Por Lesly Zurita Arriagada

Pese a que la pandemia obligó a que varias atenciones hospitalarias se modificaran o retrasaran, con el objetivo de evitar las aglomeraciones en los espacios comunes y, así impedir algún potencial riesgo de contagio; hay un área que le sucedió todo lo contrario durante la emergencia sanitaria: la Unidad de Imagenología del Hospital Guillermo Grant Benavente.

Se trata del equipo de radiólogos más grande del país, con 38 especialistas luego de que el pasado 1 de abril se unieran tres expertos más al grupo de trabajo y que a raíz de la emergencia sanitaria modernizó su sistema de trabajo, se abrió a la posibilidad de tener labores remotas, mejoró las relaciones con las otras unidades del hospital, permitiendo disminuir los tiempos de realización de exámenes y bajar las listas de espera e, incluso, eliminar la de Pediatría.

"Nunca hemos parado", precisó el doctor Alfonso Peirano, médico jefe de la Unidad de Imagenología del Hospital Regional de Concepción. Agregó que el trabajo de gestión les ha permitido bajar la burocracia en la toma de horas y si bien hoy las áreas privilegiadas son las urgencias y hospitalizados, el objetivo es que ningún paciente tenga que ir al sistema privado a hacerse un examen.

ACELERAR LA GESTIÓN

El doctor Peirano contó que "lo que hemos hecho es organizar la unidad de manera distinta: generamos un equipo directivo y hemos potenciado las unidades que tenemos. Por ejemplo, de imágenes mamarias, de urgencias; y cada uno tiene su jefatura (…) Logramos levantar un sistema de informe a distancia y eso permitió que los radiólogos no vinieran, hacer teletrabajo y eso es algo que no existía antes porque el sistema no daba. Pero logramos hacer ciertos ajustes y pudimos adaptarnos en base a este modelo de gestión, adelantarnos a las circunstancias y aportar en otras áreas".

Lo que hizo la pandemia para la Unidad de Imagenología, sentencia el médico a cargo, es acelerar procesos, especialmente los primeros meses en que hubo una caída de consultas por miedo a contagios. Así fue que pudieron adelantar gestiones. Por ejemplo, cuentan con un proyecto aprobado para instalarse en un pasillo donde actualmente está Servicio Social y que va a contar con una sala de informes y un ecógrafo pediátrico. Se generaron, además, espacios físicos que permitieron separar las subunidades de Imagenología y cada una tiene un teléfono y anexo, que hace más rápida su gestión al poder ser contactados directamente.

A lo anterior se suma la generación de un sistema particular, junto con el equipo de informática, para pedir exámenes. "A través de una plataforma propia, que lo utilizamos sólo para la actividad intrahospitalaria, donde a través de la plataforma los médicos piden la orden de examen y nosotros tenemos un protocolo de validación y asignación de horas. Así eliminamos que el paciente o quien pide el examen tenga que andar transitando con una hoja", señala el jefe de la Unidad de Imagenología.

Peirano agregó que "nosotros tenemos reuniones permanentes con la gente de informática para ir afinando los detalles de este sistema. Esto permitió disminuir mucho los tiempos de espera en la solicitud y de respuesta. Sí hemos tenido que apretar a nuestros radiólogos para que vayan absorbiendo más demandas, no solamente que tienen que ver con el mayor número de consultas, sino porque tienen más tareas, cosas que no hacíamos antes: informamos de las radiografías de Urgencias, están en los anexos disponibles, entonces vienen más consultas y orientan mucho más".

MÁS COBERTURA

Sobre la demora en realizar un examen, el doctor Peirano indicó que "creemos que se trata de una disminución significativa, en general las Unidades Críticas se resolvían dentro del mismo día, pero este sistema lo vuelve como instantáneo porque llega la orden y va directamente al tecnólogo que está permanentemente chequeando y teniendo el espacio disponible, llama al paciente".

Independiente del origen, los exámenes están siendo informados en 24 horas si es hospitalizado, incluyendo a pacientes GES y oncológicos.

En Urgencias realizan -en promedio- 70 escáneres diarios y ese es el número límite del equipo de Imagenología. Lo que se divide entre 12 a 15 análisis por radiólogo en un turno normal.

Asimismo, no sólo están atendiendo exámenes en el Hospital Regional, sino que han prestado apoyo al SAR Víctor Manuel Fernández y al Hospital de Lota y el jefe de la Unidad quiere fortalecer esa ayuda. "Si tenemos radiólogos, podemos aumentar un poco el cubrir las necesidades de ellos. No aumentamos el número de radiólogos para lo que nos corresponde como hospital, es para la red", precisó.

La relación con Lota es gracias a un convenio del Servicio de Salud para la formación de especialistas y que obliga a los radiólogos a trabajar allá. Pero Peirano indicó que las horas asignadas les parecieron insuficientes "y vamos a crear un esquema rotativo a partir de abril para poder aportar más cobertura", puntualizó.

Asimismo, Peirano planteó que, dentro del proyecto de la nueva ubicación, donde todo un pasillo será radiológico, es que allí tendrán un ecógrafo exclusivo para niños. "Va a funcionar todo el día y eso significa que no van a compartir el espacio con los adultos, eso es una cosa única. En pandemia trabajamos saltado: lunes, miércoles y viernes vemos adultos y martes y jueves a niños. Pero eso nos limita", sentenció el jefe de la Unidad.

UN EQUIPO EN SUBESPECIALIDADES

La unidad cuenta con 38 radiólogos y 12 de ellos tienen subespecialidad. Peirano ejemplificó que hay cinco que trabajan en el área Pediátrica, otros cinco en Neurología, tres en Radiología Intervencional "que se preocupa también de hacer tratamientos en pacientes oncológicos o de trasplantes. En la medida que esto se ha ido potenciando, han aumentado los requerimientos (…) Entonces, nuestro punto de comparación es solamente con Santiago y el modelo de subdividir por subespecialidades también es sólo de nosotros, no conozco otras experiencias", precisó.

Además, existen seis radiólogos de cuerpo (tórax, abdomen, pelvis, cuello, visceral) que son exclusivos para pacientes covid-19 y que funcionan en turno.

70 escáneres diarios se realizan para Urgencias, lo que se divide entre 12 a 15 exámenes por radiólogo en turno normal.

Dos académicos de la Universidad Santo Tomás (UST) participaron en el panel de expertos convocado por la Multigremial Nacional para elaborar una propuesta legislativa que tiene por objeto indemnizar a las víctimas de violencia rural en las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.

Se trata del abogado y director de la Escuela de Derecho de la UST sede Concepción, Rodrigo Ruiz, y el exfiscal adjunto del Ministerio Público y docente de Derecho procesal penal y litigación oral de la casa de estudios, Andrés Cruz. Junto a otros miembros del organismo convocante, los profesionales generaron este proyecto que busca compensar el daño moral y psicológico que han sufrido miles de víctimas desde hace más de 20 años.

La iniciativa

El proyecto contempla 18 artículos permanentes y uno no transitorio que fija la formulación de un reglamento. En este sentido, pretende en sus fundamentos definir conceptos y el alcance a la norma, además establece la "reparación transversal" y considera a "toda clase de víctimas", sin importar su origen o etnia.

"Lo más importante de este proyecto de ley es que pretende fundamentalmente hacer una reparación económica a todos aquellos que hayan sufrido menoscabos en la macrozona o en la zona sur, tanto de centros urbanos como no urbanos. Presenta dos grandes etapas: una determinación expedita de los daños en sede administrativa y frente a la disconformidad de los afectados poder recurrir a una nueva revisión judicial de los daños ocasionados para poder subir los montos de las indemnizaciones", explicó Ruiz.

El abogado agregó que la propuesta apoyada por el Gobierno se elaboró mediante sesiones organizadas durante octubre, noviembre y diciembre, en conjunto con los miembros organizados por la Multigremial Nacional, quienes propusieron los artículos que se discutieron en las comisiones permanentes para llegar al proyecto definitivo. El trabajo se entregó el pasado 19 de marzo para su análisis y posterior presentación al Congreso.

Desde la UST dijeron que hoy el proyecto se encuentra en análisis de parte del Ejecutivo.

Según el abogado Ruiz, la propuesta pretende concretar una reparación económica a las víctimas de violencia rural entre Biobío y Los Lagos.

El Municipio de Los Álamos cuenta con doce cámaras de seguridad, las que ya están 100% operativas. El alcalde Pablo Vegas explicó que "este es un proyecto piloto, son las primeras cámaras, pero queremos replicar la iniciativa en los barrios comerciales y más corridos de Antihuala, Tres Pinos y Cerro Alto, por eso hablamos de un plan de alcance comunal".

Añadió que esto trae consigo la habilitación de una central general de monitoreo y vigilancia de la comuna, para la que ya están trabajando.

Carmen Gloria González, vicepresidenta de la junta de vecinos N° 1 de Los Álamos Centro, contó que ellos impulsaron la iniciativa, la que fue financiada con recursos de glosa Seguridad Ciudadana del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). Indicó que el proyecto partió en 2019, pero por la pandemia no se pudo ejecutar hasta enero de este año.

Las cámaras monitorean en tiempo real, tienen visión nocturna y registran hasta cinco días. Cubren toda la calle Colón (desde Libertad a Caupolicán) y el frontis del salón multiuso, ubicado en Avenida Ignacio Carrera Pinto N° 555 (ex municipio), donde opera la central de monitoreo.

El alcalde anunció que quienes deseen acceder a algún registro de cualquiera de las 12 cámaras instaladas deben, en primer lugar, realizar una denuncia a Carabineros; luego, comunicarse con cualquier representante de la directiva de la junta de vecinos y solicitar el registro con fecha y hora estimada, además de contar con pendrive para guardar la información.