BioLantánidos detalla proceso para la extracción de tierras raras en Penco
Empresa salió al paso de las críticas y afirmó que el uso de agua será mínimo, que no tocarán el bosque nativo ubicado en el sector y que el proceso que utilizarán es poco invasivo.
Cuánta agua se va a consumir, qué va a pasar con los queules y pitraos ubicados en el predio o cuánta contaminación se va a generar son parte de las inquietudes que la comunidad de Penco tiene sobre la planta BioLantánidos. Estas inquietudes se han expresado en manifestaciones, a través de las redes sociales y durante el proceso de evaluación ambiental del proyecto que busca extraer minerales conocidos como tierras raras en un paño de 500 hectáreas, emplazadas en Penco, en el límite con Concepción, cerca del relleno sanitario de Cemarc.
Estos elementos son utilizados en una serie de productos tecnológicos, que van desde las pantallas de los smartphones hasta los motores de los autos eléctricos.
Todas esas preguntas fueron respondidas por BioLantánidos, perteneciente a Hochschild Mining, la empresa que desde octubre del año pasado está detrás de la iniciativa, en la adenda que presentaron el 30 de noviembre de 2018 al Servicio de Evaluación Ambiental, (SEA) donde se encuentra el proyecto ahora. Desde entonces ha tenido varias modificaciones, entre ellas, los propietarios de la planta.
Rodrigo Ceballos, gerente general de BioLantánidos, aseguró que para la extracción de los minerales utilizarán una técnica poco invasiva, lo que reducirá las emisiones en el sector. De todas formas, esto no ocurrirá antes del primer trimestre de 2023, fecha en la que debería comenzar a operar la planta si es que no hay inconvenientes en la tramitación ambiental.
Proyectaron una capacidad máxima de procesamiento anual aproximada de 2 millones de toneladas de mineral, para una producción en régimen cercana a las 1.700 toneladas de concentrado de tierras raras al año.
La inversión será de 40 millones de dólares y de aprobarse, será la primera de este tipo en el país. Estimaron que durante la etapa de construcción se generarán 90 empleos; y para la operación, 140.
Cómo será la extracción
El predio será dividido en siete áreas de extracción. Cada una será explotada por separado y por un tiempo que varía entre dos y cuatro años, según el plan de trabajo presentado ante el SEA. La explotación total será de 15 años, aclaró Ceballos.
Sebastián Rojas, gerente de sostenibilidad, detalló que el proceso considera la remoción de 30 centímetros de capa vegetal (la que será acopiada en otro sector, pues será reinstalada), para dejar al descubierto la arcilla de la que se extraerán las tierras raras.
Este material será trasladado a la planta de procesamiento, donde se obtendrá el producto (principalmente tierras raras pesadas), el que se exportará por el puerto de Lirquén para producir motores de autos eléctricos y turbinas eólicas, y los residuos, que se irán a una zona de acopio, que está compuesta de dos áreas de disposición, ubicadas en sectores de quebradas.
Este residuo minero, aseguraron desde BioLantánidos, no tiene características de peligrosidad ni tampoco generará efectos en la salud de la población ni en otro componente ambiental, lo que fue comprobado por estudios efectuados en el área.
El impacto del traslado en camiones está considerado en la adenda y, según consigna el documento, se ajusta al Plan de Descontaminación del Gran Concepción.
Dudas ecológicas
Rojas mencionó que como utilizarán una técnica poco invasiva, la cantidad de agua que usarán es mucho menor que lo visto en procesos mineros en el norte del país. "Nuestro uso de agua será de 10 litros por segundo, lo que es un consumo bajo, ya que la minería tradicional utiliza alrededor de 150 litros por segundo", complementó.
Rodrigo Ceballos agregó que la tecnología que utilizarán permitirá la recirculación del 90% del agua utilizada. En la adenda que presentaron informaron que la utilización del recurso hídrico no generará cambios en los cursos de los esteros Penco y El Cabrito.
Sobre la presencia de bosque nativo, Sebastián Rojas dijo que abarcan el 10% de las 500 hectáreas donde se emplazará la planta. Explicó que éste no será tocado y que, incluso, tuvieron que hacer ajustes en las zonas de extracción para que esto sea así.
Indicó que de forma anexa, plantarán especies nativas en las áreas de extracción que cumplan su vida útil y donde se repondrá la capa vegetal.
También planteó que se hicieron estudios para ver el comportamiento del terreno en caso de lluvias. Descartó que en caso de precipitaciones intensas, como se ha visto en los últimos inviernos, exista peligro de deslizamiento de materiales desde el cerro.
15 años durará la explotación del predio donde se extraerán las tierras raras, utilizadas en productos tecnológicos.