"Nos interesa que en el currículo de formación en todas las mallas esté el enfoque de género"
Tras dos años de trabajo a nivel triestamental, la casa de estudios estatal institucionalizó la unidad especializada en temáticas de género. La unidad será liderada por la doctora Castro, quien recalcó que el trabajo de su equipo se ha mantenido en pandemia, así como el tratamiento de las denuncias por acoso y violencia de género.
A principios de diciembre la Junta Directiva de la Universidad del Bío-Bío aprobó por unanimidad la creación de la Dirección General de Género y Equidad tras un trabajo colectivo que incluyó a los tres estamentos de la casa de estudios estatal y que desarrolló a partir de las manifestaciones feministas del año 2018 que se representaron a nivel local con una toma separatista en el campus Concepción.
Quien encabezará esta nueva dirección es la doctora en Diseño Curricular y Evaluación Educacional, Fancy Castro Rubilar, quien se ha desempeñado como académica de la Universidad del Bío-Bío por casi 20 años en la Facultad de Educación, donde ha liderado procesos como el cambio curricular dentro de la universidad.
Y aprovechando su expertise en el área curricular, Castro espera que se integra la perspectiva de género en la malla de todas las carreras, incluyendo los postgrados y proyectos de investigación. "Queremos que, efectivamente, la investigación no sólo tenga más mujeres investigando, sino que necesitamos también que exista una investigación en relación a la temática de género, además de mayores facilidades para esto", sentencia la coordinadora de la nueva Dirección de General de Género.
-El trabajo que se generó para crear la Dirección de Género tuvo como puntapié inicial las movilizaciones feministas del 2018, ¿cuál fue el rol de las alumnas en todo este proceso, especialmente en una universidad que es conocida por tener carreras más "masculinizadas"?
-Las estudiantes fueron gravitantes, porque a partir de esa movilización -así como en otras universidades- fue generando que el Consejo de Rectores (Cruch) acordaran generar unidades o direcciones en cada universidad del país. En relación a nuestra universidad, efectivamente por la naturaleza de las carreras, en su mayoría son masculinizadas y en lo que se refiere al estamento académico tenemos sólo un 31% de académicas, el resto son varones y esto tiene que ver porque hay un tema cultural que ha dado paso a que existan carreras donde fundamentalmente estén participando varones y muy pocas mujeres.
-En este trabajo triestamental, ¿qué esperaban las alumnas de una dirección de género?
-Esto partió con las mesas triestamentales que se generó con el movimiento feminista y ahí trabajamos tres ámbitos: uno que fue crear los reglamentos para asumir el tema de las denuncias relacionadas con la violencia de género, acoso, discriminación arbitraria por razones de sexo o género. Pero luego se trabajó en proponer políticas y también en temas de prevención. Ahora, uno de los temas que ellas pidieron fue que se nombrara una investigadora o investigador exclusivo para los temas de género y este proyecto trae aparejado la creación de esa figura, que dependerá de la Contraloría General de la Universidad para mantener mayor ecuanimidad y transparencia en los procesos.
-¿Qué características debe tener ese profesional?
-Esa persona tiene que ser un profesional, en lo posible, un abogado o abogada y que tenga conocimientos en las temáticas de género y de Derechos Humanos.
-¿Cuál es el equipo de trabajo de la Dirección General de Género?
-Inicialmente, dada la situación financiera de la universidad, vamos a tener el mismo equipo en esta etapa y hasta que la economía mejore: tenemos un abogado, una trabajadora social, una psicóloga y una socióloga. Pero también tenemos trabajos colaborativos con otras unidades, por ejemplo, el diagnóstico se hizo con la Unidad de Análisis Institucional, así como un diseñador desde la Dirección de Comunicaciones que nos colabora con los trabajos de difusión. Y así va sucediendo con otras unidades.
-¿Cuáles son las prioridades a corto plazo que se han fijado ahora ya como dirección?
-Tenemos como prioridad establecer un trabajo a nivel curricular, porque nos interesa que el currículo de formación en todas las mallas esté el enfoque de género, también en los programas de postgrado. En estos momentos nos interesa que la investigación también tenga ese enfoque de género, para eso estamos trabajando y participando en distintas actividades con el Ministerio de Ciencia y observando las propuestas que ellos están realizando. Tanto en docencia como en investigación, son desafíos grandes a largo plazo.
-¿Se ha realizado algún trabajo con el cuerpo docente, sobre todo aquellos que pueden tener arraigada la utilización de comentarios machistas?
-Hemos trabajado ampliamente en distintas campañas como las efemérides, que las haces muy visibles, hemos creado guías y manuales para el uso de lenguaje no sexista, para la convivencia respetuosa, hemos generado glosarios y una seria de documentos de carácter pedagógico que ayuda a la comunidad a incorporar -de a poco- esta perspectiva de género. Pero fundamentalmente hemos hecho un plan de capacitación que incluye a los tres estamentos, porque el tema no está radicado en ciertos profesores o en ciertas carreras.
-El escenario actual de pandemia y que la mayoría de las actividades han pasado a la modalidad online, ¿trastoca en algo la planificación que tienen pensada con miras al próximo año?
-Hemos tratado de superar todas las dificultades posibles, estamos dando atención, tratando los casos igualmente, desde el área jurídica. En estos momentos están viendo los casos que tienen que ver con denuncias vinculadas a violencia de género y acoso, bajo esa mirada se están llevando a cabo todos los procesos, no se ha detenido nada. Hemos seguido entregando contención, apoyo jurídico, acompañamiento, es decir, no nos hemos detenido y tampoco con la capacitación y lo que tiene relación con las campañas.
-¿Y han tenido alguna dificultad por esta modalidad?
-Hemos tenido que entender que es más difícil que una persona dé una declaración desde su casa, con su familia ahí, cuando probablemente alguien que lo violenta es de su propio entorno familiar. Pero hemos podido buscar todas las redes de apoyo.
-¿Cuáles son las principales denuncias que han recibido?
-La tendencia muestra que es bastante recurrente la violencia en el pololeo y creo que el aumento va en la medida en que las personas se atreven más a denunciar porque han tomado conciencia de lo que está mal. También existe violencia en las actividades gremiales o académicas que significan un trabajo en terreno.
-¿Estas situaciones han disminuido por las clases online o el teletrabajo?
-No, se dan igual y los procesos han seguido igual. Ya tenemos casos en que hemos perdido distanciamiento, por ejemplo, de un estudiante de la clase virtual y se hace todo el proceso formativo con él aparte para no afectar al denunciante.
-Se podría pensar que sin la presencialidad estos casos bajarían.
-Es muy lamentable, pero es entender que la violencia puede tomar distintas formas y en este caso se ha dado a partir del acoso en las redes, que es más complejo porque agigantan el tema para las personas que son víctima.
Sólo el 31% del cuerpo académico de la UBB son mujeres. Una situación que esperan revertir así como el estigma de que hay carreras "de hombres".