Jóvenes y mujeres exhiben los más bajos niveles de recuperación laboral
En el mismo segmento se hallan los mayores de 60 años, las personas con menor escolaridad y quienes trabajaban en el comercio antes de la crisis.
En marzo pasado se cumplió un año desde el inicio de la pandemia. En ese contexto, y de acuerdo al análisis de la actividad laboral efectuado por el INE respecto al primer trimestre de 2021, el Centro de Economía y Política Regional (CEPR) de la Universidad Adolfo Ibáñez entregó su último boletín, producto diseñado con el apoyo del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social. A través del instrumento se dio cuenta sobre la situación de distintos grupos locales, según los avances alcanzados en materia de recuperación.
Pese a los esfuerzos concretados en los primeros doce meses de la emergencia, lo cierto es que en Biobío aún se observan brechas preocupantes. Por un lado, las mujeres siguen experimentando un rezago en relación a los hombres, mientras que por otro los menores de 29 años todavía no logran un despegue óptimo. Esto se repite en los individuos con baja escolaridad, en los mayores de 60 años y en quienes se desempeñaban en el comercio antes de la crisis.
REALIDAD JUVENIL
En lo relativo al número de ocupados por sector económico y rango etario, es posible percibir que uno de los casos que más llama la atención es el rubro del comercio. Aquí, el tramo entre 30 y 44 años ha aumentado su grado de ocupación levemente, a diferencia del resto, en especial en las personas de 45 o más años que han disminuido sus empleos en esta área en cerca de 17 mil.
Por otra parte, el grupo de entre 15 y 29 años ha sido el que menor recuperación ha conseguido, encontrándose en casi todos los campos por debajo de las cifras obtenidas en enero-marzo 2020.
Hugo Salgado, economista de la Universidad de Concepción y editor del equipo CEPR, cuenta que, junto con la gente de mayor edad, los jóvenes son los más perjudicados por la pandemia. En este último grupo, dice, asoman negativamente la falta de experiencia laboral y los menores años de servicio, lo que conlleva a un menor costo de despido para las empresas.
"Ellos son más vulnerables y se ven más afectados cuando las firmas deben realizar ajustes en su personal", insiste el experto, aunque advierte que el rango más juvenil "muestra recuperaciones que deberían ser más rápidas en momentos de retorno del empleo, una vez que se comience a reactivar la economía regional".
EMPLEO FEMENINO
El escenario local de mujeres y hombres es diametralmente opuesto. Estos últimos, por ejemplo, exhiben una recuperación que, incluso, mejora las cifras de hace doce meses en los sectores de actividades profesionales y administrativas, educación, industrias manufactureras y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
Las mujeres, en tanto, registran alzas menores que los hombres, sobre todo en áreas como explotación de minas y canteras y actividades de los hogares.
"La pandemia va a provocar cambios en nuestros estilos de vida que van a generar algunos efectos permanentes. Aquí, lamentablemente, el empleo tradicional femenino será uno de los aspectos afectados", lamenta Salgado. Por lo mismo, el profesional asegura que es urgente promover el emprendimiento femenino o formular subsidios, pues de lo contrario será difícil lograr panoramas positivos en el corto o mediano plazo.
Consultada por la situación descrita, la seremi (s) del Trabajo y Previsión Social, Karina Vera, reconoce que la emergencia sanitaria golpeó particularmente a los jóvenes y mujeres. Debido a esto, remarca que dentro de los programas de apoyo liderados por el Ejecutivo destacan la línea contrata del Subsidio al Empleo, "que tiene montos mayores de subsidio para la contratación de mujeres y trabajadores desde 18 y hasta 24 años".
Añaden que este mismo grupo también tiene un apoyo especial en el Subsidio al Nuevo Empleo, que busca otorgar de forma directa a los trabajadores jóvenes y trabajadoras $70 mil mensuales hasta por seis meses.