Un año de teletrabajo
La pandemia de covid-19, que a Chile llegó a inicios de marzo del 2020, llevó a las muchas empresas a instalar el trabajo a distancia, para que sus colaboradores desarrollen sus funciones desde la casa, vía Internet, y reducir las posibilidades de contagio. El teletrabajo es una forma flexible de organización, que consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del empleado en la empresa durante una parte importante de su horario.
Esta modalidad de desempeño laboral a distancia va adquiriendo cada vez más importancia, sobre todo en aquellas actividades en que es posible que el empleado pueda desarrollarla desde su casa y conectarse de forma remota con su empresa o servicio público.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha dado a conocer que en enero de 2021, un 17,5% de los trabajadores realizó labores a distancia y que las empresas que más han hecho uso de esta modalidad son las de los sectores de información y comunicaciones (58,3%), suministro de electricidad y gas (50,8%), enseñanza (41,7%) y actividades financieras y de seguros (39,1%). La cifra es menor a la registrada en octubre de 2020, cuando el 22,4% de los trabajadores del país realizaban labores a distancia o de teletrabajo. Esto revela que en parte de las instituciones se han retomado las labores en forma presencial.
Por años se habló respecto de las ventajas que tendría el trabajo a distancia, pero la pandemia de covid-19 obligó a ponerlo en práctica sobre la marcha, probablemente improvisando algunas acciones a medida que se hacían necesarias. A juicio de muchos expertos, esta fórmula llegó para quedarse y las experiencias que se han logrado en estos meses y los que quedan por delante servirán para tomarlas en cuenta en futuras decisiones.
Un estudio desarrollado por la aseguradora MetLife y la empresa de estudios de mercado Criteria, reveló que el teletrabajo bien implementado impacta positivamente en la calidad de vida de las personas, y con ello, en su salud mental. La investigación "Clase Media, Teletrabajo y Salud en el Chile Post-Coronavirus", realizada el año pasado, demostró que un 53% de los encuestados tenía una buena percepción con respecto al trabajo remoto, ya que les otorga mayor tiempo para estar con la familia y a la vez se evitan los tiempos de traslado a las oficinas, cuestión que se consideraba especialmente importante en las grandes ciudades. El 42% de los consultados estimaba que el teletrabajo es mejor que el trabajo presencial, mientras un 20% lo describía como peor.
Esta modalidad involucra especialmente a la clase media y ha representado, en términos generales, una mejoría en la calidad de vida, dentro de todos los problemas que significa la emergencia sanitaria en la que se desenvuelve la sociedad desde hace un año. A pesar de que la percepción es buena entre los trabajadores, hay desafíos que se deben considerar y que fueron recogidos por el mencionado estudio, porque el trabajo remoto puede derivar en una mayor jornada laboral y además puede tener efectos en la salud. Por eso, el 69% de los consultados dijo que ha experimentado molestias físicas y problemas psicológicos. En los primeros, se encuentran el aumento de peso, cansancio en la vista y dolor de espalda, aunque también han disminuido las úlceras o molestias gastrointestinales, alergias y resfriados frecuentes. Entre los malestares psicológicos destacan el aumento de ansiedad, el insomnio y el estrés, considerando que el trabajador no se desconecta durante gran parte del día del movimiento laboral de su oficina.
Como contraparte, esta fórmula de trabajo representa ventajas porque el trabajador no debe pagar el costo de desplazarse, si bien se afecta la cultura organizacional, debido a que disminuye la interacción entre el personal. Se ha sugerido que en un ambiente de mayor normalidad, se busque una mezcla entre trabajo remoto y presencial. Hay una tendencia mundial en ese sentido, aunque queda mucho por avanzar.
Esta modalidad involucra especialmente a la clase media y ha representado, en términos generales, una mejoría en la calidad de vida, dentro de todos los problemas que significa la emergencia sanitaria en la que se desenvuelve la sociedad desde hace un año.