Salud mental y aumento de la depresión
Desde hace tiempo - antes de la pandemia- los sistemas de Salud habían advertido la alta incidencia que tienen las depresiones como causal de licencias médicas en los trabajadores chilenos, lo que invitaba a reflexionar sobre varios aspectos relacionados con la calidad de vida y satisfacción de las personas.
En estos catorce meses de emergencia sanitaria por el covid-19, si bien las cifras de contagios van decayendo y hay un amplio programa de vacunación para llegar a estabilizar la enfermedad hay otra pandemia que no logra controlarse: es la de trastornos de la salud mental. La depresión es un trastorno mental frecuente, eventual o crónico, dependiendo de cada paciente, que debe ser tratado médicamente, por el riesgo que implica en sus estados más críticos.
La tercera versión del Termómetro de Salud Mental que elaboran la Asociación Chilena de Seguridad y la Universidad Católica ha confirmado que las cuarentenas de los últimos meses hicieron empeorar la salud mental de los ciudadanos. Según ese estudio reciente, el 32,8% de las personas presentaron síntomas asociados a problemas de salud mental, seis puntos más que la medición de noviembre de 2020, cuando gran parte de Chile no estaba en cuarentena. A la vez detectó que el 46% presenta sospechas de depresión, aunque sin tener aún condiciones de patología.
Los autores del informe señalan que han sido testigos de cómo el deterioro de salud mental de los chilenos ha tomado relevancia y cómo los problemas asociados pueden impactar tanto en la calidad de vida como en la productividad y competitividad del país, esperando que se analicen mejoras a las políticas públicas y que se propongan vías para que los empleadores y trabajadores en general puedan contribuir a la superación de este problema.
La presencia de problemas de salud mental subió en todas las regiones, según la medición de abril pasado. La zona sur, al igual que en julio y noviembre de 2020, sigue siendo la de menor prevalencia con un 28,6%, mientras que la zona norte es la que muestra la mayor tasa (39,7%). Uno de los elementos que se relacionan en mayor medida con las afecciones mentales es la situación laboral y económica de cada persona. La detección de sospecha o presencia de problemas fue de 50% entre los desocupados y de 29,6% entre quienes trabajan, en un contexto en el que las tasas de desempleo del país, de acuerdo con las últimas cifras oficiales, siguen estando por sobre los dos dígitos. También la sospecha o presencia de problemas de salud mental es muy superior en aquellos hogares que reportan una caída en sus ingresos respecto del año anterior, y los endeudados.
Los expertos dicen que en un país donde trastornos como la depresión y la ansiedad son cada vez más recurrentes entre los adultos, no es extraño que niños y adolescentes corran un pronóstico similar. La depresión en particular es una de las más terribles pruebas que enfrentan las personas en la sociedad de hoy. Se trata de una enfermedad muy incomprendida y silenciosa, sobre la cual hay una serie de estigmas de tipo social que la encubren y que impiden su pesquisa temprana, algo que pone a los pacientes en un riesgo mayor. En el ámbito laboral suele ser una situación compleja de abordar, pero acerca de la cual conviene abrir conversaciones que incluyan los niveles de estrés a los cuales está sometido cada trabajador, sus grados de pertenencia al grupo y su satisfacción con las propias labores.
La pandemia no sólo ha golpeado la salud física de las personas sino también su condición mental en todo el mundo. Ayer el Presidente de la República, Sebastián Piñera, ha anunciado la publicación de la nueva Ley de Protección de la Salud Mental, destacando el desarrollo de un nuevo plan especial de atención sobre este tema para funcionarios de la salud. Las secuelas que dejará la pandemia de covid-19 serán grandes y su solución serán de largo aliento, pero la salud mental de los chilenos requiere mucha atención.
El Presidente de la República anunció la publicación de la Ley de Protección de la Salud Mental, destacando el desarrollo de un plan especial de atención para funcionarios de la salud. Se trata de algo muy necesario, porque las secuelas que dejará la pandemia serán grandes y su solución de largo aliento.