrales y hoy Independientes por una Nueva Constitución.
"Hemos tenidos desde el día uno una coordinación interna que nos ha permitido tener solidez y gobernanza en cada acción. Es importante que seamos un grupo bien organizado y que no tengamos un interés político electoral, eso nos ha ayudado mucho a centrar nuestro trabajo en el fondo constitucional, entendiendo que cualquier aspiración a transformarnos en un partido político, que en algún momento lo discutimos, nos iba a desviar del objetivo final que es tener una nueva Constitución que permita cambios profundos a nuestro país", sostiene.
-En general mantienen una buena evaluación pública.
-Hemos trabajado bien (...) eso lo ha dado nuestra capacidad de diálogo, de entender a los demás como pares y que estamos aquí para dialogar con respeto, entendiendo todas las miradas y que hay ideas de fondo que deben estar plasmadas en la Constitución. Somos aliados de las buenas ideas, no de los conglomerados políticos en particular.
-Han integrado más convencionales a su coordinación, ¿por qué?
-Nos hemos ampliado a Independientes por una Nueva Constitución, que hoy tiene a otros independientes, algunos de partidos, que han decidido trabajar con nosotros porque consideran que es un conglomerado serio. No lo esperábamos, pero es importante para el proceso que existan espacios donde el resto de los conglomerados vean que pueden contar con nosotros.
-¿Alguno de los convencionales tiene proyección política o interés en una carrera electoral posterior?
-Muchos de quienes estamos pudiéramos tener algún tipo de proyección, pero eso es un tema individual. Hay muy buenos elementos en los diez convencionales, hay en cada uno un valor que creo que al Chile futuro, al que estamos construyendo, le puede hacer bien. Me siento cómodo, porque en el disenso también hay respeto, nunca se me ha obligado a votar por algo que yo no creo. Confío plenamente en mis compañeros y si algunos quisieran tomar una carrera política o un cargo de elección popular creo que contribuirían en ese rol.
-Hace algunas semanas Benito Baranda señaló sentirse "muy traicionado" tras lo ocurrido con Diego Ancalao, ya que le dio apoyo para pedir patrocinios. Usted también accedió a lo mismo, ¿como fue esa situación?
-Concuerdo con Benito. A Diego no lo conocía, primero conocí a su equipo en Contulmo y después a él. Me parecía a primera vista una persona que tenía una convicción que podría compartir, siempre entendiendo que como independiente necesitaba patrocinios y sabiendo lo difícil que es eso, Benito y yo no consideramos que fuera malo apoyarlo en la búsqueda de patrocinios para que tuviera la oportunidad de estar en la papeleta. Claramente, todo lo que se develó después reveló que teníamos una extrema inocencia política, uno no deja de sentirse traicionado por haber pecado de ingenuo, pero también es parte del proceso de aprendizaje, de conocer cuáles son los intereses con que la gente se podría acercar y se aprende de los errores.
Independientes, proyecciones y la sorpresa de Ancalao
El constituyente asegura que la discusión de fondo de la Constitución comenzará el próximo mes, una vez instaladas las comisiones y electas las coordinaciones.