Autoridades municipales y calidad de vida local
Debido al carácter pionero de las elecciones de gobernadores regionales y convencionales constituyentes que redactarán la futura Constitución de Chile, la votación por alcaldes y concejales no tuvo el mismo nivel de cobertura ni generó igual nivel de debate que en ocasiones anteriores. Sin embargo, aquello no puede ser obstáculo para reconocer la importancia que las autoridades del nivel comunal tienen en cada uno de los territorios en que han sido elegidos.
Y no se trata de un tema menor, pues -como bien se sabe- los municipios son los servicios públicos más cercanos a la comunidad, donde el vecino suele acudir en busca de ayuda para enfrentar sus problemas y de orientación frente a las más diversas temáticas. Por eso es relevante dar una mirada a cómo quedó configurado el poder local en la Región y los factores claves para que tanto autoridades reelectas como debutantes puedan hacer una buena gestión.
En primer lugar, se debe constatar que en casi la mitad de las comunas de la Región del Biobío (15 de 33), los ciudadanos eligieron alcaldes independientes. El resto de las jefaturas comunales electas se distribuyen en los pactos Unidad por la Dignidad, Unidad por el Apruebo y la coalición Chile Vamos. A diferencia de lo ocurrido en procesos previos, hubo un significativo aumento en la preferencia por los candidatos que se presentaron sin estar militando en un partido político y fuera de un pacto, lo que se dio en nueve comunas más que en 2016.
Se debe destacar, además, que dos mujeres de la Región del Biobío hicieron historia en los comicios del fin de semana de pasado, instalando por primera vez el género femenino en el sillón municipal de las comunas de Santa Juana y Curanilahue. Se trata de Ana Albornoz y Alejandra Burgos, a quienes podría sumarse Elizabeth Maricán, candidata en Arauco que el viernes acudió al Tribunal Electoral Regional para que se revise nuevamente los votos obtenidos en las mesas de la comuna, ya que hasta ahora presenta una diferencia de solo cuatro sufragios con uno de sus contendores. Según contaron a EL SUR, las tres fueron motivadas por sus mismas comunidades e instalaron propuestas en las que priorizaron temas como la participación comunitaria, la comunicación y el empoderamiento femenino. Coincidentemente, además, se trata de tres abanderadas independientes.
En el caso de los concejales, lo que más llamó la atención fue el grado de renovación que se registró en las 214 plazas por las que se sufragó a nivel regional. Los resultados mostraron que 146 personas se incorporarán por primera vez al cargo (68,23%) -en contados casos se trata de quienes ya habían cumplido el rol en periodos anteriores al actual- mientras que 68 concejales lograron la reelección en sus cargos, cifra que representa un 31,77% del total de cupos.
Las mayores renovaciones de concejos municipales se registraron en comunas como Alto Biobío y Arauco, donde todos los integrantes son nuevos, y en otras como Cabrero, Cañete, Hualqui, Lebu, Nacimiento, San Pedro de la Paz y Tirúa se dio el caso de que solamente un concejal logró su reelección.
En Concepción, dos de los cinco concejales electos el año 2016 lograron revalidar sus cupos: Boris Negrete (DC) y Emilio Armstrong (UDI), mientras que los restantes ocho sillones serán ocupados por nuevos representantes, ya sea porque quienes se encontraban en los cargos no se presentaron o no obtuvieron los sufragios para mantener sus cupos.
La evidente renovación que muestran las cifras representa, sin duda, un desafío mayor. Esto porque los candidatos electos como alcaldes y concejales que debutan en los cargos deberán enfrentarse al necesario aprendizaje respecto del funcionamiento de los municipios. Pues más allá de los eslóganes de campaña y la voluntad de cambio que pueda expresarse en los periodos de campaña, la realidad es que llevar adelante la administración comunal es una tarea sumamente compleja, donde -entre otras cosas- se requiere de conformar cuadros técnicos que acompañen eficazmente el liderazgo de la autoridad política.
Lo anterior tiene un especial significado para las comunas más pequeñas, donde un porcentaje importante de la gestión local se basa en la capacidad de formulación de proyectos adecuados para su postulación a fondos regionales.
A ello debe sumarse una capacidad de coordinación con los múltiples niveles de administración gubernamental, donde debe primar el diálogo y la disposición al trabajo conjunto, por sobre el mero reclamo y protesta, que en poco conduce a la consecución de los objetivos cuando se gobierna una comuna. Allí, será clave observar cómo podrán los alcaldes independientes tejer las necesarias redes de colaboración -más allá de quien sea que gobierne tanto a nivel regional como nacional- para no obstaculizar el necesario desarrollo de obras y gestiones que permitan impactar positivamente la calidad de vida de los habitantes de cada comuna.
El carácter pionero de las votaciones por gobernadores regionales y convencionales constituyentes no puede ser motivo para eclipsar la importancia fundamental que tienen alcaldes y concejales electos el fin de semana recién pasado. Se trata de las autoridades más cercanas a la ciudadanía y, por consiguiente, el carácter de su gestión puede ser determinante en la calidad de vida local.