OMS afirma que la pandemia avanza a dos velocidades y sugiere nuevo tratamiento para casos graves
Expertos del organismo y representantes de farmacéuticas busca poner freno a las oleadas del covid-19 en países en desarrollo.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reunieron ayer junto a representantes nacionales y de farmacéuticas para intentar frenar la "pandemia a dos velocidades", en la que países en desarrollo están todavía sufriendo graves oleadas, mientras los casos graves remiten en Occidente. El organismo, asimismo, recomendó un nuevo tratamiento para los casos más críticos de covid-19.
"Los países que ya están comenzando a abrirse son los que controlan el suministro de material de protección, test, oxígeno y, sobre todo, vacunas", señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la inauguración del llamado Consejo de Facilitación del Acelerador ACT.
"Paralelamente, los países sin acceso a suficientes suministros están sufriendo olas de hospitalizaciones y muertes, lo que se ve complicado por nuevas variantes del virus", destacó el director general.
El Acelerador ACT, copresidido por los gobiernos de Noruega y Sudáfrica, fue creado por los miembros de la OMS para facilitar el acceso a herramientas contra la covid-19 a nivel global, y su vertiente más conocida es el programa Covax, dirigido a distribuir vacunas anticovid sobre todo a países en desarrollo.
"En África, los casos de covid-19 siguen aumentando rápidamente y ya nos encontramos ante una tercera ola de infecciones", señaló la ministra de Salud sudafricana, Mmamoloko Kubayi, quien recordó que de las 3.000 millones de vacunas anticovid administradas en el mundo sólo 0,3 % ha llegado a países pobres.
Kubayi afirmó que la reciente creación en Sudáfrica de un centro de desarrollo de la tecnología ARNm (usada en las vacunas anticovid de Pfizer-BioNTech y Moderna) es un avance hacia una mejor distribución de las tecnologías contra la pandemia en todo el mundo.
"Necesitamos poder tener iniciativas de este tipo en otros continentes, particularmente en Latinoamérica", aseguró.
Tedros reiteró su llamado a que las farmacéuticas que disponen de este tipo de tecnología ARNm (ARN mensajero) que compartan su conocimiento para acelerar la lucha contra el coronavirus.
El ministro de Desarrollo de Noruega, Dag-Inge Ulstein, añadió que el Acelerador ACT requiere una financiación adicional de 16.800 millones de dólares para proseguir sus esfuerzos, e insistió en que el mundo "no puede permitirse esta pandemia a dos velocidades".
Ulstein subrayó que no sólo es un problema de redistribución de vacunas, y señaló que actualmente una veintena de países (entre ellos Indonesia, con un fuerte aumento de hospitalizaciones e ingresos en UCI) están teniendo problemas de abastecimiento de oxígeno para los pacientes más graves.
EL MEDICAMENTO
Justamente para estos casos, y también para los críticos, la OMS recomendó ayer el tratamiento con antagonistas de interleucina-6, tras publicarse resultados positivos de ensayos con 11.000 pacientes.
Hasta ahora, la OMS sólo recomendaba un tratamiento para pacientes graves con dexametasona, un corticoesteroide, pero la publicación de los ensayos en Journal of the American Medical Association animó a la OMS a incluir esta nueva herramienta contra el coronavirus.
Los tests evidencian que el tratamiento con interleucina-6, una glucoproteína segregada por determinadas células, reduce el riesgo de muerte en alrededor de 4% (17% en pacientes con ventilación). Además, en pacientes que todavía no necesitan ventilación, reduce el riesgo de utilizarla un 21%, en comparación con el uso de corticoesteoides habitual.
"Los ensayos clínicos para analizar la eficacia de los anticuerpos monoclonales que bloquean la interleucina-6 en pacientes hospitalizados con COVID-19 solo han reportado beneficios, ningún efecto y daño", aseguró el profesor de estadística médica y epidemiología de la Universidad de Bristol, Jonathan Sterne.
La OMS coordinó el estudio de 27 ensayos aleatorios con casi 11.000 pacientes en 28 países alrededor del mundo. También insistió en que la población de los países de ingresos más bajos debería recibir primero estos medicamentos.