Estados Unidos vive sus últimas horas con Donald Trump como presidente
El mandatario saliente prepara mil indultos y Joe Biden revisa un discurso que será conciliador. Washington está cercada, hay mucha tensión e incluso temor de que en la propia seguridad del acto de mañana pueda haber infiltrados.
La jornada previa a la investidura del demócrata Joe Biden como presidente y Kamala Harris como vicepresidenta, tiene a Estados Unidos en alerta e investigando a cada uno de los efectivos militares que resguardarán la ceremonia, mientras Donald Trump prepara un masivo indulto.
El presidente saliente prevé emitir alrededor de unos 100 indultos y conmutaciones de penas en su último día en el cargo mañana, entre los que no se incluirá el mismo.
CNN Estados Unidos asegura haber hablado con tres personas relacionadas con el tema que indicaron que las acciones de clemencia incluyen criminales de "cuello blanco" y "conocidos raperos".
La Casa Blanca, aún bajo la presidencia de Trump, celebró una reunión para confeccionar esta lista de indultos. El mandatario saliente, que estuvo firmando un gran número de perdones y conmutaciones de penas a un ritmo constante durante la Navidad, paró de hacerlo en los días previos y posteriores al ataque al Capitolio.
Se espera que este último listado sea el único que quede, a menos que Trump decida a último minuto sumar indultos, incluido para él mismo.
Se espera que el último lote de acciones de clemencia incluya una combinación de indultos orientados a la reforma de la justicia penal y otros a aliados políticos.
Durante la jornada también se conoció la de renuncia del Director del Censo de EE.UU., Steven Dillingham, tras la investidura de Biden. El anuncio llega en medio de críticas por los planes para generar datos sobre el estatus migratorio de la población a fin de cumplir con una orden de Trump.
INVESTIGAN GUARDIAS
Estados Unidos se mantiene en alerta y con la amenaza dentro de su propio territorio, por lo que funcionarios de Defensa se manifestaron preocupados sobre la posibilidad de un ataque de parte de miembros del servicio involucrados en la seguridad para la investidura, lo que llevó al FBI a investigar a todos los 25.000 elementos de la Guardia Nacional que llegaron a Washington para el evento.
La enorme tarea refleja las preocupaciones extraordinarias sobre la seguridad que reinan en Washington después del ataque al Capitolio.
El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, dijo a The Associated Press que los funcionarios están conscientes de la potencial amenaza, y pidió a los comandantes que estén alertas a fin de detectar cualquier problema dentro de sus filas. Sin embargo, hasta ahora no encontrado evidencia de amenaza alguna, y las investigaciones no han revelado ningún asunto del que ellos no estén enterados.
Ayer, la tensión llegó a uno de sus puntos máximos cuando en las cercanías del Capitolio se detectó un incendio que afectó un campamento de personas en situación de calle. La Policía de la sede legislativa, informó que "en precaución por una amenaza de seguridad" bajo un puente ordenó el cierre del complejo del Capitolio.
Durante el breve cierre, la Policía del Capitolio indicó que no se permitía la salida o entrada del lugar y pidió a los legisladores que se mantuvieran lejos de las ventanas y puertas exteriores.
LLAMADO A LA UNIDAD
En medio de los crispados ánimos, Biden subirá al escenario para dar su discurso de investidura quizá en el más difícil punto de partida para un presidente desde que Franklin Roosevelt inició su primer periodo presidencial al asegurar a una nación atemorizada por la Gran Depresión que "a lo único que tenemos que temer es al temor mismo".
Biden usará su primer discurso como presidente "para intentar pasar página a las divisiones y el odio de los últimos cuatro años, y presentar una visión positiva y optimista del país; presentar un camino que realmente nos pida a todos trabajar juntos", aseguró la que será directora de comunicación de la Casa Blanca de Biden, Kate Bedingfield.
"Él cree que podemos unir a este país", agregó. Llevar esa idea a la práctica será complicado en un país profundamente dividido por el desafío de Trump al resultado de las elecciones de noviembre, estando a punto de comenzar un juicio político contra el presidente saliente, donde republicanos en el Senado prometen entorpecer los planes de Biden.
MUDANZA TRUMP
El club Mar-a-Lago, en Palm Beach y propiedad de Donald Trump, ha recibido camiones de mudanza, en lo que aparenta ser la antesala de la previsible mudanza del presidente saliente al sur de Florida. Medios locales avistaron camiones de mudanza estacionados en la fachada de la residencia de invierno de Trump, quien durante su mandato bautizó a esta edificación de cara al Atlántico como la "Casa Blanca de invierno". Trump no planea ser parte del cambio de mando y se prevé que arribará a su club antes de que Biden y Kamala Harris juramenten. Trump, no obstante, no es bienvenido por muchos de sus futuros vecinos, que han enviado cartas a las autoridades locales.
1,6 kilómetros del Capitolio se produjo el incendio que afectó ayer a indigentes y provocó un cierre preventivo.